La ingenuidad pierde al Manchester
El Liverpool se aprovecha de los despistes del United para ganar el 'Charity Shield'
La Supercopa de Inglaterra, trofeo que conquist¨® ayer el Liverpool tras ganar 2-1 al Manchester United, lleva el nombre de Charity Shield, o 'escudo de la caridad'. Durante los primeros quince minutos del partido el Manchester us¨® menos el escudo y ejerci¨® m¨¢s la caridad. Demostrando una generosidad que, en otras circunstancias, resultar¨ªa admirable, los de Alex Ferguson le regalaron dos goles a su eterno rival, uno de penalti tras una falta absurdamente innecesaria de Roy Keane, y otro del peque?o depredador Michael Owen gracias a un resbal¨®n tan c¨®mico como inoportuno de Jaap Stam.
Los 75 minutos restantes los domin¨® el equipo que a lo largo del verano muchos han se?alado como el rival principal del Real Madrid en la Liga de Campeones. Seg¨²n los datos obtenidos ayer, los que as¨ª piensan no se equivocan.
Si el Manchester arranc¨® el partido con el esp¨ªritu de la benevolencia, el Liverpool lo gan¨® con el esp¨ªritu de Stalingrado. Los h¨¦roes del ej¨¦rcito rojo de Gerard Houllier fueron el portero Westerveld, que tras resistir bombardeo tras bombardeo fue elegido el mejor jugador del partido, y los dos defensas que pararon balones en el ¨¢rea con las manos sin que el ¨¢rbitro lo detectara.
Dada la ausencia en las filas del Manchester de la nueva estrella Juan Sebasti¨¢n Ver¨®n, convocado con la selecci¨®n argentina, gran parte del inter¨¦s en el encuentro de ayer radic¨® en el otro gran fichaje de Ferguson, Ruud van Nistelrooy. El holand¨¦s no decepcion¨®. Queda por ver si se realizar¨¢n los pron¨®sticos m¨¢s optimistas y se convertir¨¢ en el nuevo Marco van Basten, pero lo que est¨¢ claro es que es r¨¢pido, inteligente, maneja bien ambas piernas y, como se vi¨® ayer, posee el car¨¢cter y la fortaleza f¨ªsica para enfrentarse sin tregua a una de las defensas m¨¢s fornidas y m¨¢s competitivas de Europa.
Van Nistelrooy, adem¨¢s, anot¨® el ¨²nico gol del Manchester, y lo hizo con una frialdad pocas veces vista en el hombre cuyo puesto parece haber usurpado, Andy Cole. Cole, que ayer ni siquiera apareci¨® en el banquillo, amenaz¨® el s¨¢bado, por primera vez desde que lleg¨® al Manchester hace seis a?os, con despedirse del club. Aunque declar¨® que todav¨ªa no hab¨ªa abandonado la esperanza de volver a establecerse como el goleador n¨²mero uno del equipo.
Lo cierto es que competencia no le faltar¨¢. Tras la llegada de Van Nistelrooy y Ver¨®n el Manchester de repente tiene tres suplentes de lujo en la delantera: Cole, Dwight Yorke y Ole Gunnar Solskjaer. ?Por qu¨¦ tres? Porque Ver¨®n ocupar¨¢, l¨®gicamente, uno de los puestos en el cuarteto que Ferguson siempre utiliza en el medio del campo. Ese cuarteto hasta ahora lo han formado Ryan Giggs, Roy Keane, Paul Scholes y David Beckham. Ver¨®n reemplazar¨¢ a Scholes, pero el pelirrojo es hoy uno de los tres mejores jugadores de origen ingl¨¦s (los otros son Beckham y Owen) y Ferguson no le quintar¨¢ de su once preferido. Ferguson ya lo ha dicho. 'Scholes y Van Nistelorooy es la pareja ofensiva que desplegar¨¦ en los grandes partidos'.
Scholes jugar¨¢ de media punta, donde actuaba cuando inici¨® su carrera con el Manchester, justo detr¨¢s del holand¨¦s. Si Beckham, Giggs y Ver¨®n les suministran 'las municiones necesarias', como dice Ferguson, el peque?o ingl¨¦s y el alto delantero de los Pa¨ªses Bajos podr¨ªan convertirse en el arma letal del Manchester esta temporada.
Que es exactamente lo que pretende hacer Houllier con Owen y el grandote Emile Heskey en el Liverpool. Los dos, pero especialmente Owen, causar¨¢n muchos problemas a muchas defensas en los pr¨®ximos meses. Ya lo demostraron al conquistar la Copa UEFA y la Copa inglesa la temporada pasada. A lo que aspira el entrenador franc¨¦s, adepto entusiasta del tradicional f¨²tbol ingl¨¦s de la fuerza y el pelotazo, es ganar la Premier League y competir en la Liga de Campeones. Es decir, alcanzar el nivel -no en un partido sino a lo largo de una temporada- del Manchester. Lo cual, con una s¨®lida defensa y un potente ataque pero sin un centro del campo, parece, seg¨²n ha confesado el mismo Houllier, poco probable.
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