Temple a caballo

Pablo Hermoso de Mendoza fall¨® al intentar colocar el primer rej¨®n de castigo y le cost¨® una enormidad meter al toro en la cabalgadura que oficiaba como enga?o. La res manseaba y s¨®lo se arrancaba cuando cre¨ªa que ten¨ªa la presa segura. Esto puede ralentizar el toreo a caballo y hacerlo pl¨²mbeo, pero ayer el rejoneador se dedic¨® a torear, colocando el caballo a una distancia inveros¨ªmil, midiendo perfectamente la distancia y graduando el paso.

En este toro, Hermoso edific¨® un monumento al arte de torear, a caballo y a pie, porque se trataba de una manifestaci¨®n del temple en toda su raz¨®n de ser. Me qued¨® la sospecha de que el p¨²blico lo entendiera.

El cuarto fue un manso quedado, que dio muy poco juego. El navarro volvi¨® a estar bien en algunos momentos en los que se enfrentaba de cara y acortaba distancias, presentando batalla en los terrenos del toro, ¨²nicos a los que ¨¦ste estaba dispuesto a acudir.

El Tato se enfrent¨® a un primer toro blando que fue a m¨¢s, desplaz¨¢ndose de largo y acometiendo con una embestida que pose¨ªa m¨¢s calidad que la respuesta del torero, que siempre lo llevaba en l¨ªnea y con un nivel de cruce cero. Por un momento, la faena pareci¨® remontar antes de caer de nuevo en la sima. Ni toro ni torero dec¨ªan ni ten¨ªan nada que decir. Lo del quinto fue peor, ya que sali¨® un t¨ªo de impresionante cornamenta y pata fl¨¢ccida: un inv¨¢lido de carrito, cuya presencia en el ruedo descalifica la titulaci¨®n acad¨¦mica de veterinarios y la competencia del palco.

Juan Jos¨¦ Padilla lo tuvo al rev¨¦s: parec¨ªa que hab¨ªa toro y, a poco de comenzar la faena se acab¨® la cuerda, mientras el conejito de la pila segu¨ªa tocando el tambor. El toro hab¨ªa salido suelto berreando de dos varas y comprometi¨® al diestro en banderillas; empez¨® la faena de rodillas y la acab¨® desesperado. En el ¨²ltimo, protagoniz¨® un tercio de banderillas arriesgado, pues el toro acortaba distancias; con la muleta vio c¨®mo el toro se ven¨ªa al bulto por el pit¨®n izquierdo y se hac¨ªa el remol¨®n por el otro pit¨®n a la espera de cazarlo. Estuvo digno en todo momento y remat¨® de un perfecto volapi¨¦.

En cuanto al estado de El Julio, herido ayer, el doctor Juan Pedro de Luna ha manifestado que el posoperatorio contin¨²a de manera normal, si bien hay que esperar para confirmar la evoluci¨®n.