La p¨®lvora y el tequila unen a Julia Roberts y Brad Pitt en 'The Mexican'
Gore Verbinski es el director de la historia de amor y muerte que llega hoy a las pantallas espa?olas y en la que James Gandolfini, el protagonista de 'Los Soprano', se convierte en la estrella de una pel¨ªcula de estrellas
M¨¢s de uno querr¨ªa cargarse a Julia Roberts, agarrarla por los pelos y callarla de una vez. O hacer de Brad Pitt un idiota. Al fin y al cabo, son dos de los rostros m¨¢s admirados de la pantalla y sin duda los m¨¢s populares, y ya se sabe lo que puede la envidia.
Sin embargo, s¨®lo Gore Verbinski se ha atrevido a tal osad¨ªa. Se trata de un director cuya ¨²nica experiencia hasta la fecha estaba en dirigir sapos -en el popular anuncio de Budweiser- o ratones -en Un ratoncito duro de roer (1997)- pero que hasta The Mexican no hab¨ªa dirigido a ninguna estrella. 'Daba miedo. Es mi segundo filme y s¨¦ que el peligro de trabajar con grandes nombres es que pueden acabar secuestrando tu pel¨ªcula, pero la verdad es que lo hicieron todo muy sencillo, tanto Julia como Brad y James. Son muy buenos en lo que hacen', explica el realizador.
El James que menciona es James Gandolfini -Tony Soprano en la serie de televisi¨®n de Los Sopranos-, que en The Mexican se convierte en el tercero en discordia de un filme sobre el que nadie parece ponerse de acuerdo en su descripci¨®n. 'Tiene ese tono de las pel¨ªculas de Katherine Hepburn y Spencer Tracy que tanto me gusta', afirma Pitt, de 37 a?os, convencido de que su nuevo estreno se mueve entre diferentes aguas: desde la comedia rom¨¢ntica a las pel¨ªculas de tiros o al road-movie.
El de Julia Roberts es un papel que muestra el lado m¨¢s duro de la actriz. 'Se trataba de un personaje al que pod¨ªa comprender aunque no necesariamente comparta su forma de expresarse', a?ade Roberts, de 33 a?os, que recibi¨® este a?o un oscar por su trabajo en Erin Brockovich. En The Mexican se pasa el tiempo jurando como si fuera un rapero salido de alguna pandilla callejera.
'Es un filme negro, donde la gente muere, y es triste pero a la vez hay un cierto humor en la trama', resume el director sobre una pel¨ªcula que para muchos es un batido de Tarantino y Peckinpah con toques de Pulp Fiction y Quiero la cabeza de Alfredo Garc¨ªa. Para el p¨²blico seguir¨¢ siendo un filme de Julia y Brad, y ¨¦sa ser¨¢ la ¨²nica raz¨®n que les lleve a pagar la entrada.
The Mexican cuenta la historia de Jerry Welbach (Brad Pitt), un ladr¨®n con mala suerte tanto en el crimen como en el amor. Mientras intenta localizar una pistola antigua mexicana, su novia Samantha (Julia Roberts) le deja para buscarse la vida en Las Vegas. Ah¨ª es donde entra en juego Leroy (James Gandolfini), miembro de la banda organizada de criminales que secuestra a Samantha con intenciones de asesinarla, a menos que Jerry encuentre pronto el arma, algo que dada la mala suerte del protagonista es dif¨ªcil de conseguir.
'Le¨ª el gui¨®n y me pareci¨® interesante', afirma Roberts. Y Pitt agrega: 'A?ade a esta f¨¢bula sobre una pistola una historia sobre el amor y el destino. Y eso me gusta porque, aunque nos creamos esp¨ªritus libres, el destino siempre juega pasadas, buenas o malas'.
Lo cierto es que el hecho de que The Mexican se hiciera realidad fue un avatar del destino, porque la verdadera raz¨®n detr¨¢s de la reuni¨®n de estos dos astros fue su deseo de trabajar juntos. 'Brad dice que no lo hab¨ªamos hecho antes porque todas las pel¨ªculas que a m¨ª me gustaban y quer¨ªa hacer con ¨¦l apestaban', dice Roberts. 'Bueno, yo tambi¨¦n he hecho unas cuantas malas', reconoce Pitt.
Como ocurre con la pistola que da t¨ªtulo al filme, The Mexican fue un proyecto que pas¨® de mano en mano. Concebido en 1998 como un proyecto peque?o de los mismos productores que hicieron Topsy-Turvy, Velvet Goldmine y Memento, el gui¨®n de J. H. Wyman iba a ser dirigido por Kevin Reynolds con Ben Stiller y Meg Ryan como protagonistas. Cuando DreamWorks se interes¨® en la idea, la lista de nombres fue creciendo y modific¨¢ndose: Ren¨¦e Zellweger, Owen Wilson y William H. Macy y, quiz¨¢, David Fincher como director. Fue ah¨ª cuando Pitt mostr¨® inter¨¦s. 'La versi¨®n oficial es que Julia se interes¨® la primera', coment¨® Pitt. Roberts replic¨® inmediatamente: 'Brad fue el primero al que le intrig¨® la idea. Luego yo escuch¨¦ que a ¨¦l le hab¨ªa picado la curiosidad y me pic¨® a m¨ª tambi¨¦n'.
En cualquier caso, fue una trama de intrigas donde Roberts consult¨® con su amigo y director Joe Roth sobre lo fiable que pod¨ªa ser Verbinski (Roth hab¨ªa trabajado con ¨¦l cuando el realizador iba a dirigir Mission to Mars) y Pitt hizo lo mismo con Fincher (para quien Mouse hunt es una de las mejores cinco pel¨ªculas del cine) antes de comprometerse a una producci¨®n cuyo presupuesto fue de 45 millones de d¨®lares (m¨¢s de 8.000 millones de pesetas), incluidos los sueldos de las estrellas, que aceptaron un recorte salarial con tal de hacer posible algo que inicialmente era un filme independiente.
Verbinski tambi¨¦n hizo sus deberes. 'Qued¨¦ a comer con Steven Soderbergh para que me diera el 'manual de Julia', el libro de instrucciones para trabajar con ella, y con Fincher para hablar de Brad porque, ya sabes, cada actor tiene su manera de trabajar y quer¨ªa sacar partido de todo lo que pudiera', afirma. En el caso de Roberts, el mejor consejo es que nunca la avises si no est¨¢ todo listo, siempre tan preparada que s¨®lo necesitar¨¢ un par de tomas para hacerlo bien. Con Pitt, su esp¨ªritu de superaci¨®n siempre te da m¨²ltiples tomas, adem¨¢s de contar con un hombre para todo, incluso para cargar sacos de arena que estabilicen la c¨¢mara, recuerda el realizador. Consejos ¨²tiles antes de encerrarse con sus actores en Catorce del Real, esa localidad mexicana perdida en medio de la nada donde el acceso en ocasiones no era posible m¨¢s que en burro y donde corri¨® el tequila, y seg¨²n versiones el peyote, en un rodaje de mes y medio en el que tambi¨¦n se dieron cita los escorpiones. 'Esa parte no puedo decir que me gustara tanto', admite Roberts, a¨²n con escalofr¨ªos ante la idea de poder volver a ver a uno de estos animales. El papel de Gandolfini en esta ecuaci¨®n necesit¨® muchos menos asesores. 'Era muy importante para m¨ª porque me paso a su lado la mayor parte de la pel¨ªcula. Fue Benjamin el que sugiri¨® que por qu¨¦ no James Gandolfini', recuerda Roberts rememorando las palabras de quien fue su novio, Benjamin Bratt. 'Sol¨ªamos bromear que James es el rey y que ¨ªbamos a formar una nueva iglesia, la iglesia de Gandolfini, algo que no est¨¢ tan lejos de la realidad', a?ade Pitt.M¨¢s de uno querr¨ªa cargarse a Julia Roberts, agarrarla por los pelos y callarla de una vez. O hacer de Brad Pitt un idiota. Al fin y al cabo, son dos de los rostros m¨¢s admirados de la pantalla y sin duda los m¨¢s populares, y ya se sabe lo que puede la envidia.
Sin embargo, s¨®lo Gore Verbinski se ha atrevido a tal osad¨ªa. Se trata de un director cuya ¨²nica experiencia hasta la fecha estaba en dirigir sapos -en el popular anuncio de Budweiser- o ratones -en Un ratoncito duro de roer (1997)- pero que hasta The Mexican no hab¨ªa dirigido a ninguna estrella. 'Daba miedo. Es mi segundo filme y s¨¦ que el peligro de trabajar con grandes nombres es que pueden acabar secuestrando tu pel¨ªcula, pero la verdad es que lo hicieron todo muy sencillo, tanto Julia como Brad y James. Son muy buenos en lo que hacen', explica el realizador.
El James que menciona es James Gandolfini -Tony Soprano en la serie de televisi¨®n de Los Sopranos-, que en The Mexican se convierte en el tercero en discordia de un filme sobre el que nadie parece ponerse de acuerdo en su descripci¨®n. 'Tiene ese tono de las pel¨ªculas de Katherine Hepburn y Spencer Tracy que tanto me gusta', afirma Pitt, de 37 a?os, convencido de que su nuevo estreno se mueve entre diferentes aguas: desde la comedia rom¨¢ntica a las pel¨ªculas de tiros o al road-movie.
El de Julia Roberts es un papel que muestra el lado m¨¢s duro de la actriz. 'Se trataba de un personaje al que pod¨ªa comprender aunque no necesariamente comparta su forma de expresarse', a?ade Roberts, de 33 a?os, que recibi¨® este a?o un oscar por su trabajo en Erin Brockovich. En The Mexican se pasa el tiempo jurando como si fuera un rapero salido de alguna pandilla callejera.
'Es un filme negro, donde la gente muere, y es triste pero a la vez hay un cierto humor en la trama', resume el director sobre una pel¨ªcula que para muchos es un batido de Tarantino y Peckinpah con toques de Pulp Fiction y Quiero la cabeza de Alfredo Garc¨ªa. Para el p¨²blico seguir¨¢ siendo un filme de Julia y Brad, y ¨¦sa ser¨¢ la ¨²nica raz¨®n que les lleve a pagar la entrada.
The Mexican cuenta la historia de Jerry Welbach (Brad Pitt), un ladr¨®n con mala suerte tanto en el crimen como en el amor. Mientras intenta localizar una pistola antigua mexicana, su novia Samantha (Julia Roberts) le deja para buscarse la vida en Las Vegas. Ah¨ª es donde entra en juego Leroy (James Gandolfini), miembro de la banda organizada de criminales que secuestra a Samantha con intenciones de asesinarla, a menos que Jerry encuentre pronto el arma, algo que dada la mala suerte del protagonista es dif¨ªcil de conseguir.
'Le¨ª el gui¨®n y me pareci¨® interesante', afirma Roberts. Y Pitt agrega: 'A?ade a esta f¨¢bula sobre una pistola una historia sobre el amor y el destino. Y eso me gusta porque, aunque nos creamos esp¨ªritus libres, el destino siempre juega pasadas, buenas o malas'.
Lo cierto es que el hecho de que The Mexican se hiciera realidad fue un avatar del destino, porque la verdadera raz¨®n detr¨¢s de la reuni¨®n de estos dos astros fue su deseo de trabajar juntos. 'Brad dice que no lo hab¨ªamos hecho antes porque todas las pel¨ªculas que a m¨ª me gustaban y quer¨ªa hacer con ¨¦l apestaban', dice Roberts. 'Bueno, yo tambi¨¦n he hecho unas cuantas malas', reconoce Pitt.
Como ocurre con la pistola que da t¨ªtulo al filme, The Mexican fue un proyecto que pas¨® de mano en mano. Concebido en 1998 como un proyecto peque?o de los mismos productores que hicieron Topsy-Turvy, Velvet Goldmine y Memento, el gui¨®n de J. H. Wyman iba a ser dirigido por Kevin Reynolds con Ben Stiller y Meg Ryan como protagonistas. Cuando DreamWorks se interes¨® en la idea, la lista de nombres fue creciendo y modific¨¢ndose: Ren¨¦e Zellweger, Owen Wilson y William H. Macy y, quiz¨¢, David Fincher como director. Fue ah¨ª cuando Pitt mostr¨® inter¨¦s. 'La versi¨®n oficial es que Julia se interes¨® la primera', coment¨® Pitt. Roberts replic¨® inmediatamente: 'Brad fue el primero al que le intrig¨® la idea. Luego yo escuch¨¦ que a ¨¦l le hab¨ªa picado la curiosidad y me pic¨® a m¨ª tambi¨¦n'.
En cualquier caso, fue una trama de intrigas donde Roberts consult¨® con su amigo y director Joe Roth sobre lo fiable que pod¨ªa ser Verbinski (Roth hab¨ªa trabajado con ¨¦l cuando el realizador iba a dirigir Mission to Mars) y Pitt hizo lo mismo con Fincher (para quien Mouse hunt es una de las mejores cinco pel¨ªculas del cine) antes de comprometerse a una producci¨®n cuyo presupuesto fue de 45 millones de d¨®lares (m¨¢s de 8.000 millones de pesetas), incluidos los sueldos de las estrellas, que aceptaron un recorte salarial con tal de hacer posible algo que inicialmente era un filme independiente.
Verbinski tambi¨¦n hizo sus deberes. 'Qued¨¦ a comer con Steven Soderbergh para que me diera el 'manual de Julia', el libro de instrucciones para trabajar con ella, y con Fincher para hablar de Brad porque, ya sabes, cada actor tiene su manera de trabajar y quer¨ªa sacar partido de todo lo que pudiera', afirma. En el caso de Roberts, el mejor consejo es que nunca la avises si no est¨¢ todo listo, siempre tan preparada que s¨®lo necesitar¨¢ un par de tomas para hacerlo bien. Con Pitt, su esp¨ªritu de superaci¨®n siempre te da m¨²ltiples tomas, adem¨¢s de contar con un hombre para todo, incluso para cargar sacos de arena que estabilicen la c¨¢mara, recuerda el realizador. Consejos ¨²tiles antes de encerrarse con sus actores en Catorce del Real, esa localidad mexicana perdida en medio de la nada donde el acceso en ocasiones no era posible m¨¢s que en burro y donde corri¨® el tequila, y seg¨²n versiones el peyote, en un rodaje de mes y medio en el que tambi¨¦n se dieron cita los escorpiones. 'Esa parte no puedo decir que me gustara tanto', admite Roberts, a¨²n con escalofr¨ªos ante la idea de poder volver a ver a uno de estos animales. El papel de Gandolfini en esta ecuaci¨®n necesit¨® muchos menos asesores. 'Era muy importante para m¨ª porque me paso a su lado la mayor parte de la pel¨ªcula. Fue Benjamin el que sugiri¨® que por qu¨¦ no James Gandolfini', recuerda Roberts rememorando las palabras de quien fue su novio, Benjamin Bratt. 'Sol¨ªamos bromear que James es el rey y que ¨ªbamos a formar una nueva iglesia, la iglesia de Gandolfini, algo que no est¨¢ tan lejos de la realidad', a?ade Pitt.
Un gran actor
A punto de cumplir 40 a?os, James Gandolfini, este actor nacido en Nueva Jersey, logra resaltar en The Mexican entre dos grandes estrellas, Julia Roberts y Brad Pitt. Se ha hecho famoso para el gran p¨²blico por su papel protagonista de la serie televisiva Los Soprano, pero como no est¨¢ dispuesto a perpetuarse en el papel de jefe de la Mafia, decidi¨® aceptar el de g¨¢nster homosexual en The Mexican, que adem¨¢s mantiene una relaci¨®n con un empleado de Correos.Gandolfini comenz¨® su carrera en el teatro de Nueva York. En 1992 debut¨® en Broadway con la versi¨®n de Un tranv¨ªa llamado Deseo protagonizada por Jessica Lange y Alec Baldwin. Antes de su inicio teatral pas¨® varios a?os como relaciones p¨²blicas de un local de copas hasta que un amigo le llev¨® a una clase de interpretaci¨®n y all¨ª descubri¨® que su verdadera profesi¨®n ten¨ªa que ser la de actor.En dos ocasiones este int¨¦rprete ha abandonado la poderosa industria americana para arriesgarse a rodar con directores europeos. La primera, con el franc¨¦s Alain Courneau en Le noveau monde y dos a?os despu¨¦s, en 1997, con ?lex de la Iglesia en Perdita Durango, donde interpretaba un papel... de g¨¢nster.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.