Comprar
No aguanto a la gente que se pasa la vida atacando el consumismo. Y no porque piense que los defectos que menos toleramos en los dem¨¢s son nuestros propios defectos; es porque no entiendo que consumir sea un defecto. Que yo sepa, s¨®lo es una fuente de problemas. Hace un a?o que mi mujer, que es una anticonsumista peligrosa y asegura que madame Bovary fue la primera consumista y as¨ª acab¨® ella, decidi¨® que ten¨ªamos que dejar de vivir bajo un puente. Cuando admiti¨® que nuestro presupuesto s¨®lo alcanzaba para comprar un zulo, compramos un zulo, pero ¨¦se fue s¨®lo el principio de una serie inaudita de percances, el primero de los cuales consisti¨® en que Telef¨®nica nos asign¨® el mismo n¨²mero de tel¨¦fono que a Correos. Un d¨ªa, mientras trataba de razonar con una se?ora de Torrelodones que me acusaba a gritos de haberme zampado el paquete de chorizos que le hab¨ªa enviado a su nieta, mi mujer decidi¨® que ya estaba bien de sembrar el terror por ah¨ª con nuestra cafetera antediluviana y que ten¨ªamos que comprar un coche. Nos compramos un coche, que result¨® ser el primero de la provincia que llevaba la nueva matr¨ªcula, cosa que hizo que apareciera en las portadas de los peri¨®dicos locales despu¨¦s de que mi mujer me impidiera posar junto a ¨¦l, reprimiendo con una mirada de asco mi irreprimible propensi¨®n a figurar. ?sta no tard¨® en verse satisfecha, porque al poco el alcalde de mi pueblo, en un transitorio acceso de insania, decidi¨® nombrarme pregonero de las fiestas, y un concejal independentista puso el grito en el cielo, lo que demuestra que los independentistas son mucho m¨¢s sensatos de lo que se cree. Por entonces arreciaba por aqu¨ª una campa?a para sustituir en las nuevas matr¨ªculas la E de Espa?a por la CAT de Catalu?a, as¨ª que al d¨ªa siguiente aparecieron en la misma p¨¢gina del peri¨®dico local la denuncia del concejal y un art¨ªculo titulado Con E de est¨²pidos, ilustrado por una foto de mi coche junto al que, gracias a Dios, no aparec¨ªa su propietario, quien esa misma tarde, presa de un ataque de p¨¢nico, lo empapel¨® de adhesivos con la CAT. Mi mujer, que tambi¨¦n es independentista, lo consider¨® un acto de servilismo insufrible, de modo que, como si fuera madame Bovary, se li¨® con un militante antiglobalizaci¨®n y me ech¨® de casa. Les escribo desde debajo de un puente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.