El vigilante de los encierros

Juli¨¢n G¨®mez Carpio, un vecino de Morata de Taju?a de 23 a?os, siempre sigue la misma rutina cuando participa en un encierro. Queda con sus compa?eros 45 minutos antes de salir las reses y estudia el recorrido. Luego aprovecha los ¨²ltimos momentos para calentar m¨²sculos y prepararse para la carrera. Sabe que su trabajo dura tan s¨®lo un par de minutos, pero es un tiempo de gran intensidad y nervios. Su vida, al igual que la de los otros mozos que participan en los encierros, corre peligro.

El trabajo de G¨®mez Carpio durante el recorrido consiste en correr los toros para que ninguno se vuelva y rompa la manada. Para ello, los mozos se distribuyen por parejas y van cogiendo a las reses seg¨²n ganan metros. Entre su trabajo tambi¨¦n est¨¢ el sacar a los corredores que est¨¦n ebrios y a los menores de edad. 'Algunos no lo entienden. Les pides por las buenas que se pongan detr¨¢s de las talanqueras. Si se niegan, no nos enfrentamos. Llamamos a la autoridad', explica este recortador.

'Cuando est¨¢s ante el toro, sientes que desafias al peligro', afirma este vecino de Morata

Juli¨¢n se meti¨® en el mundo de los toros a trav¨¦s de las capeas. Cuenta que poco a poco fue participando en los concursos de recortes, salto de toros y puesta de anillas en los pitones de las reses. 'Cuando hab¨ªa un concurso, me acercaba y saludaba a los participantes para que me conocieran. Despu¨¦s me present¨¦ a concursos, y desde hace unos tres a?os estoy metido en esto', explica Juli¨¢n. Desde entonces se ha convertido en uno de los recortados m¨¢s premiados de la regi¨®n. Se presenta en cada temporada -de febrero a octubre- a una medida de 50 concursos.

Para este recortador resulta fundamental la buena forma f¨ªsica. Por eso, al salir de su trabajo, en un almac¨¦n de material de oficina de Arganda del Rey, se entrena por las tardes en un gimnasio y dedica otra parte de su tiempo libre a correr. Eso le permite saltar un toro de 700 kilogramos sin dificultad. 'Cuando lo tienes delante sientes algo inexplicable. Es como si desafiaras al peligro', se?ala.

En su trayectoria ha sufrido tres cogidas, ninguna de gravedad. La ¨²ltima fue en las fiestas de la Virgen del Pilar de Zaragoza, cuando una res le pis¨® el dedo me?ique de una mano. Tuvo que ser operado y le colocaron ocho tornillos y dos placas. Los revolcones y los golpes son frecuentes: 'Una vez me cogi¨® el toro por salvar a otro. Un mozo le hizo un recorte y, en lugar de salir hacia el burladero, corri¨® hacia el centro de la plaza. Me met¨ª por medio y me dio un fuerte revolc¨®n. Menos mal que iba afeitado, que si no me destroza la pierna', agrega.

La que m¨¢s sufre cuando salta a un encierro o a un concurso es su novia. De hecho, le ha pedido en varias ocasiones que deje este mundo. ?l siempre se ha negado porque s¨®lo vive 'para esto'. 'Uno de los concursos donde m¨¢s coraje le he echado ha sido en mi pueblo [Morata de Taju?a]. Se lo dije a un amigo: 'O gano o salgo directo a la enfermer¨ªa'. Ten¨ªa que demostrar qui¨¦n era. Al final qued¨¦ primero', recuerda.

Su trabajo no est¨¢ 'mal pagado', seg¨²n reconoce, pero se resiste a decir cu¨¢nto cobra por jornada. 'Para m¨ª es bastante. Adem¨¢s, me gusta tanto que lo har¨ªa gratis'. Su t¨ªo es el matador de toros Manolo G¨®mez, quien le ha ofrecido en m¨¢s de una ocasi¨®n que forme parte de su cuadrilla. Siempre lo ha rechazado porque prefiere 'sentir los toros de otro modo'. 'Aguantar¨¦ todo lo que me d¨¦ el cuerpo, hasta los 30 o 35 a?os, porque esto es realmente lo que me gusta. Cuando no tenga facultades f¨ªsicas lo dejar¨¦', relata con cierta carga de pasi¨®n.

El conocer las limitaciones de cada uno es lo que le ha servido a G¨®mez Carpio para tenerle respeto al toro: 'Mucha gente intenta impresionar a su novia o a un amigo y se arriesgan mucho m¨¢s de lo que pueden. Corren riesgos innecesarios. Lo mejor es que no intenten imitar a nadie', aconseja este joven, que siempre corre con las im¨¢genes de santa Gema, el Cristo del Humilladero, una cinta de la Virgen del Pilar y una fotograf¨ªa de su abuela.

Juli¨¢n se encarg¨® ayer, junto con otros nueve compa?eros, de dirigir el tercer encierro de las fiestas de Legan¨¦s, que dur¨® dos minutos y 39 segundos. 'Fue una carrera limpia y segura, en la que no se ha registrado ning¨²n percance', se?al¨® el director t¨¦cnico del encierro, Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa. La polic¨ªa sac¨® antes de la carrera a 30 personas que estaban ebrias. En la posterior suelta de toros en la plaza de La Cubierta se registraron 14 heridos, uno de ellos de car¨¢cter grave. Una res empiton¨® a un vecino de Madrid, David Colomo, por la espalda y el asta le alcanz¨® el ri?¨®n. Fue trasladado al hospital Severo Ochoa de la localidad, donde qued¨® ingresado. Seg¨²n la polic¨ªa local, presentaba s¨ªntomas de embriaguez.

La mitad de los heridos se produjo cuando el segundo toro se salt¨® al callej¨®n y provoc¨® varias ca¨ªdas y luxaciones a los espectadores. En el percance result¨® afectado un polic¨ªa local, que sufri¨® luxaci¨®n del hombro izquierdo, y un miembro de Protecci¨®n Civil, que recibi¨® un golpe en la pierna. Otras cuatro personas sufrieron contusiones leves por asta de toro en gl¨²teos y rodillas. La polic¨ªa local sac¨® del callej¨®n a 45 menores que hab¨ªan accedido al coso tras pagar las 500 pesetas de la entrada. Unos 20.000 espectadores acudieron al encierro y a la suelta de reses.

Los encierros de Legan¨¦s terminan hoy. Municipios como Robledo de Chavela (del 22 al 27 de agosto) y la Pamplona chica, San Sebasti¨¢n de los Reyes (del 26 de agosto al 2 de septiembre), tomar¨¢n el relevo.