El misterioso Marcelo Bielsa
Hay pocos tipos m¨¢s decentes, serios, sensatos, y cuerdos en esta Argentina de hoy. Es probable que por eso en el ambiente del f¨²tbol a Marcelo Bielsa, el seleccionador argentino, se le llame El Loco.
Ten¨ªa destino familiar de abogado defensor de pobres y ausentes, como su hermano Rafael, hoy s¨ªndico general de la Naci¨®n y dirigente del Frente para Un Pa¨ªs Solidario (Frepaso), uno de los dos partidos que integran la Alianza en el gobierno. Pero el campo del Newell?s estaba ah¨ª, cerca de la casa y la pasi¨®n por el f¨²tbol arrebat¨® el coraz¨®n de Marcelo. A?os m¨¢s tarde, ya adolescente, se fug¨® con la moto y pidi¨® refugio en la pensi¨®n del club. Sin embargo, al sue?o de futbolista no le daban las piernas. Ahora puede reconocerlo sin que se le ahoguen las palabras en la boca: 'Yo no jugaba bien'. Alcanz¨® a debutar en el Newell's, luego pas¨® por el Instituto C¨®rdoba y su orgullo le llev¨® a retirarse a¨²n joven en el Argentino de Rosario.
Comenz¨® a colaborar con Jorge Griffa, aquel que jugara en el Atl¨¦tico de Madrid, en la cantera del Newell?s. Su tarea consist¨ªa en recorrer el pa¨ªs al volante de un peque?o coche y ver chavales ah¨ª donde dec¨ªan que hab¨ªa. Entren¨® el ojo mirando y leyendo todo. Se form¨® durante 16 a?os, ocho bajo la influencia de Menotti en la Selecci¨®n Argentina y ocho bajo la de Carlos Bilardo.
Para Bielsa hay un estilo 'argentino' de juego: 'Es el p¨²blico quien impulsa esta cuesti¨®n. Cuando la pelota pasa de la defensa al ataque por abajo, a ras del piso, el p¨²blico se siente c¨®modo. Cuando pasa por arriba constantemente se pone inc¨®modo. Cuando yo dirig¨ªa a V¨¦lez y a Newells, sent¨ªa que cuando la pelota no iba a ras del piso, empezaba el murmullo en las tribunas. De todos modos hay algo universal: cuando un equipo gana, todo se bendice; y cuando pierde, todo se maldice'.
En cada rueda de prensa se revela su esp¨ªritu docente. Trata de explicar y explicarse. Habla Bielsa: 'Antes hab¨ªa muchos y muy buenos jugadores. Ahora hay no tan buenos y en mucha menor cantidad. Por eso resulta mucho m¨¢s dif¨ªcil marcar grandes diferencias y gestar grandes actuaciones'.
'Me importa much¨ªsimo ganar y para eso quiero que mis equipos jueguen bien, pero entiendo que se puede no ganar y que eso no necesariamente tiene que significar un fracaso. El f¨²tbol no es una cuesti¨®n matem¨¢tica'.
'Un buen entrenador debe acercar a sus jugadores a su m¨¢ximo potencial, o descubrirlo. ?sa es su principal funci¨®n, y la que debe ocuparlo todos los d¨ªas en su trabajo cotidiano'.
Casado, dos hijas. Le dicen Loco porque da su palabra, la cumple y exige igual trato. Renunci¨® al Newell's campe¨®n cuando el equipo abandon¨® la disposici¨®n a seguir recorriendo el camino esforzado que lo llev¨® al ¨¦xito; Bielsa hab¨ªa pactado con ellos que se ir¨ªan a dormir despu¨¦s de la ceremonia en la Iglesia. En el V¨¦lez tuvo un enfrentamiento con el portero paraguayo Chilavert, l¨ªder de la camarilla del equipo, que no reconoc¨ªa las concesiones que reclamaba en funci¨®n de su prestigio. Despu¨¦s, cuando volvieron a salir campeones, Chilavert dijo p¨²blicamente que Bielsa era el mejor.
Grita, camina, ordena, cambia, pone, quita. En los entrenamientos y durante los partidos es otro tipo. Cuando todo acaba se presenta a las ruedas de prensa, pone la mirada en un punto lejano, sin mirar a qui¨¦n pregunta, y responde serenamente, tratando de elaborar el concepto de lo que dice, comprometi¨¦ndose con la respuesta. Desde que es entrenador de Argentina no concede entrevistas personales ni contesta al paso en los aeropuertos, no responde a opiniones ajenas ni entra en pol¨¦micas o debates provocados por la prensa. Tom¨® la decisi¨®n de s¨®lo responder en conferencia de prensa para no establecer diferencias entre los medios d¨¦biles y poderosos. Cuando no entrena ni disputa partidos, no se sabe d¨®nde est¨¢. Dicen que se encierra a montar los v¨ªdeos que prepara para se?alar luego a cada jugador los errores cometidos. Sin conceder nada, se ha ganado el cari?o de todos. Los aficionados ya le incluyen en los improvisados versos que canta la tribuna: 'Que de la mano, del loco Bielsa, todos la vuelta, vamos a dar...'. Y cuando se llega all¨ª, se llega a ese rinc¨®n de la gente donde se escriben las leyendas y el cari?o es para siempre.
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