A la caza del granjero blanco
Vuelve la violencia contra los blancos de Zimbabue. El vicepresidente asegura que 'no son humanos'
La semana pasada, 21 hombres blancos, la mayor¨ªa con pantalones cortos y sin zapatos, posaron encadenados ante la c¨¢mara de la televisi¨®n gubernamental de Zimbabue. Hab¨ªan sido detenidos por 'asaltar' a los veteranos de guerra que han ocupado sus propiedades. Aunque ayer fueron puestos en libertad por el Tribunal Supremo de Zimbabue, su detenci¨®n es un paso m¨¢s en la guerra desatada por los veteranos, aliados del presidente Robert Mugabe, en el marco de su pol¨¦mica reforma agraria.
El polic¨ªa que les entreg¨® mantas y comida durante su detenci¨®n ha sido amonestado. El vicepresidente Joseph Msika declar¨® tajante que 'los blancos no son seres humanos'. 'Si estuvi¨¦semos en Europa, esto se llamar¨ªa limpieza ¨¦tnica', dijo Vernon Nicolle, un granjero que ha sido v¨ªctima de varios de esos ataques.
Los 21 detenidos estaban acusados de incitar a la violencia p¨²blica tras enfrentarse el pasado 6 de agosto con veteranos progubernamentales que antes hab¨ªan ocupado sus propiedades en Chinhoyi. Desde hace dos semanas, la nueva ola de ataques se ha centrado en esta provincia situada en el norte de Zimbabue. Permanec¨ªan presos a pesar de que la falta por la que estaban acusados, asalto, tiene como pena una multa de s¨®lo 10 d¨®lares (menos de 2.000 pesetas). Una de las condiciones impuestas por el Supremo para dejarles ayer en libertad, bajo fianza de 325.000 pesetas, es que no regresen a Chinhoyi, excepto uno de ellos que tiene que seguir all¨ª tratamiento m¨¦dico.
El gobernador de la regi¨®n declar¨® hace d¨ªas que las granjas de los 21 hombres blancos han sido expropiadas. 'Eso lo deben saber en sus celdas: a partir de ahora no poseen nada', dijo. El Gobierno no esconde que est¨¢ descontento con la velocidad de la redistribuci¨®n de la tierra y que no escatimar¨¢ esfuerzos en acelerar el proceso. La ¨²ltima idea es llamar al Ej¨¦rcito para ayudar en esta tarea sobre el terreno, seg¨²n inform¨® el ministro de Tierras, Joseph Made, en una entrevista otorgada al oficialista diario zimbabuense The Herald. De acuerdo con algunos analistas, ¨¦se podr¨ªa ser un paso previo a declarar el estado de emergencia, lo que impedir¨ªa de hecho toda expresi¨®n de oposici¨®n.
Datos publicados por el Gobierno antes de que empezaran las expropiaciones indican que 4.400 blancos eran due?os del 32% de la tierra cultivable del pa¨ªs -cerca de diez millones de hect¨¢reas-, mientras que un mill¨®n de familias negras sobreviv¨ªan en otro 38%, unos 16 millones de hect¨¢reas, generalmente en sectores semi¨¢ridos.
El programa de asentamiento rural creado por el Gobierno entrega a cada campesino seis hect¨¢reas. Pero, sin ayuda de expertos y cr¨¦ditos, la gente que ocupa dichos predios no tiene ninguna oportunidad de generar ingresos para s¨ª mismos y menos para el pa¨ªs. La principal fuente de ingreso de Zimbabue es la exportaci¨®n de tabaco.
Para marzo de este a?o s¨®lo 1.500 granjas quedaban en manos de blancos. La semana pasada 30 granjas fueron atacadas y m¨¢s de 300 familias huyeron en busca de seguridad. De las 90 familias blancas que habitaban en Chinhoyi, esta semana s¨®lo quedaban 34 hombres. Todas las mujeres, ni?os y ancianos se han trasladado a Harare, la capital, o a Sur¨¢frica.
'Llamamos a la polic¨ªa, pero ellos no quisieron ayudarnos', dijo un granjero que no quiso dar su nombre. 'La polic¨ªa vino aqu¨ª el jueves y simplemente observ¨® los destrozos', dijo. Alrededor de la casa est¨¢n repartidos trozos de sus pertenencias, una m¨¢quina lavadora, un sill¨®n. El interior del ba?o est¨¢ destruido.
La polic¨ªa en Zimbabue juega un rol dudoso a la hora de hacer respetar la ley. Cuatro periodistas del ¨²nico medio independiente de Zimbabue, The Daily News, fueron arrestados el mi¨¦rcoles por publicar que algunos de los ataques perpetrados en las granjas en Chinhoyi fueron realizados con coches de la polic¨ªa. A pesar de haber sido puestos en libertad, porque la ley bajo la que se les arrest¨® no estaba vigente, ahora enfrentan nuevos cargos.
Mugabe aclar¨® que no se pondr¨¢ fin a corto plazo a la ola de violencia. 'Seguiremos firmes con nuestra reforma agraria, sin importar si nos imponen o no sanciones', dijo. EE UU podr¨ªa congelar la ayuda a ese pa¨ªs. Entre los que ya lo han hecho est¨¢n Dinamarca y Alemania. Los ataques de Mugabe contra los blancos tienen tambi¨¦n una meta pol¨ªtica. El pr¨®ximo a?o habr¨¢ elecciones presidenciales y los veteranos de guerra son tambi¨¦n un arma que controla a la oposici¨®n en medio de la poblaci¨®n civil.
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