Mar¨ªa Gim¨¦nez mezcla varios estilos de danza en su nuevo montaje
La bailarina presenta 'En blanco y negro', con bailes cl¨¢sicos, flamencos y afrocubanos
Mar¨ªa Gim¨¦nez y su compa?¨ªa han estrenado, dentro del festival de verano en el Teatro Romano de Sagunto, una nueva versi¨®n de En blanco y negro, un espect¨¢culo que tiene como tesis la mezcla de estilos. La plantilla se compone de cuatro bailarines cubanos especializados en danza folcl¨®rica afrocubana, cuatro artistas de baile flamenco (tres espa?oles y un italiano), un bailar¨ªn principal cl¨¢sico, Javier Toca, que hace las veces de partenaire de Mar¨ªa Gim¨¦nez y que alterna las t¨¦cnicas cl¨¢sica y moderna. La nueva m¨²sica, creaci¨®n de Yamel Romero y Carlos Rodr¨ªguez, tambi¨¦n se articula en secuencias cortas de base electroac¨²stica respaldada por orquesta convencional y fragmentos de percusi¨®n procedentes de los ritos negros yorubas.
El resultado de todo ello, en lo coreogr¨¢fico, ha salido de la mano de la propia Gim¨¦nez y de Jos¨¦ Antonio Ruiz, director art¨ªstico de la Compa?¨ªa Andaluza de Danza, con una serie de bailes encadenados por el instinto de fundir tiempos distintos, t¨¦cnicas diversas y acentos aparentemente ajenos y hasta contradictorios.
Esa frase populista que dice que la danza es una sola a pesar de todas sus formas, puede tener algo de raz¨®n una vez visto el esfuerzo de este conjunto, donde, sin una pretensi¨®n argumental de peso y con el tono de un musical, se logran algunos momentos de entonada danza mientras la bailarina cl¨¢sica hace sus giros m¨²ltiples virtuosos y los cubanos mueven el torso como serpientes en celo. El gui¨®n de Marcel Bosch preconiza esos encuentros con nombres como Luna y Lluvia para la bailarina, Sol y Tierra para el bailar¨ªn. Los elementos se funden tambi¨¦n con los cuerpos, lo que no deja lugar a equ¨ªvocos.
En blanco y negro experimenta sobre un tema importante en un momento delicado. Aboga por liberar, al bailar¨ªn primero y al espectador despu¨¦s, de todo prejuicio purista. Si en un momento se arma un corro t¨ªpico de los fines de fiesta de los tablaos flamencos, al ritmo de los tacones de los bailaores, son los cubanos los que elevan el list¨®n, acelerando sus evoluciones; luego Mar¨ªa Gim¨¦nez sobre sus puntas taconea, un contrasentido que levanta al p¨²blico y acerca dos estilos, ballet acad¨¦mico y danza espa?ola de tradici¨®n.
Es todo un descubrimiento el bailar¨ªn cubano radicado en Madrid Javier Toca, que procede originalmente de las filas del Ballet Nacional de Cuba. A su f¨ªsico espectacular a?ade una manera sentimental de interpretar, como un compa?ero siempre atento a su pareja. Su salto poderoso y sus giros levantan entusiasmo. Mar¨ªa Gim¨¦nez tambi¨¦n demuestra una vez m¨¢s su t¨¦cnica a prueba de fuego, su encanto de fina sensualidad y sobre todo un sentido musical capaz de convencer haga lo que haga.
El vestuario del modista valenciano Francis Montesinos se atiene al t¨ªtulo de la obra, y est¨¢ totalmente realizado en esos dos colores, el blanco y el negro. Para la primera escena ha creado un enorme tapiz t¨ªpico de su estilo de artesan¨ªa neobarroca del que emerge Toca como un dios caribe?o de las aguas. El uso en estos trajes de materiales actuales muy brillantes, las transparencias y los calados le dan un empaque urbano a la vez que lujoso.
Sagunto ha sido el punto de partida de una gira que le llevar¨¢ el d¨ªa 25 de este mes a C¨®rdoba, el 1 de septiembre al Festival de Mallorca, a partir del 28 de septiembre en el Teatro de Madrid y despu¨¦s a varias ciudades de Italia.
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