"Vine a Espa?a por la libertad de su f¨²tbol"
Zinedine Zidane es el gran atractivo de la Liga que empieza. Pese a los desajustes del verano, el mejor futbolista del mundo pide paciencia
Sentado en un sill¨®n casi en posici¨®n b¨²dica, Zinedine Zidane (Marsella, 23 de junio de 1972) economiza energ¨ªa hasta para abrir los ojos. Lo hace lentamente y descubre dos c¨ªrculos oscuros alrededor de los discos dorados del iris. Mantiene la mirada, directa y profunda a los ojos del interlocutor, y apura un gui?o -un modo de saludar y ahorrarse palabras-. Lleva un ch¨¢ndal, permanece inm¨®vil, y repite en italiano que es un hombre "tranquilo". Sus h¨¦roes, el ex jugador del Ol¨ªmpico de Marsella, el uruguayo Enzo Francescoli, y el actor Morgan Freeman, reciben -dice- su admiraci¨®n porque son tipos "tranquilos". Su padre, Smail, que emigr¨® a Francia procedente de la Cabilia, le ense?o con pocas palabras aquello que el propio Zidane explic¨® como "el camino de Dios". Musulm¨¢n por herencia familiar, sin embargo afirma que no es muy religioso y que cree en las "cosas simples".
Zidane es un esp¨ªritu rebelde por despreocupado, que una vez, durante un encuentro amistoso, recibi¨® una multa de Lippi, ex t¨¦cnico del Juventus, por no obedecer a la orden de jugar "s¨®lo media hora". Aduciendo que se "encontraba bien", permaneci¨® en el campo todo el partido.
Zidane sue?a con un para¨ªso familiar y pac¨ªfico pero en estos d¨ªas lo persiguen los estr¨¦pitos. Desde que el Madrid le fich¨® del Juventus, este s¨ªmbolo de la Francia mestiza se ha convertido en el jugador m¨¢s caro de la historia del f¨²tbol: 13.000 millones de pesetas. Un precio inflado, quiz¨¢ porque los jugadores de su puesto, el del media punta, el cl¨¢sico 10, est¨¢n en peligro de extinci¨®n. Ahora debe dirigir el juego del Madrid y convertirse en figura central de la pr¨®xima Liga. Un campeonato al que llega tentado por Espa?a -el pa¨ªs de los antepasados de su mujer, Veronique- y porque, transcurridos cinco a?os en los rigores t¨¢cticos del f¨²tbol italiano, busca terminar su carrera expres¨¢ndose con mayor libertad en el campo de juego. No domina todav¨ªa el espa?ol y prefiere someterse a la entrevista en franc¨¦s.
"Todo lo hago por mis padres"
"Si hay algo que me ha servido para ser quien soy a lo largo de toda mi carrera es la educaci¨®n que recib¨ª de mis padres. Es la mejor educaci¨®n posible", dice Zidane. Su padre, Smail Zidane, lleg¨® a Francia en 1953 y encontr¨® trabajo en Saint Denis, un barrio industrial de las afueras de Par¨ªs. Originario de la Cabilia argelina, m¨¢s tarde se instal¨® en Marsella. Trabaj¨® como operario en una cadena de supermercados y se cas¨® con Malika, una compatriota con la que tuvo cinco hijos. Al pen¨²ltimo le llamaron Zinedine Yazid.
Si las enciclopedias se?alan a los cabiles como una etnia guerrera, Smail es la excepci¨®n pac¨ªfica. Lo mismo ocurre con su hijo, que a diferencia de la estrella francesa del Manchester, Eric Cantona, nunca se manifest¨® en t¨¦rminos pol¨ªticos rotundos. Dec¨ªa Cantona que "Francia es un pa¨ªs de racistas", mientras que Zidane nunca le dio trascendencia al hecho de ser hijo de la inmigraci¨®n, ni concedi¨® a su ¨¦xito m¨¢s relevancia que la deportiva. En cambio, siempre se consider¨® deudor de la educaci¨®n que recibi¨® en su familia.
"Ellos me ense?aron tres cosas fundamentales", explica; "que para poder estar orgulloso de t¨ª mismo y ser alguien hace falta trabajar; que es preciso actuar con seriedad y que debes respetar a los dem¨¢s para recibir respeto a cambio. Trabajo, seriedad y respeto. & #8216;Si t¨² haces estas tres cosas podr¨¢s ser alguien en la vida& #8217;, me dijeron. Y yo me he esforzado en escuchar a mis padres porque ellos me han prestado atenci¨®n. Y si hoy en d¨ªa soy el que soy es gracias a ellos. La verdad, estoy orgulloso de mis padres: tuvieron cinco hijos y cada uno ha hecho algo digno. Eso es lo que me llena de orgullo, y no todo lo que me acontece. Ganar el Mundial, fichar por el Madrid, es todo muy bonito pero lo importante es el significado que esto tiene para mis padres. Lo hago por ellos. Lo importante es que la familia siga siempre ah¨ª".
Gui?o del destino: Zidane levant¨® la Copa del Mundo de 1998 en el Stade de France, recinto de la final, obra futurista construida en el viejo pol¨ªgono de Saint Denis, en las afueras de Par¨ªs.
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