La CNMV rechaz¨® en 1999 intervenir Gescartera, pese a pedirlo la inspecci¨®n

La Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) consider¨® seriamente en 1999 la posibilidad de intervenir Gescartera, la agencia de valores de la que han desaparecido 18.000 millones de pesetas, a la vista de las irregularidades detectadas aquel a?o, y tras la insistencia del equipo de inspectores, que sosten¨ªa que la gravedad de la situaci¨®n en la sociedad de Antonio Camacho exig¨ªa esta medida. Tras debatir esta posibilidad en un consejo, el organismo regulador decidi¨® no intervenir Gescartera, seg¨²n las fuentes consultadas. En aquel momento, Juan Fern¨¢ndez-Armesto presid¨ªa la CNMV, el vicepresidente era Luis Ramallo, ex diputado del PP, y en el consejo, como vocal, estaba Pilar Valiente.

Inicialmente, el equipo de inspectores encargado de Gescartera aquel a?o estaba encabezado por David Vives, director general de Supervisi¨®n de la CNMV, que en diciembre de 1998 inici¨® un expediente de supervisi¨®n ordinaria. Tres meses despu¨¦s, los inspectores ya ten¨ªan constancia de la gravedad en la que se encontraba Gescartera, donde faltaban miles de millones de pesetas, y de las irregularidades cometidas por sus responsables para tapar el agujero. Por ello, el 30 de marzo de 1999, convocaron a Camacho y a otros responsables de Gescartera a una reuni¨®n en la sede de la CNMV, en Madrid.

A la cita, que comenz¨® a las tres de la tarde, acudieron siete inspectores de la CNMV, encabezados por Vives, por parte del organismo regulador. Por la otra parte fueron el due?o de Gescartera, Antonio Camacho, otros dos responsables de la sociedad (Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz de la Serna y Salvador Alcaraz, que hasta unos meses antes hab¨ªan sido funcionarios de la propia CNMV y aque ahora se sentaban en el bando contrario), el representante del arzobispado de Valladolid como importante cliente de Gescartera, el hombre fuerte de Camacho en Castilla y Le¨®n, Javier Valenzuela, que fue alto cargo del PP en el Gobierno de esta regi¨®n, y un abogado de Camacho.

La reuni¨®n 'fue tens¨ªsima y muy desagradable', seg¨²n el relato que ha hecho a este peri¨®dico el propio Valenzuela. Vives, que hab¨ªa convocado la cita bajo la amenaza de intervenir Gescartera y de denunciar el caso ante la Audiencia Nacional, sospechaba que las cuentas de Gescartera estaban ama?adas, y que los extractos bancarios que le hab¨ªan entregado (y que coincid¨ªan con los que pose¨ªan los clientes) eran falsos, seg¨²n las fuentes consultadas. Es decir, que Gescartera presentaba ya un importante agujero, imposible de determinar por aquel entonces sin intervenir la sociedad.

En un momento determinado de la reuni¨®n, el director general de Supervisi¨®n de la CNMV pregunt¨® a Valenzuela a bocajarro:

-?Usted confeccionaba los extractos que entregaba personalmente a sus clientes?

Valenzuela contest¨®: 'Por supuesto que no; llegaban confeccionados de Madrid'. Ante esta revelaci¨®n, seg¨²n el relato de Valenzuela, Antonio Camacho trat¨® de justificarse afirmando que 'se trataba de simulaciones', a lo que Valenzuela repuso, 'secamente', siempre seg¨²n su relato: 'Nosotros no simulamos nada; los extractos vienen de Madrid'.

Tras finalizar la reuni¨®n, Valenzuela esper¨® a ver 'si la sociedad era intervenida o no', y se sorprendi¨® de 'que no pasase nada, de que no se publicase nada, y de que en Madrid no pasaba nada'.

Lo que sucedi¨®, seg¨²n las fuentes consultadas, es que la propuesta de Vives no prosper¨®. El consejo de la CNMV lleg¨® a debatir la posibilidad de la intervenci¨®n, pero decidi¨® no dar luz verde a la propuesta. Entre la reuni¨®n de marzo y noviembre de 1999, el caso pas¨® a Antonio Botella, entonces jefe de la Unidad de Vigilancia de Mercados. En noviembre de 1999, Antonio Camacho entreg¨® a la CNMV documentos bancarios de La Caixa, que luego se han revelado falsos, con los que justific¨® un agujero de 4.000 millones de pesetas. Aceptados como v¨¢lidos estos documentos, el expediente sigui¨® su curso hasta que, en julio de 2000, culmin¨® con una sanci¨®n de 10 millones de pesetas por resistencia a la inspecci¨®n. Camacho fue multado con dos millones de pesetas; Ruiz de la Serna con uno, y Gescartera, como sociedad, con siete.

Ese mismo consejo de la CNMV, que decidi¨® no dar a conocer p¨²blicamente la sanci¨®n impuesta a Gescartera, dio el visto bueno a la elevaci¨®n de la sociedad de Camacho al rango de agencia de valores, lo que le permite un margen de maniobra m¨¢s amplio en los mercados financieros. Poco despu¨¦s, el 1 de septiembre de 2000, el vicepresidente Rodrigo Rato firm¨® la orden ministerial que autorizaba la conversi¨®n de Gescartera en agencia de valores.

Baile de cargos

David Vives, que como director general de Supervisi¨®n hab¨ªa defendido la necesidad de que se interviniese Gescartera, abandon¨® la CNMV y volvi¨® al Banco Popular, del que hab¨ªa salido tres a?os antes para trabajar en el organismo supervisor. Poco despu¨¦s, mediante una jubilaci¨®n anticipada, dej¨® el banco.

Antonio Botella, que tom¨® las riendas del caso Gescartera, sigue en la CNMV. En noviembre de 2000 fue ascendido a director general de Supervisi¨®n (el puesto que hab¨ªa desempe?ado Vives) por Pilar Valiente, reci¨¦n nombrada presidenta de la CNMV por el Gobierno.

Ambas decisiones (no intervenir Gescartera y no dar a conocer las sanciones a la sociedad y a sus responsables) fueron tomadas por un consejo de la CNMV dividido. De forma sistem¨¢tica, Pilar Valiente, como consejera, con el apoyo del vicepresidente, Luis Ramallo, y de otro consejero, Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n, se opon¨ªan a publicar las sanciones impuestas. El presidente, Juan Fern¨¢ndez-Armesto, y el subgobernador del Banco de Espa?a, entonces Miguel Mart¨ªn, eran partidarios de darlas a conocer. La misma divisi¨®n se produjo con la posibilidad de intervenir Gescartera, seg¨²n las fuentes consultadas.

Adem¨¢s de estas divisiones, la CNMV tambi¨¦n vivi¨® entonces momentos tensos por el caso Villalonga, que termin¨® con la salida de Fern¨¢ndez-Armesto de la presidencia, y el nombramiento de Pilar Valiente. Durante todo aquel tiempo, el secretario del consejo de la CNMV fue Antonio Alonso Ureba, hasta principios de este a?o, cuando pas¨® a consejero secretario de Telef¨®nica.