Genov¨¦s lamenta la insolidaridad de los artistas

Qui¨¦n le iba a decir a Juan Genov¨¦s (Valencia, 1930) que iba a echar de menos los tiempos de la resistencia antifranquista. Pero as¨ª es. El pintor record¨® ayer con a?oranza la fraternizaci¨®n que un¨ªa entonces a los artistas; la solidaridad que movi¨® a 80 pintores a encerrarse en el Prado cuando ¨¦l mismo fue encarcelado ocho d¨ªas por culpa de su cuadro m¨¢s famoso, El abrazo, consagrado 25 a?os despu¨¦s como emblema de la transici¨®n.

El artista lamenta, primero, que la historia no haya recogido 'el importante papel que tuvieron los artistas en la lucha contra la dictadura'; y luego, que 'los pintores sean ahora los que menos pintan en la sociedad'. Genov¨¦s encontr¨® tiempo para arremeter contra todo lo que no le gusta durante su visita a los cursos de verano de la Universidad Complutense, invitado a participar en el seminario Arte y pol¨ªtica en Espa?a (1939-2001).

Empez¨® por quejarse, con amabilidad y simpat¨ªa, de que ahora la mayor¨ªa de la gente cree que conoce la obra de una artista sin haber visto nunca un cuadro suyo en vivo: 'Las reproducciones son caricaturas, y suele ocurrir que su calidad es inversamente proporcional a la del original. No he visto nunca una buena imagen de Las meninas o del Guernica'.

Tambi¨¦n deplor¨® Genov¨¦s, quien asegura 'no haber conocido hasta ahora a ning¨²n pintor de derechas', que los artistas de hoy no sean, en general, partidarios del trabajo colectivo, y contribuyan as¨ª a mantener el t¨®pico 'del artista recluido en su cueva para pintar'. Continu¨® por quejarse de que la gente acuda a las inauguraciones de las exposiciones 'a hablar de sus cosas, de espaldas a los cuadros'. Prosigui¨® meti¨¦ndose con los cr¨ªticos, que 'en vez de ense?ar a la gente c¨®mo se mira un cuadro se dedican a manejar a los pintores'.

Adem¨¢s denunci¨® que el arte est¨¢ 'cada vez m¨¢s controlado por gente que nunca ha pintado', y puso de ejemplo que 'apenas hay pintores en los jurados de los concursos o en las direcciones de los museos'. Pero sobre todo protest¨® por el divorcio entre pol¨ªtica y cultura. 'No s¨¦ si los profesionales de la pol¨ªtica menosprecian la cultura porque la desconocen, o si ser¨¢ que la conocen demasiado y la temen, el caso es que son maestros en frustrar todas nuestras ilusiones y utop¨ªas', afirm¨®.