Bajo presupuesto, alta intensidad
Un equipo ¨ªntegramente andaluz rueda 'Mar¨ªa La Portuguesa', una pel¨ªcula sobre los malos tratos
Los frutos del mar expuestos a los compradores en la lonja, los pescadores atareados entre cajas, discutiendo a gritos, agua salada sobre el suelo de cemento. Calor. De pronto, una c¨¢mara. 'Silencio, silencio, venga, todos a trabajar. ?Rodando!'
El puerto de El Terr¨®n, a pocos kil¨®metros de Lepe (Huelva), es uno de los lugares elegidos, junto con Sevilla, para el rodaje de Mar¨ªa La Portuguesa, coproducci¨®n andaluza para la televisi¨®n que se estrenar¨¢ a principios de 2002 en Canal Sur y aborda el espinoso tema de los maltratos a la mujer en la pareja. En el diminuto enclave, un grupo de 40 profesionales andaluces del cine ha reconstruido el ambiente de una lonja. Cada cierto tiempo alguien se ocupa de mojar a manguerazos el reseco suelo de cemento hasta hacerlo cre¨ªble. Desde muy temprano todo el equipo est¨¢ ya en pleno funcionamiento. La secci¨®n de maquillaje retoca las caras de los protagonistas y los espejos con bombillas crean la imagen cl¨¢sica del encanto cinematogr¨¢fico. Pero el glamour termina ah¨ª y es casi ir¨®nico. Aqu¨ª el encanto de verdad hay que buscarlo en el trabajo y la seriedad de un equipo de gente muy joven entregado a una tarea ardua: sacar adelante una pel¨ªcula de bajo presupuesto (80 millones de pesetas), que ha de rodarse en s¨®lo cuatro semanas y que para muchos es una oportunidad inesperada.
Para D¨¢cil P¨¦rez de Guzm¨¢n, la profesional sevillana que dirige la pel¨ªcula, por ejemplo. Es la primera vez que se encarga de un largometraje de ficci¨®n, despu¨¦s de una vasta experiencia como ayudante de direcci¨®n y realizadora de documentales que la llev¨® incluso a fundar su propia productora, SAKAI ('ojos' en cal¨®). Sin embargo, a esta declarada admiradora de la Nouvelle Vague francesa se la ve tranquila. 'He tenido suerte, es un proyecto con cuya idea me puedo identificar', comenta, aunque reconoce las grandes diferencias entre g¨¦neros. 'Haciendo documental eres m¨¢s libre, eres una cantautora; en un largo, en cambio eres la directora de orquesta. Y s¨ª, hay que saber mimar a los actores y tener mano izquierda. Pero tiene su encanto'.
Entre esos actores a los que hay que saber mimar destacan los protagonistas, ?lex O? Dogherty, un talento emergente confirmado tras trabajar en pel¨ªculas como El factor Pilgrim, y Mariola Ruiz, hasta ahora desconocida en el cine. Ambos coinciden en que la preparaci¨®n del papel ha sido laboriosa. 'Es cierto que me ha exigido m¨¢s concentraci¨®n de la normal', comenta O? Dogherty, 'Es lo m¨¢s dram¨¢tico que he hecho. Al principio ve¨ªa al pensonaje como un cabr¨®n y no era capaz de meterme en ¨¦l. Tuve que estudiar, leer, aprender m¨¢s sobre la psicolog¨ªa del maltratador t¨ªpico'. Mariola remarca la importancia de dibujar el personaje con precisi¨®n. 'Hay que tratarlo con seriedad. En este tema se vende mucho morbo y el maltrato a las mujeres sigue siendo el ¨²nico delito privado', comenta en un momento de calma. Y enseguida, vuelta al tajo: 'Silencio, silencio, ?todo el mundo, a trabajar!, ?rodando!'.
'La industria del cine andaluz est¨¢ empezando a¨²n, creciendo, pero la base profesional existe y es muy buena, gente muy preparada', dice ?lex mientras se reincorpora tambi¨¦n. 'Trabajar con pocos medios es duro, pero se supera porque la gente se implica mucho. Somos como una familia'. Y si no que se lo digan a Orson Welles, que no era andaluz pero grab¨® su genial Macbeth en una semana y con decorados de saldo. Los sue?os, aunque sean a peque?a escala, hay que vivirlos con intensidad.
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