Artesanos con 'pedigr¨ª'

Veinti¨²n a?os de celebraci¨®n han convertido a la Mostra de Artesan¨ªa de Altea (Marina Baixa) en la m¨¢s reconocida de cuantas se celebran en la Comunidad en fechas estivales. Pero no s¨®lo la solera de la Feria la convierte en el primer exponente de este tipo de eventos. Para exponer sus productos en ella, el artesano ha de superar la criba de un exigente proceso de selecci¨®n en el que s¨®lo los mejores resultan elegidos.

Una Comisi¨®n formada por representantes culturales del Ayuntamiento, pol¨ªticos, invitados relacionados con el mundo del arte y miembros de la organizaci¨®n, establece qui¨¦nes son los que tendr¨¢n la opci¨®n de formar parte del evento. Instalada en la plaza de la Iglesia del municipio hasta el pr¨®ximo 9 de septiembre, la veintena larga de artesanos expositores en la Mostra no se limitan s¨®lo a ense?ar sus productos, sino que ejercitan ante los visitantes su habilidad para trabajar los diversos materiales de su especialidad, que han dado a la Mostra un indiscutible marchamo de calidad. La Mostra ofrece adem¨¢s una impresionante variedad en los materiales trabajados por los artesanos. As¨ª, se pueden encontrar productos de materiales tan diferentes como el cuero, cer¨¢mica, metal, plata, madera, ca?a, cristal, papel o cart¨®n piedra.

Organizada por Unart, una entidad que agrupa a los artesanos de Altea, con el apoyo del Ayuntamiento y la Consejer¨ªa de Industria y Comercio, el evento obliga a los participantes a demostrar su categor¨ªa a trav¨¦s de una pieza ¨²nica, que es votada por los visitantes que se acercan al casco antiguo alteano para ver la Mostra.

Con la recopilaci¨®n de todas las piezas ¨²nicas premiadas a lo largo de la historia de la Mostra se confeccionar¨¢ otra exposici¨®n. 'Como tenemos una larga trayectoria, hay un mont¨®n de piezas fabulosas' se?ala Jos¨¦ Mataix, presidente de Unart. Mataix establece la diferencia entre esta Mostra y otras 'en un criterio de selecci¨®n muy riguroso en el que prima la originalidad de las piezas, la calidas y la cantidad de oficio que llevan'. En la organizaci¨®n tampoco se olvidan de 'que los participantes est¨¦n al d¨ªa de todas sus exigencias fiscales' y de mantener un control homog¨¦neo de la est¨¦tica de los puestos instalados en la plaza de la Iglesia.

Ning¨²n interesado debe acudir en busca de una ganga o de un art¨ªculo 'a buen precio' porque la calidad se paga. 'La homogeneizaci¨®n no est¨¢ s¨®lo en la est¨¦tica, sino tambi¨¦n en los precios. La gente que viene a este mercado sabe lo que se va a encontrar. El p¨²blico que quiere calidad, hace su selecci¨®n y termina viniendo aqu¨ª'.

Uno de los aspectos m¨¢s llamativos para el visitante son, sin duda, las demostraciones de los propios artesanos que, sin embargo, se ven limitadas debido al lugar en el que est¨¢ ubicada la Mostra. Se trata de peque?as demostraciones 'que sorprenden a la gente porque en el mundo tan industrializado en el que vivimos, muchos no tienen ni idea de c¨®mo se hacen las cosas'. No hay un perfil determinado del p¨²blico que acude a la Mostra. Seg¨²n Mataix, 'suele venir gente de clase media que se acerca a Altea a cenar y a visitar la belleza del casco antiguo y sus miradores, algo que cuesta encontrar en otros lugares', dice Mataix.