Marijaia no pierde la cabeza

M¨¢s gente que nunca. ?sta es la primera valoraci¨®n sobre la Aste Nagusia en la que coinciden pol¨ªticos, comparsas, hosteleros y hasta los voluntarios que han informado sobre las fiestas a pie de calle, situados en puestos estrat¨¦gicos con llamativas camisetas amarillas. Pese al aluvi¨®n de personas, los incidentes que otros a?os ensombrecieron las fiestas hoy parecen ser ya historia. Y tambi¨¦n, pese al aluvi¨®n, Marijaia no ha perdido la cabeza en los nueve d¨ªas de la Aste Nagusia que, como es de Bilbao, rebasa la semana. En 2000, fue otro cantar. A la reina de las fiestas tuvieron que rehacerle la cabeza en dos ocasiones y, seg¨²n quienes siguen muy de cerca a la rubia, por acci¨®n de los v¨¢ndalos.

Este a?o, en cambio, Marijaia no ha sufrido ning¨²n desperfecto intencionado; s¨®lo se desmadej¨® un poco el primer d¨ªa, cuando la trasladaban al Teatro Arriaga. Tuvieron que enderezar su largo cuerpo. Por lo dem¨¢s, ha sobrevivido intacta a su reinado, un hecho que demuestra que cada a?o las fiestas de la capital vizca¨ªna son m¨¢s civilizadas.

La Aste Nagusia ha vuelto a superar su propio r¨¦cord de p¨²blico y participaci¨®n. Por primera vez desde que comenzaron las fiestas, en 1978, Marijaia desembarc¨® en el Arriaga y no en la plaza Nueva.

El Ayuntamiento de Bilbao ya intent¨® el a?o pasado cambiar el escenario de la apertura, pero, ante la negativa de la coordinadora de comparsas, desisti¨®. Este a?o, haciendo caso omiso a los comparseros, el ¨¢rea de Cultura del consistorio impuso su opci¨®n. Unas 25.000 personas, la mayor cifra de la historia del festejo, acudi¨® a la plaza del Arriaga a inaugurar la Aste Nagusia, que este a?o ha concedido el primer premio, en los respectivos concursos gastron¨®micos de El Arenal, al marmitako de Agust¨ªn, de la comparsa Moskotarrak; al bacalao al pil pil de Mintxu, de la pe?a Beti Ona; al guisado de conejo de Patxi Lazkano y a la tortilla de bacalao de Nekane, de Gogorregi.

El desfile El vuelo de la ballena ha sido el acto que m¨¢s p¨²blico ha congregado: unos 60.000 espectadores. Pero hay m¨¢s cifras. Unas 5.500 personas acudieron al concierto de Luis Eduardo Aute en La P¨¦rgola y unas 9.000 han seguido diariamente los conciertos de la plaza del Gas, excepto el d¨ªa de Manu Chao, cuyo concierto siguieron casi 10.000 personas en el Gas y otras 5.000 desde la pantalla instalada frente al Ayuntamiento. Mientras el autor de Clandestino se entregaba a su p¨²blico, Pedro Guerra atra¨ªa a unos 6.000 espectadores en La P¨¦rgola y otros 1.500 disfrutaban del jazz en la plaza Nueva. Llenazos han registrado tambi¨¦n los conciertos de m¨²sica cl¨¢sica en la iglesia de La Encarnaci¨®n, donde hay 900 asientos.

Detr¨¢s del programa festivo, se esconde el trabajo de los diez animadores socioculturales que durante la Semana Grande han trabajado d¨ªa y noche para que todo saliera como es debido. Desde una oficina situada en el Hotel Arenal, estos diez trabajadores del ¨¢rea municipal de Cultura han llevado la intendencia de las fiestas, cuidando hasta el ¨²ltimo detalle: desde conseguir cachaza para el camerino de Manu Chao hasta una habitaci¨®n para que Estrella Morente se recuperara del desmayo que sufri¨® tras abandonar el escenario de la plaza Nueva el pasado jueves.

De cifras tambi¨¦n pueden hablar los basureros, que en estos nueve d¨ªas han recogido m¨¢s de 600 toneladas de residuos s¨®lidos y han regado el recinto festivo con cerca de 4.500 metros c¨²bicos de agua y casi 325.000 litros de desinfectante.