Crece la presi¨®n sobre el Gobierno de Rabat para que act¨²e contra el tr¨¢fico de personas
Empresarios y periodistas marroqu¨ªes denuncian la connivencia de las autoridades con las mafias
Hasta ahora parec¨ªa un problema que s¨®lo afectaba a Europa. Sin embargo, la estamp¨ªa de emigrantes clandestinos es tan alta que las voces cr¨ªticas dentro del pa¨ªs comienzan a sonar. Con sus nombres y apellidos, en este art¨ªculo, personajes de la vida econ¨®mica y period¨ªstica marroqu¨ª demandan al Gobierno que act¨²e. Y que lo haga ya. La empresaria tangerina Zakia Sekkat, miembro de la direcci¨®n ejecutiva de la patronal marroqu¨ª, sostiene que no basta con condenar al traficante de personas, sino que hay que reformar las leyes y privar de libertad al que pretende salir sin papeles.
'No entiendo por qu¨¦ nuestro Gobierno rechaza la ayuda espa?ola para vigilar nuestras costas'
'Si se sorprende a un emigrante clandestino en una zodiac, la jurisprudencia marroqu¨ª considera que ¨¦l ejerce su libre derecho a la circulaci¨®n. As¨ª es imposible luchar contra esta plaga', sentencia la empresaria Zakia Sekkat.
'El polic¨ªa sabe que si arresta a un jarraga lo soltar¨¢n media hora despu¨¦s. Yo no s¨¦ si el polic¨ªa saca provecho de esta situaci¨®n. Nunca he visto a uno cobrar. Pero es razonable que el agente se diga: 'Si tanta gente saca beneficios, ?por qu¨¦ yo no?' No es comprensible, en cambio, que el Gobierno no haya hecho algo para frenar esto'.
Zakia Sekkat opina que lo que m¨¢s da?a la estructura econ¨®mica de su pa¨ªs son las emigraciones de los ni?os de 10 o 12 a?os, futura mano de obra cualificada que se marcha al mercado de trabajo europeo y queda desarraigada.
Abdel Ilah Abbad, director del semanario tangerino Le Journal de T¨¢nger, ha denunciado en varias ocasiones en su medio lo que ¨¦l llama la 'tolerancia c¨®mplice de las autoridades'. 'Aqu¨ª, cuando se cierra los ojos para no ver algo, nunca se hace gratis. Lo mismo que ocurre con las pateras sucede con las casas que se levantan de la noche a la ma?ana sin pagar impuestos, sin agua corriente ni electricidad. Alguien saca siempre beneficio', sostiene Abbad.
El beneficio de la inmigraci¨®n clandestina puede ir mucho m¨¢s lejos de lo que cobran los funcionarios corruptos. Cuando el emigrante clandestino vuelve a su pa¨ªs, lo hace cargado de divisas y proyectos. La Fundaci¨®n Hassan II, dedicada al estudio de los marroqu¨ªes residentes en el extranjero, asegura que el 70% de estos invierten en Marruecos, mientras que el 23% lo hace en su pa¨ªs de acogida.
Sin embargo, esas supuestas razones econ¨®micas no convencen a quienes a diario ven en la tele morir a los sin papeles. Abbad asegura que hace poco le dijo al Wali [representante directo del Rey] de la regi¨®n: 'Todos los de Marruecos provienen de que no se cumple la ley. ?Por qu¨¦ no se hace cumplir la ley de una vez?'.
'El Wali me insinu¨® que no era posible hacer las cosas de golpe porque el pueblo se echar¨ªa encima. Pero encontr¨¦ otra respuesta en el discurso del rey del 21 de agosto. All¨ª dijo que hay que hacer cumplir rigurosamente la ley. El hecho de que el rey haya venido en dos a?os siete veces al norte de Marruecos, cuando su padre no vino ni una vez, es un mensaje de buenas intenciones para el norte de Marruecos y para Europa'.
Sin embargo, el propio Abbad reconoce que su Gobierno deber¨ªa reproducir en los canales de televisi¨®n marroqu¨ªes las im¨¢genes de jarragas ahogados que se ven en los canales espa?oles cuando tratan de cruzar el Estrecho. 'La respuesta del Gobierno marroqu¨ª al espa?ol diciendo que hace lo que puede para combatir la emigraci¨®n no refleja la opini¨®n de la gente. El pueblo cree que se podr¨ªa hacer m¨¢s para evitar el ¨¦xodo. No entiendo por qu¨¦ el Gobierno no acepta la ayuda de Espa?a para vigilar nuestras costas'.
'El Gobierno marroqu¨ª sabe desde hace 12 a?os que hay pateras', se?ala el periodista Jamal Amiard, director del semanario tangerino Les Nouvelles du Nord. 'Deber¨ªa haber hecho algo mucho antes. Para m¨ª, el principal indicador econ¨®mico de Marruecos es la gente que se va en patera. M¨¢s que el PIB, la inflaci¨®n, la tasa de paro... Cada mes de julio salen al mercado 250.000 nuevos licenciados que piden trabajo. Y no se ha hecho nunca nada para ofrecerles trabajo. ?Sabe por qu¨¦? Porque este pa¨ªs ha estado 30 a?os en manos de ladrones. Aqu¨ª, el 60% de la poblaci¨®n es menor de 25 a?os. Necesitan trabajar. Es un gran problema. Sin embargo, creo que hay que dar tiempo al rey. Si se propusiera seriamente erradicar las pateras se le echar¨ªa el pueblo encima. Y aunque quisiera, no podr¨ªa. Hay demasiada corrupci¨®n. ?Qu¨¦ podr¨ªa hacer? ?Entrar en una subasta? ?Te imaginas? Los traficantes de jarragas [emigrantes clandestinos] ofreci¨¦ndoles a los militares en una noche m¨¢s de lo que ganan en un mes. ?El rey va a poder ofrecerles m¨¢s?'.
Amiard cree que gran parte de lo que Mohamed VI tiene que hacer ha de hacerlo en los pr¨®ximos 18 meses, antes de las elecciones de noviembre de 2002. 'Deben ser las primeras elecciones transparentes. Lo que viene es apasionante y muy complicado. Hay que tener en cuenta que aqu¨ª hay m¨¢s pobreza que en la Espa?a de la transici¨®n. Y mucha m¨¢s religi¨®n. Pero en el fondo, somos muchos los que tenemos esperanza, y queremos construir un nuevo pa¨ªs'.
Jugando a emigrar
Mohamed Serifi, coordinador del programa contra la pobreza de la Unicef en el norte de Marruecos, estaba desgranando frente a un caf¨¦ las posibles causas del ¨¦xodo hacia Europa cuando, de repente, se?al¨® con el dedo, hacia un autob¨²s: 'Mira, mira, ah¨ª debajo, ?los ves?, ?los ves? Seguro que esos ni?os est¨¢n buscando un agujero para meterse y emigrar'. Uno ten¨ªa 10 y otro 12 a?os. Vest¨ªan en ba?ador sin camisas. 'Queremos irnos a Espa?a. Yo soy del Barcelona, pero tengo un amigo en Madrid y prefiero irme all¨ª con ¨¦l. Despu¨¦s, cuando tenga los papeles, me vengo y me llevo a mi madre'. La antrop¨®loga sevillana Mercedes Jim¨¦nez lleva nueve meses en T¨¢nger investigando la cuesti¨®n de la emigraci¨®n infantil para redactar una tesis. Han entrevistado a 15 familias de ni?os emigrantes. 'Y todas las madres, absolutamente todas, terminaron la entrevista llorando. Al contrario de lo que la gente puede creer, no son en su mayor¨ªa ni?os delincuentes'. 'Puede que al llegar a Espa?a, la vida los lleve a delinquir. Pero aqu¨ª lo que hacen simplemente es que se bajan al puerto cada tarde intentando meterse en un cami¨®n. Se conocen todas las cajas de herramientas seg¨²n la marca del veh¨ªculo, saben cu¨¢l es la que tiene m¨¢s espacio y cu¨¢l menos. Y las madres saben tambi¨¦n que una de esas tardes el ni?o no volver¨¢. Y que durante semanas o meses no sabr¨¢ nada de ¨¦l'. Mercedes Jim¨¦nez explica que los ni?os saben perfectamente que la ley espa?ola concede un plazo de nueve meses para localizar a la familia del menor en Marruecos. Por tanto, nunca dan los datos de su familia. Y si lo hacen es al cabo de esos nueve meses, plazo en que se les concede la documentaci¨®n como ciudadanos de Espa?a.
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