Punto de fortuna para el Oviedo

Julio ?lvarez, uno de esos descartes madridistas de verano, regres¨® ayer al Sardinero para demostrar al R¨¢cing que el secreto del ¨¦xito en Segunda Divisi¨®n es el mismo que en Primera: velocidad por las bandas, desborde, imaginaci¨®n y criterio con la pelota. Una lecci¨®n elemental abanderada por ?lvarez, pero a la que tambi¨¦n se aplicaron Sietes y Mor¨¢n. Tanto y tan bien se aplic¨® Sietes en la teor¨ªa de recorrer con profundidad la banda que un centro suyo desde la l¨ªnea de fondo supuso el tanto del R¨¢cing: un cabezazo rotundo de Vivar Dorado. El Oviedo no demostr¨® nada, salvo que a veces la suerte favorece a quien la desde?a, pero arranc¨® un empate inmerecido a falta de cinco minutos para el final cuando Geni acert¨® a meter la cabeza ante un centro de Rub¨¦n Reyes.

El equipo c¨¢ntabro control¨® el juego, tuvo ocasiones -muchas y muy buenas-, se mostr¨® como un equipo ordenado y ense?¨® unos cuantos dorsales que habr¨¢ que tener muy en cuenta esta temporada: el pele¨®n delantero de la coleta rubia Mazzoni, el elegante y peligroso mediapunta Vivar Dorado, el veloz veterano Sietes y el descarado Julio ?lvarez. Un buen equipo con buenos futbolistas que supo romper la presi¨®n del Oviedo desde los primeros minutos.

Y, sin embargo, la primera oportunidad de gol fue para el Oviedo. Jaime se qued¨® s¨®lo delante de Ceballos. Par¨®, pens¨® y lanz¨® el bal¨®n picado... fuera. Desde entonces y hasta el tanto de Geni, s¨®lo un chut de Oli dentro del ¨¢rea, record¨® que el objetivo del Oviedo tambi¨¦n era introducir la pelota en la porter¨ªa ajena.

El equipo asturiano apost¨® por defender la propia meta y olvidarse del bal¨®n. Un olvido que aprovech¨® el Racing para ir ajustando el partido a su propio ritmo y encerrar al Oviedo en su ¨¢rea. Ismael ocup¨® el eje del campo y lanz¨® a los extremos, que agujereron al Oviedo una y otra vez durante el segundo periodo. Mazzoni dispuso entonces de varios balones francos. En el minuto 75 empalm¨® con una acrobacia espectacular desde el punto de penalti un centro de Sietes, pero lanz¨® el bal¨®n a las manos de Esteban. Y es que el portero del Oviedo fue uno de los jugadores de su equipo que m¨¢s tiempo estuvo en contacto con el bal¨®n. Un dato que habla tanto de la agilidad del meta como de la fragilidad defensiva de su equipo.