El virus
La defensa en zona es como un virus de ordenador. O te lo cargas r¨¢pidamente o acabar¨¢ provocando una aver¨ªa importante. Hasta ayer Espa?a hab¨ªa cumplido con esta m¨¢xima. Los intentos de turcos, letones o eslovenos hab¨ªan resultado infructuosos, desmintiendo moment¨¢neamente la presunci¨®n de que al equipo espa?ol no le va este tipo de defensa. Pero lleg¨® Israel, una selecci¨®n tremendamente limitada y que a falta de otros argumentos mont¨® desde el primer minuto su tienda de campa?a en forma de defensa zonal -inteligente en sus cambios a 1-4 sobre Juan Carlos Navarro o Pau Gasol- y por primera vez en esta campeonato de Europa las vibraciones que emiti¨® el equipo espa?ol fueron ciertamente negativas.
Es un secreto a voces que el equipo de Javier Imbroda no se encuentra c¨®modo ante esta defensa tan especial, a mitad de camino entre la t¨¦cnica y la psicolog¨ªa. No es s¨®lo la falta de un tirador que sirva de referencia. Tampoco ayuda no contar en la plantilla con un p¨ªvot pasador, al estilo de Rafael Rull¨¢n o Arvydas Sabonis, que reparta juego desde la l¨ªnea de personal, punto neur¨¢lgico del ataque.
Lo peor es, sin duda, que toda esa imaginaci¨®n, capacidad de sorpresa y claridad de ideas que muestran normalmente estos jugadores y que ha causado sensaci¨®n en Turqu¨ªa, de repente se nubla.
Gasol, impactante casi siempre, se convierte en un jugador m¨¢s, lejos de resultar desequilibrante. Navarro no tiene espacio para sus caracoleos y los movimientos se mecanizan en exceso. El bal¨®n va y viene sin que el tr¨¢nsito de la pelota venga acompa?ado de un criterio definido.
Cuando se atraganta una zona, sus nocivos efectos se van extendiendo como el virus ?bola. Llega la precipitaci¨®n, los nervios, los errores en el pase, el fallo en canastas claras, las malas elecciones de tiro o el meterse en l¨ªos innecesarios, como hizo Alfonso Reyes.
Israel, t¨ªmido y sin mucha convicci¨®n hasta el segundo tiempo, se crey¨® posible ganador, otra de las consecuencias del atragantamiento. Los triples que antes no tocaban aro de repente empezaron a entrar. Todo eso le ocurri¨® al equipo espa?ol, que pas¨® lo que se conoce como un mal trago.
La sangre no lleg¨® al r¨ªo porque Navarro meti¨® un canast¨®n maravilloso y estos chicos tienen un ¨¢ngel que corre en su ayuda cuando hace falta. Pero el aviso est¨¢ dado. El jueves esperan los rusos, que defienden en zona bastante mejor que los israel¨ªes. Esperemos que de aqu¨ª al jueves nos hagamos con un buen antivirus.
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