Venus retiene su corona

La noche del prime time televisivo brill¨® m¨¢s por los exteriores que por la obra en s¨ª misma. El montaje que adorn¨® la final femenina del Open de Estados Unidos result¨® espectacular. Pero el partido no respondi¨® a las expectativas. Venus Williams se mostr¨® muy superior a su hermana Serena y la derrot¨® en poco m¨¢s de una hora por 6-2 Y 6-4. As¨ª, retuvo su corona y se anot¨® su cuarto t¨ªtulo del Grand Slam -dos del Open y dos de Wimbledon consecutivos- igualando la haza?a de Althea Gibson, la primera negra campeona, en 1957 y 1958, de los torneos grandes del tenis.

La pista central de Flushing Meadows se llen¨® de colores y el p¨²blico tatare¨® Dios bendiga a Am¨¦rica mientras una impresionante Diana Ross la interpretaba acompa?ada por el coro Harlem Gospel. Despu¨¦s sonaron los truenos de los fuegos artificiales y habl¨® la legendaria Billie Jean King, una de las nueve jugadoras que en 1971 firmaron un simb¨®lico contrato de un d¨®lar para fundar la Women's Tennis Association (WTA), para resaltar el hito que supon¨ªa que las hermanas Williams jugaran en el momento de m¨¢xima audiencia televisiva.

Sin embargo, la final careci¨® de intensidad. El que se enfrentaran dos hermanas -por primera vez desde 1884 en los torneos grandes- y de que fueran negras -por primera vez en la historia del Grand Slam- cre¨® expectaci¨®n. Pero en la pista qued¨® al descubierto que Venus, de 21 a?os, parece tener un ascendente importante sobre Serena, de 19. Los errores de Serena, 36, y su poca efectividad con el primer saque deslucieron el duelo. No hubo segundas intenciones ni ama?os. Pero s¨ª un exceso de complacencia por parte de Venus. Al nivel que estuvo su hermana, el partido pudo ser una masacre. 'No me gusta ver perder a mi hermana, ni siquiera contra m¨ª', confes¨® Venus mientras recog¨ªa su premio de 155 millones de pesetas. 'No sigas, Venus', la interrumpi¨® Serena; 'vas a hacerme llorar'. Todo demasiado familiar, demasiado bonito.