'Vos est¨¢s gordito y bien que camin¨¢s'
Los Gobiernos de Am¨¦rica Central desatienden a m¨¢s de mill¨®n y medio de habitantes que padecen hambre
La decencia, y concretamente el secretario de Unidad Nacional de la Esperanza, recomendaron al vicepresidente de Guatemala, Juan Francisco Reyes, un curso de moral despu¨¦s de su ocurrencia ante un debilitado ni?o: 'Vos est¨¢s gordito y bien que camin¨¢s'. El funcionario hab¨ªa llegado acompa?ado por tres ministros, y redoble de tambores, y se jact¨® de la ayuda oficial, pero le acusan de haber negado su helic¨®ptero a dos ni?os de la aldea de El Chapul¨ªn, desnutridos y en peligro de muerte.
Am¨¦rica Central contin¨²a en crisis, sus Gobiernos exhiben m¨¢s oportunismo e incompetencia que prevenci¨®n y eficacia, seg¨²n sus detractores, y buena parte del mill¨®n y medio de campesinos y jornaleros arruinados por las recurrentes sequ¨ªas y la crisis del caf¨¦ no muere de hambre pero lo pasa, contrae enfermedades infecciosas, y su dieta es de cuaresma. La situaci¨®n es todav¨ªa de emergencia alimentaria en Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras, y la gordura de los ni?os ingresados en el oriente guatemalteco con test¨ªculos como pelotas de tenis es causada por la reacci¨®n del organismo ante la severa carencia de prote¨ªnas: Crea l¨ªquidos para concentrarlos en la sangre y el desbordamiento de los vasos abultan vientres y extremidades inferiores. Medio millar de ni?os fueron hospitalizados en lo que va de a?o. Jocot¨¢n tiene 40.000 habitantes y algunas fuentes aventuran que el 10% de los ni?os de sus comunidades padece una desnutrici¨®n severa.
El desinter¨¦s responde a la hist¨®rica exclusi¨®n de la poblaci¨®n ind¨ªgena de los planes de desarrollo
Las administraciones centroamericanas argumentan que la desnutrici¨®n y las cat¨¢strofes naturales son cr¨®nicas, aunque agravadas en esta ocasi¨®n. Lo cierto es, no obstante, que ninguna consigui¨® acabar con la periodicidad del infortunio, paliar adecuadamente sus consecuencias, o ejecutar pol¨ªticas de reacci¨®n eficaces. '?Para qu¨¦ sirve el Ej¨¦rcito si no es para ayudar en estos casos?', protestan sus cr¨ªticos. Contrariamente, las fuentes consultadas sospechan que no pocos funcionarios, entre ellos alg¨²n jefe militar, lucraron con la masiva asistencia internacional llegada a Centroam¨¦rica en 1998, con motivo de la destrucci¨®n causada por el hurac¨¢n Mitch. Y el hambre, m¨¢s acusadamente en Nicaragua, con elecciones presidenciales en noviembre, a¨²n es un arma pol¨ªtica.
La olvidada geograf¨ªa de Guatemala que hoy exhibe medio centenar de ni?os moribundos pudo haber sido asistida meses antes de la llegada de las mismas caravanas gubernamentales que estos d¨ªas acuden en su auxilio, e instalan tribunas para anunciarse. El desinter¨¦s responde, seg¨²n portavoces de organismos humanitarios, a la hist¨®rica exclusi¨®n de la poblaci¨®n ind¨ªgena de los planes de desarrollo, y en este caso de la etnia chorti. Por complejas razones, y el fatalismo puede no ser ajeno, estos indios no se movilizan cuando sus hijos caen gravemente enfermos: los dejan en sus casas y los enfermeros deben ir busc¨¢ndolos, aldea por aldea, casa por casa. El recuento de v¨ªctimas es, por tanto, dif¨ªcil de calcular, y es posible que algunas hayan sido ya sepultadas sin asistencia, ni conocimiento de su agon¨ªa.
Todo es improvisaci¨®n. O falta de entra?as en muchos casos. T¨¦cnicos de la ONG Acci¨®n Contra el Hambre (ACH) encargados de evaluar la vulnerabilidad de la regi¨®n La Abundante ante los desastres naturales ya hab¨ªan alertado en enero sobre la gravedad de la situaci¨®n en el oriente guatemalteco. 'Intentamos conseguir financiamiento para crear un observatorio del hambre. No voy a decir quienes nos dijeron que no para no herir susceptibilidades', recuerda el espa?ol Manuel Aumente, delegado de ACH en Nicaragua y Guatemala. 'S¨®lo ped¨ªamos unos 15.000 d¨®lares (m¨¢s de 2,7 millones de pesetas) para traer un experto. Y esto fue hace dos meses. En enero ya nos dec¨ªa nuestra gente que, cuidado, la situaci¨®n de pobreza es extrema'.
La miseria tambi¨¦n cobraba fuerza en Nicaragua cuando un grupo de voluntarios espa?oles aterriz¨® en el aeropuerto de su capital con un cargamento de medicinas y alimentos trabajosamente conseguido. Un funcionario de la aduana les imparti¨® un curso acelerado sobre algunas de las claves de Am¨¦rica Latina: 'Todo esto tiene que pasar por el despacho de la primera dama'. Empe?ados en no permitir la manipulaci¨®n pol¨ªtica de las ayudas, o su saqueo por manos ajenas a la esposa del presidente y a las extendidas desde hace semanas a lo largo del Golfo de Fonseca, los voluntarios optaron por regresar a casa con toda la mercanc¨ªa.
La situaci¨®n clama al cielo en Jocot¨¢n y los siete municipios circundantes, aunque sin llegar a las conclusiones de la comentarista guatemalteca de oposici¨®n Laura Asturias, o las coincidentes en Nicaragua, para quienes sus gobernados constituyen 'una partida de corruptos'. Clama al cielo el abandono porque, inexistente una red p¨²blica, un s¨®lo hospital, el cat¨®lico Bethania, con 20 camas, fundado por la belga Stefann Snans, corri¨® durante casi medio siglo con la principal responsabilidades en la salvaci¨®n de los ni?os desnutridos del ¨¢rea de Jocot¨¢n. Sus rutas son ciertamentes intrincada y el acceso a algunas aldeas exige una traves¨ªa de tres horas de coche, y dos a pie. El Bethania es todav¨ªa la referencia y cobra una cantidad simb¨®lica por paciente; pero hasta la calderilla puede ser una fortuna para quienes estos d¨ªas se tientan los huesos. Atiende en este momento a 45 ni?os y no puede admitir m¨¢s.
Manuel Aumente, con muchas horas de trabajo de campo, resume el trance de una regi¨®n destruida por los terremotos, los huracanes, los desbordamiento, la sequ¨ªa, las calamitosas administraciones, y una cultura de la corrupci¨®n que aguanta cualquier riada. 'Son campesinos de autosustento casi en un 100%. Pueden aguantar hasta ocho meses con una buena cosecha, y, con los excedentes compran productos para tirar los tres meses restantes, o se emplean como jornaleros del caf¨¦ o del tabaco'. Cuatro a?os seguidos de desgracias, el Mitch, dos sequ¨ªas y el descalabro de los precios del grano rompieron ese esquema de supervivencia.
'Los campesinos est¨¢n cada vez m¨¢s descapitalizados, y ya no puede obtener recursos por s¨ª mismos', agrega el responsable de ACH. Ese c¨²mulo de condiciones adversas empobreci¨® a las familias, las oblig¨® a reducir el n¨²mero de comidas, o a alternarlas, las enfermedades se abatieron sobre los m¨¢s cuerpos d¨¦biles. 'Estamos sopesando si estamos ante una hambruna o ante una crisis alimentaria. No estamos viendo una hambruna en los t¨¦rminos, y n¨²meros africanos a los que estamos acostumbrados, pero s¨ª estamos viendo casos t¨ªpicos de Africa'.
La sociedad guatemalteca ha sido generosa, la ayuda y las manos solidarias confluyen, y ha dado m¨¢s que la nicarag¨¹ense porque m¨¢s tiene. Aunque injustamente distribuida, cunde m¨¢s una renta anual per capita de 3.000 d¨®lares, que los 500 d¨®lares de la tierra de Sandino.
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