'Hay que salir de los armarios para quemarlos'

El portavoz del Partit Socialista de Catalunya, Miquel Iceta, de 40 a?os, pidi¨® en el Parlamento catal¨¢n la legalizaci¨®n del matrimonio entre homosexuales. Iceta se hab¨ªa declarado homosexual en 1999, cuando iba en las listas del PSC para las elecciones auton¨®micas.

Pregunta. Es usted un dirigente pol¨ªtico de larga experiencia, militante socialista convencido, homosexual sin complejos. Pero sobre todo un hombre al que se le ve feliz. Me gustar¨ªa conocer su receta.

Respuesta. ?Hombre, receta! Yo le dir¨ªa que es desde mi condici¨®n de socialista convencido como mi vida tiene un sentido que yo pretendo que sea coherente. Es verdad que no oculto, sino todo lo contrario, mi homosexualidad, pero si no fuera homosexual creo que no cambiar¨ªan mis convicciones. La vida me ha tratado bien, he podido vivir mi condici¨®n de homosexual sin sufrir. Nadie debe sufrir por ser homosexual o por tener un hijo homosexual. Es una lucha en la que se ha avanzado mucho, pero en la que queda mucho. Lo m¨ªo no fue valent¨ªa, fue responsabilidad. Los valientes son quienes son capaces de vivir su homosexualidad en condiciones mucho m¨¢s duras. Soy una persona privilegiada.

'El que un hombre diga que le gustan otros hombres hoy, en algunos entornos, desmerece su virilidad'

'Se dice que los homosexuales son un lobby y lo mismo se dec¨ªa de los jud¨ªos. ?sa era la excusa para exterminarlos'

P. Una persona privilegiada que quiz¨¢ no hubiera sido tan resuelta en afirmar su homosexualidad si su ambiente social hubiera sido m¨¢s agresivo, ?no?

R. Me hubiera costado much¨ªsimo m¨¢s. Por eso estoy tan agradecido a mi familia y a mis compa?eros. Mi vida siempre ha estado relacionada con la pol¨ªtica, en un entorno de talante progresista, donde he podido ser lo que soy sin problemas.

P. Incluso en ese ambiente de tolerancia imagino que habr¨¢ tenido razones importantes para decidirse a dar el paso.

R. Me decid¨ª a afirmar p¨²blicamente mi homosexualidad porque me lo pidieron. Primero una organizaci¨®n del movimiento homosexual que reivindic¨®, en la campa?a electoral, la visibilidad de los cargos p¨²blicos, y luego una persona, Jordi Petit, dirigente hist¨®rico del movimiento homosexual que incluso form¨® parte de la candidatura del PS. Me dijo: 'Me gustar¨ªa que dieras t¨² el paso'. Lo consult¨¦ con mi pareja, que result¨® ser un verdadero entusiasta y casi fue quien me empuj¨®. Yo eleg¨ª el D¨ªa de la Raza, 12 de octubre. Aprovechamos la convocatoria electoral porque sab¨ªamos que el altavoz medi¨¢tico ser¨ªa mayor, teniendo en cuenta que yo a¨²n era diputado en el Congreso y que eso favorecer¨ªa una repercusi¨®n en todo el Estado. Y la verdad es que el impacto me sorprendi¨®. Luego ca¨ª en la cuenta y llam¨¦ a mi madre porque no le hab¨ªa dicho que iba a hacerlo, pero cuando me di cuenta del l¨ªo que se estaba montando me dije: voy a avisarla no vaya a ser que se entere cuando todo salga a la calle... La gente fue fant¨¢stica; incluso en algunas de esas tertulias que no sueles escuchar y que son muy agresivas la acogida fue muy buena. Pero tambi¨¦n hubo gente que me dijo: 'Con la de cosas que t¨² has hecho en pol¨ªtica y parece que s¨®lo te reconocen por ¨¦sta'. Bueno, pero si piensas que puedes haber ayudado a la causa de los homosexuales que no han tenido tanta suerte, pues no tiene precio.

P. Por eso imagino que no le debe resultar ajena la ¨¦poca en la que en el Parlamento se amenazaba con publicar listas de pol¨ªticos homosexuales como venganza.

R. S¨ª, es verdad. Pero suceden dos cosas: que a¨²n hay miedo, cierta cobard¨ªa, y que la pol¨ªtica en s¨ª es muy machista. Y el que un hombre diga que le gustan otros hombres, pues incluso hoy, en algunos entornos, desmerece su virilidad. Es un entorno muy competitivo, muy duro, y las cosas no son todav¨ªa tan f¨¢ciles. A m¨ª me reprocharon algunos que yo hab¨ªa hecho p¨²blica mi homosexualidad para conseguir votos, y yo dije: no veo que muchos pol¨ªticos hagan lo que yo he hecho; as¨ª que no debe dar muchos votos ?Si diera muchos votos cada partido tendr¨ªa su homosexual que diera el paso! No s¨®lo el mundo de la pol¨ªtica es cruel con la homosexualidad; tambi¨¦n en la empresa, en cualquier lugar en el que se tenga que competir. Por eso hay que salir de los armarios, para quemarlos, aunque yo no haya tenido que salir porque nunca me he tenido que esconder.

P. No s¨¦ si habr¨¢ encontrado tanta receptividad en su partido como en la sociedad catalana. Los partidos, incluso los de izquierda, siempre han ido con retraso en estas cosas.

R. Siento tener que decirle esto, porque en la sociedad nunca he tenido problema, pero en mi partido, por ejemplo, un d¨ªa un buen amigo me dijo: 'Mira, t¨² tienes una ventaja: no das miedo, porque todo el mundo te supone un techo'. Igual resulta que es verdad, pero yo ese l¨ªmite todav¨ªa no lo he encontrado. Es verdad que la sociedad es m¨¢s abierta que los partidos. Tambi¨¦n algunos amigos me han advertido del riesgo de encasillarse en el papel de defensor de la causa homosexual, pero no me ha sucedido as¨ª, sigo siendo portavoz del PSC. Mi vida no se ha reducido pol¨ªticamente tras mi declaraci¨®n. Un partido como el PSC ya no puede quedarse atr¨¢s, porque la gran mayor¨ªa de la gente est¨¢ a favor de la igualdad de los derechos de los homosexuales. Yo digo siempre que si hubiera que haber esperado a que la mayor¨ªa de la sociedad estuviera a favor del voto de las mujeres, quiz¨¢ no tendr¨ªan derecho a voto a¨²n. ?Es una trampa absurda esperar a reconocer derechos a que lo apruebe la mayor¨ªa! Por suerte ha habido gente que ha ido abriendo brecha, porque los partidos siempre hemos sido m¨¢s cobardes, siempre m¨¢s preocupados por la ¨²ltima encuesta que por lo que debe ser, o por lo que realmente en la calle es. A m¨ª me pareci¨® muy duro que el d¨ªa del debate en el Parlament de Catalu?a sobre los derechos de los homosexuales me encontr¨¦ con muchos diputados de CiU, y del PP, que me dec¨ªan: 'Me gustar¨ªa votar a favor porque esto hay que hacerlo, pero me han dicho que no'. Me lo dec¨ªan para consolarme, pero para m¨ª era m¨¢s terrible todav¨ªa, porque pensaba que podr¨ªamos haber ganado abrumadoramente. Hubo gente que me preguntaba: 'Pero ?por qu¨¦ no ped¨ªs el voto secreto, para que no haya problemas de disciplina?'. Yo les dije: 'Pero, si estamos diciendo a la gente que salga del armario, ?c¨®mo vamos a pedir que meta su voto en el armario?'.

P. Las cosas van cambiando, y mucho. Y el movimiento homosexual en Espa?a lidera opini¨®n, mueve dinero. Ahora se dice que son ustedes un poder f¨¢ctico que ejerce, y usted perdone, una sutil dictadura...

R. ?sa es una cuesti¨®n que me inquieta realmente. Se dice que los homosexuales son un lobby, lo mismo que se dec¨ªa de los jud¨ªos. Cuando eran perseguidos, se dec¨ªa que mov¨ªan los hilos del mundo. Y esa era precisamente la excusa para exterminarlos.

P. Conv¨¦nzame, como si yo fuera del PP, de que es positivo que los homosexuales puedan casarse y tener hijos.

R. Pues lo es, sin duda. Primero porque es una cuesti¨®n de igualdad de derechos y libertades. Y luego porque esta sociedad lo que necesita son m¨¢s familias, m¨¢s estabilidad. Necesita m¨¢s gente feliz... ?Con qu¨¦ autoridad alguien va a negar un dato de la realidad? Yo estoy seguro de que me podr¨¦ casar, pero lo que quiero es que se reconozca que mi pareja y yo formamos una familia, con todos nuestros derechos y obligaciones.