Catorce meses despu¨¦s
Hace 14 meses y medio que Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez no pod¨ªa dedicar una victoria a nadie. Desde la Cl¨¢sica de los Alpes del a?o pasado. Mucho tiempo para un cazador de etapas, para un corredor que vive -y muy bien- de sus latigazos en la monta?a. En la Demanda se le present¨® un doble compromiso. Al cruzar la meta, apunt¨® con el brazo izquierdo a lo alto para se?alar a Mar¨ªa Luisa Echarte, su protectora en tiempos de aficionado, fallecida el jueves. 'Se lo deb¨ªamos todo el equipo', admiti¨®. El brazo derecho, con sus tres pulseras, lo ten¨ªa reservado a su novia, Azucena, que se las hab¨ªa regalado: 'Las he besado, como le hab¨ªa prometido'.
'Chava' ya ha solucionado algunas de sus pugnas internas. Llevaba demasiados fracasos ¨²ltimamente: el Tour y la Vuelta de 2000; su exclusi¨®n del equipo del Tour de este a?o por bajo rendimiento; y su suspenso en Burgos, la gran prueba previa a la Vuelta. 'He tenido momentos muy malos y hab¨ªa perdido confianza', confiesa. Pero Chava es Chava. Es ¨²nico e impredecible. El d¨ªa menos pensado salta.
Un ejemplo es el l¨ªder, Joseba Beloki, ayer un hombre feliz. La v¨ªspera, apenas 24 horas antes de recoger el ramo de flores en el podio, Beloki sentenci¨®: 'Para ser sincero, no me siento capacitado para ganar esta Vuelta'.
?sta es la carrera de los inseguros. Botero, l¨ªder intermitente, nunca ha cre¨ªdo en mantenerse de amarillo. Sevilla dec¨ªa confiar m¨¢s en el colombiano que en ¨¦l mismo. Beloki cambia radicalmente de ¨¢nimo de un d¨ªa para otro. ?l, siempre calculador, hace ahora nuevas cuentas: 'Si salimos l¨ªderes de los Pirineos, tenemos bastantes posibilidades'.
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