'El hombre culpable s¨®lo es feliz si recibe su castigo'
Osama Bin Laden es un hombre alto y delgado; cuando se acerca a m¨ª, rodeado de sus guerrilleros muyahidin, en las monta?as de Afganist¨¢n, su altura sobrepasa a la de todos sus acompa?antes. Enormes insectos atraviesan el aire de la noche y se aferran como erizos a sus t¨²nicas saud¨ªes y a la ropa que llevan sus hombres. Los ojos estrechos y la larga barba de Bin Laden se hicieron conocidos en los campos de batalla de Afganist¨¢n, en los que sus guerrilleros y ¨¦l lucharon contra la invasi¨®n militar sovi¨¦tica de los a?os ochenta. Su aspecto ha cambiado poco, la barba un poco m¨¢s gris, tal vez, pero con la misma fiereza insaciable. Entonces luchaba contra los rusos. Ahora, empe?ado en derrocar a la monarqu¨ªa de Arabia Saud¨ª y expulsar a los norteamericanos del reino, dice que las bombas que mataron a 24 estadounidenses en Riad y Jobar-Dhahran son un s¨ªmbolo de la ira de la poblaci¨®n, y califica la presencia de las fuerzas norteamericanas de 'insulto' para el pueblo saud¨ª.
'No hemos sido amigos de los americanos. Apoyaban a los jud¨ªos en Palestina y son nuestros enemigos'
'La guerra declarada por EE UU contra el pueblo saud¨ª significa la guerra contra los musulmanes en todas partes'
Para Bin Laden, la traici¨®n del pueblo saud¨ª comenz¨® 24 a?os antes de que naciera, cuando Abdul Aziz al Saud proclam¨® su reinado, en 1932.
'El r¨¦gimen comenz¨® bajo la bandera de que iba a aplicar la ley isl¨¢mica, y, bajo ese estandarte, el pueblo entero de Arabia ayud¨® a la familia saud¨ª a hacerse con el poder', explica mientras el viento nocturno sopla entre los ¨¢rboles en sombras y riza las t¨²nicas de los luchadores afganos ¨¢rabes que nos rodean. 'Abdul Aziz no aplic¨® la ley isl¨¢mica, su familia enga?¨® al pa¨ªs. Luego, tras el descubrimiento del petr¨®leo, el r¨¦gimen saud¨ª encontr¨® otro apoyo: dinero para enriquecer a los habitantes, darles los servicios y la vida que desearan y tenerlos satisfechos'.
Bin Laden se limpia los dientes con un palillo de madera de miswak, una costumbre que tiene durante la mayor¨ªa de sus conversaciones. La base de casi todos sus comentarios es la historia, o su versi¨®n de ella. Y la fecha crucial es 1990, el a?o que Sadam Husein invadi¨® Kuwait.
'Cuando las tropas norteamericanas entraron en Arabia Saud¨ª, la tierra de los dos lugares sagrados , hubo fuertes protestas de los ulemas y los estudiantes de la sharia , en todo el pa¨ªs. El gran error que cometi¨® el r¨¦gimen saud¨ª al invitar al Ej¨¦rcito estadounidense desvel¨® la magnitud de su enga?o. Hab¨ªan ofrecido su apoyo a unos pa¨ªses que luchaban contra musulmanes. Ayudaron a los comunistas de Yemen contra los musulmanes yemen¨ªes del sur, y al r¨¦gimen de Arafat contra Ham¨¢s . Cuando pas¨® a insultar y encarcelar a los ulemas, hace 18 meses, el r¨¦gimen saud¨ª perdi¨® toda su legitimidad'.
Bin Laden abre la mano derecha y emplea los dedos para enumerar los 'errores' de la monarqu¨ªa saud¨ª: 'Al mismo tiempo se produjo una crisis financiera en el reino, y ahora toda la poblaci¨®n sufre por ello. Muchos comerciantes saud¨ªes vieron c¨®mo se romp¨ªan sus contratos. El Gobierno les debe 340.000 millones de riales saud¨ªes, que es una cantidad enorme: representa el 90% de la renta nacional dentro de las fronteras. Los precios est¨¢n aumentando y la gente tiene que pagar m¨¢s por la electricidad, el agua y el combustible. Los campesinos saud¨ªes no reciben ning¨²n dinero desde 1992, y los que obtienen ayudas en la actualidad las reciben en forma de pr¨¦stamos bancarios del Gobierno. La educaci¨®n se deteriora y la gente tiene que sacar a sus hijos de las escuelas p¨²blicas y llevarlos a privadas, que son muy caras'.
Bin Laden hace una pausa para ver si he prestado atenci¨®n a su lecci¨®n de historia, minuciosa pero de una exclusividad inquietante. 'Ahora el pueblo saud¨ª recuerda lo que le dec¨ªan los ulemas y se da cuenta de que Am¨¦rica es la principal culpable de sus problemas'.
'El hombre de la calle sabe que su pa¨ªs es el principal productor de petr¨®leo del mundo, pero al mismo tiempo padece los impuestos y los malos servicios. Ahora los ciudadanos comprenden los alegatos de los ulemas en las mezquitas, cuando dicen que nuestro pa¨ªs se ha convertido en una colonia de Norteam¨¦rica. Participan con decisi¨®n en las acciones para expulsar a los americanos de Arabia Saud¨ª. Lo que ocurri¨® en Riad y Jobar es una prueba indiscutible de la inmensa ira del pueblo saud¨ª contra Am¨¦rica. Los saud¨ªes saben ya que su verdadero enemigo es Estados Unidos'.
Los c¨¢lculos de Bin Laden tienen un tono siniestro. 'Si estall¨® un kilo de TNT en un pa¨ªs en el que nadie hab¨ªa o¨ªdo una explosi¨®n desde hac¨ªa cien a?os, no hab¨ªa duda de que el estallido de 2.500 kilos de TNT en Jobar era prueba de la resistencia del pueblo ante la ocupaci¨®n americana'.
'?No se resistieron los europeos contra la ocupaci¨®n alemana en la Segunda Guerra Mundial?', pregunta Bin Laden.
Le digo que ning¨²n europeo aceptar¨ªa ese argumento, porque los nazis mataron a millones de europeos, mientras que los estadounidenses nunca han asesinado a un solo saud¨ª. Es evidente, le digo, que ese paralelismo es err¨®neo, tanto desde el punto de vista hist¨®rico como moral.
Bin Laden no est¨¢ de acuerdo. 'Como musulmanes, tenemos un fuerte sentimiento que nos une a todos... Compartimos los sentimientos de nuestros hermanos en Palestina y L¨ªbano. La explosi¨®n de Jobar no fue consecuencia directa de la ocupaci¨®n norteamericana, sino del comportamiento de Estados Unidos contra los musulmanes... Cuando mueren 60 jud¨ªos en Palestina , todo el mundo se une, antes de siete d¨ªas, para criticar la acci¨®n, mientras que las muertes de 600.000 ni?os iraqu¨ªes no obtienen esa misma reacci¨®n. Matar a esos ni?os iraqu¨ªes es una cruzada contra el islam. A nosotros, como musulmanes, no nos agrada el r¨¦gimen de Irak, pero creemos que el pueblo iraqu¨ª y sus hijos son nuestros hermanos, y nos preocupa su futuro'.
El m¨¢s furibundo disidente de Arabia Saud¨ª reserva parte de su ira para los brit¨¢nicos. 'Me asombra el Gobierno brit¨¢nico', afirma. 'Me enviaron una carta, a trav¨¦s de su embajada en Jartum, antes de que me fuera de Sud¨¢n, para decirme que no estaban dispuestos a recibirme en el Reino Unido. Pero yo no hab¨ªa solicitado ir a Gran Breta?a. As¨ª que, ?por qu¨¦ me enviaron esa carta? El documento dec¨ªa: 'Si viene a Gran Breta?a, no le dejar¨¢n entrar'. La carta dio a la prensa saud¨ª la oportunidad de afirmar que yo hab¨ªa pedido asilo pol¨ªtico en el Reino Unido, pero no es verdad'.
No obstante, el foco de la ira de Bin Laden es Estados Unidos. 'Creo que, tarde o temprano, los americanos se ir¨¢n de Arabia Saud¨ª, y que la guerra declarada por Estados Unidos contra el pueblo saud¨ª significa la guerra contra los musulmanes en todas partes. La resistencia contra Am¨¦rica se extender¨¢ a muchos puntos de los pa¨ªses musulmanes. Nuestros venerados dirigentes, los ulemas, han dictado una fatwa que nos ordena expulsar a los norteamericanos. La soluci¨®n a esta crisis es la retirada de las tropas americanas... Su presencia militar es un insulto contra el pueblo saud¨ª'.
?Pero acaso los norteamericanos no apoyaron la lucha de los muyahidin contra los sovi¨¦ticos? 'En ning¨²n momento hemos sido amigos de los americanos', asegura Bin Laden. 'Sab¨ªamos que apoyaban a los jud¨ªos en Palestina y que son nuestros enemigos. La mayor¨ªa de las armas que llegaron a Afganist¨¢n estaban sufragadas por los saud¨ªes, que segu¨ªan ¨®rdenes de los americanos, porque Turki al Faisal y la CIA trabajaban en colaboraci¨®n'.
?Y qu¨¦ tipo de Estado ¨¢rabe isl¨¢mico desea ver Bin Laden? ?Se seguir¨ªa cortando la cabeza a ladrones y asesinos, por ejemplo, en un Estado gobernado de acuerdo con la sharia?
Copyright: The Independent
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