Bin Laden afirma desde su escondite que no tiene nada que ver con los atentados

Osama Bin Laden, el islamista saud¨ª al que Estados Unidos responsabiliza de los terribles atentados de la semana pasada contra Washington y Nueva York, volvi¨® a desmentir ayer su implicaci¨®n en esas acciones terroristas. Es el tercer comunicado que difunde al respecto, pero hasta ahora no ha aparecido en p¨²blico ni ha mantenido contacto directo con ning¨²n ciudadano occidental, y se desconoce totalmente su paradero. Su eventual extradici¨®n es el principal escollo que enfrenta a Estados Unidos con el r¨¦gimen afgano.

La presencia de Bin Laden en Afganist¨¢n ha impedido el reconocimiento diplom¨¢tico de los talib¨¢n y motivado las sanciones de la ONU contra su Gobierno inspiradas por Washington. El l¨ªder espiritual de los talib¨¢n, el jeque Mohamed Omar, ha reiterado su rechazo a entregar a Bin Laden. Ayer reuni¨® a la c¨²pula religiosa de su movimiento para analizar la elecci¨®n a la que se enfrentan: entregar a Bin Laden o afrontar un ataque estadounidense colosal.

Las informaciones que difunde en Pakist¨¢n la Agencia Isl¨¢mica de Prensa (pr¨®xima a los talib¨¢n) aseguran que Omar recibi¨® el respaldo de los cl¨¦rigos. La elecci¨®n de los t¨¦rminos parece indicar que los religiosos talib¨¢n han refrendado la l¨ªnea de firmeza del Pr¨ªncipe de los Creyentes, t¨ªtulo por el que se conoce a su l¨ªder. Fuentes cercanas al movimiento no descartan que de esa reuni¨®n salga una fatwa (decreto religioso) para impulsar el sentimiento de deber de los afganos frente a la eventual agresi¨®n.

La prensa paquistan¨ª se hizo eco de un llamamiento de la milicia a sus ex combatientes y simpatizantes en Afganist¨¢n y el vecino Pakist¨¢n para que refuercen sus filas. Dado que carecen de una verdadera defensa a¨¦rea (apenas cuentan con una veintena de aviones), su movilizaci¨®n parece orientarse a la protecci¨®n de sus rutas terrestres, y con ese objetivo han pedido a sus ex combatientes que vuelvan a unirse a la milicia. Los talib¨¢n apelaron tambi¨¦n a la Organizaci¨®n para la Conferencia Isl¨¢mica para que los pa¨ªses musulmanes acudan en su ayuda.

Cientos de combatientes talib¨¢n dejaron la milicia poco despu¨¦s de la ca¨ªda de Mazar-i-Sharif (ciudad del norte de Afganist¨¢n) en 1998. A ra¨ªz de aquel ¨¦xito militar, la guerra contra la Alianza del Norte qued¨® limitada a un solo frente de batalla y muchos talib¨¢n pudieron regresar a las escuelas religiosas, las madrasas. Sus fuerzas armadas se estiman hoy en entre 30.000 y 40.000 hombres.

La mayor¨ªa de los hombres de Bin Laden, los llamados ¨¢rabes afganos (militantes musulmanes no afganos) han abandonado Afganist¨¢n. Inicialmente, su salida fue un movimiento voluntario para ponerse a salvo, pero, desde el s¨¢bado, una orden del Ministerio de Exteriores obliga a la salida de todos los extranjeros. Aunque se desconoce la cifra de los militantes isl¨¢micos que resid¨ªan en Afganist¨¢n, diversas fuentes mencionan la cifra de 6.000.