El hast¨ªo de Jordi Pujol
Como cada verano, como la canci¨®n, nos lleg¨® la entrevista del verano. En esta ocasi¨®n con puntualidad anticipada y todav¨ªa muy metidos en el par¨¦ntesis estival. Pero como cualquier entrevista a Jordi Pujol, sea de verano, invierno o entretiempo, no s¨®lo no tiene p¨¦rdida, sino que aporta algunas claves nuevas y decisivas para conocer al personaje y su actual peripecia vital y pol¨ªtica. Jordi Pujol es incompatible con la indolencia. No es un hombre dado a la pereza y se halla a las ant¨ªpodas de la recomendaci¨®n y terapia propuesta por Eugeni d'Ors en su Oceanografia del tedi: 'Prescric com ¨²nica salvaci¨®, el tedi. El tedi al peu de la lletra. Sense atenuacions, sense mat¨ªs: el tedi. No excursi¨®: chaise longue. No conversa, silenci. No lectura, letargi... Tant com sia possible, ni un moviment, ni un pensament!' (transcrito directamente de la edici¨®n de Jaume Vallcorba de 1994).
El presidente reduce la crisis de gobierno a cambios en funci¨®n de los cupos de coalici¨®n
Como es bien sabido, no es ¨¦se el caso. En pleno retiro de Queralbs siempre queda alg¨²n ejemplar del Corriere della Sera para repasar. Pujol es inquieto. Se ha movido y ha pensado, y al pensar se ha dado cuenta de que se aburre. Es esta significativa confesi¨®n de aburrimiento lo que aporta una novedad. A Pujol, maestro en la combinaci¨®n equilibrada entre la corta distancia y los horizontes amplios, ahora le aburre lo que hasta ahora le hab¨ªa divertido. Pero el aburrimiento de Pujol, ya lo hemos visto, es incompatible con el tedio; aqu¨ª radica el peligro. Jordi Pujol siente hast¨ªo. La confusi¨®n, la desorientaci¨®n y el hast¨ªo conducen al abandono y la dejaci¨®n de responsabilidades. ?ste es el motivo que lleva a los socialistas catalanes a desear un relevo tranquilo, urgente y digno. En beneficio de Catalu?a y del propio Jordi Pujol. Proponemos superar la situaci¨®n de inoperancia y riesgo que ahora nos preside.
Pujol se aburre, desconf¨ªa de sus sucesores y titubea ante el calendario m¨¢s inmediato. Incluso minimiza la eterna crisis de gobierno y la reduce a un simple cambio en funci¨®n de cupos de coalici¨®n. No habr¨¢ pues, contra los pron¨®sticos m¨¢s atrevidos, un gobierno a la medida de Mas. Quiz¨¢ ¨¦ste preside y coordina como el propio Pujol confiesa. Pero en materia de gobierno, Mas observa, Duran propone y Pujol dispone.
Esta desorientaci¨®n se expresa en un s¨ªndrome triple. El s¨ªndrome Kolh. Jordi Pujol, en un arrebato en plena sesi¨®n parlamentaria, arremeti¨® contra la oposici¨®n que le exig¨ªa explicaciones por los casos de los departamentos de Turismo y Trabajo, y les espet¨® que carec¨ªan de cultura democr¨¢tica. En realidad, la transparencia y las explicaciones, el control del gobierno, es la base de toda cultura democr¨¢tica en las democracias consolidadas. De ah¨ª que aunque el pronto acostumbra a darle resultado, en esta ocasi¨®n dio la impresi¨®n de zanjar la pol¨¦mica con cajas destempladas.
El s¨ªndrome PSOE. Cuando los socialistas reclamamos actitudes m¨¢s coherentes y acordes con el marco legislativo, por ejemplo en materia educativa, Pujol no para de retroceder en el tiempo para buscar en las ra¨ªces del socialismo espa?ol algunas de las debilidades, o complicidades, con las que atacar en Catalu?a al socialismo catal¨¢n. Ocurre, sin embargo, que cada d¨ªa es mayor la distancia que separa el ¨²ltimo Gobierno del PSOE del momento actual, y el argumento que en alguna ocasi¨®n pod¨ªa haber hecho mella ahora ya no resiste el contraste con el actual momento pol¨ªtico. Es el caso de la acusaci¨®n de ignorancia y demagogia cuando tratamos de la reforma educativa. Una mala manera de disimular su incomodidad ante un tema en el que su Gobierno ha sido confuso y ha permitido la degradaci¨®n del modelo como consecuencia de atacar de ra¨ªz el equilibrio deseable entre escuela p¨²blica y escuela privada, que en Catalu?a era el punto de partida en el inicio de la aplicaci¨®n de la reforma.Finalmente, el s¨ªndrome Maragall. Pujol no puede resistir la tentaci¨®n de salir al quite, ayudar a sus balbuceantes sucesores y arremeter contra Pasqual Maragall y el socialismo catal¨¢n. Lo hace sin gran convencimiento, pero con cierta sa?a. Ahora toca decir que somos err¨¢ticos e incoherentes, cuando resulta que casi somos monogr¨¢ficos e insistimos desde hace m¨¢s de un a?o en la moci¨®n de censura. Pasqual Maragall ha sido insistente y tenaz en esta materia. No es err¨¢tico. Se ilusiona, transmite entusiasmo y reclama coherencia. Cada vez que Jordi Pujol se ha despachado con un exabrupto a preguntas sobre opiniones de la oposici¨®n, ha confirmado impl¨ªcitamente que no tiene raz¨®n.
Ser¨ªa una l¨¢stima que, como confirmaci¨®n de mi diagn¨®stico, el aburrimiento de Jordi Pujol puediera devenir puro hast¨ªo. El hast¨ªo impedir¨ªa una retirada digna que Pujol merece y Catalu?a necesita.
Joaquim Nadal Farreras es portavoz del grupo parlamentario Socialistes-Ciutadans pel Canvi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.