Los inversores contienen el aliento
'Tiene que caer, no hay otra', se comentaba ayer en la Bolsa de Madrid. Los mercados europeos amanecieron pendientes de que Wall Street, la gu¨ªa burs¨¢til n¨²mero uno, dictara su sentencia tras los atentados terroristas contra EE UU. En el parqu¨¦ madrile?o muchos aguardaron la reapertura con apuestas sobre la reacci¨®n del Dow Jones, el ¨ªndice m¨¢s antiguo de la Bolsa de Nueva York. Los m¨¢s fatalistas fijaban el derrumbe en el 10%, pero la ca¨ªda no fue para tanto y el p¨¢nico se transform¨®, a las 15.30 (hora de apertura de Wall Street), en una estabilidad inc¨®moda.
Europa se desayun¨® con fuertes ca¨ªdas en sus principales Bolsas, que mostraban el nerviosismo acumulado y la desorientaci¨®n de los inversores tras cuatro d¨ªas de cierre forzoso de los mercados estadounidenses. A falta de conocer c¨®mo Nueva York iba a digerir el peor ataque jam¨¢s sufrido por EE UU, en Francfort, Par¨ªs, Londres y Madrid hubo poco volumen de negocio y mucha volatilidad.
Tras las p¨¦rdidas de la semana pasada, en la que las Bolsas europeas cayeron entre un 7% y un 10%, los operadores estaban preparados para lo peor. 'Siempre que llueve escampa', aseguraba a sus compa?eros un veterano de la Bolsa de Madrid. 'S¨ª, pero esto es una tormenta', dec¨ªa otro. 'Y que digan que la guerra puede alargarse varios a?os es lo que mata a la Bolsa'. La incertidumbre es el primer enemigo de los mercados. El objetivo de las represalias de Washington contra el terrorismo internacional es incierto, igual que sus efectos.
Para prever el desenlace, hab¨ªa que esperar a ayer. Wall Street cay¨® de inmediato tras la apertura. 'Va a caer m¨¢s', se murmuraba en Madrid. A esas horas, la Reserva Federal ya hab¨ªa anunciado un recorte de tipos de inter¨¦s de medio punto y el apoyo institucional calm¨® los ¨¢nimos: 'Que no va a caer m¨¢s, que en la Fed acaban de bajar tipos y en Europa har¨¢n lo mismo'. Cuando los inversores volvieron de comer algo a mediod¨ªa, el Banco Central Europeo acababa de comunicar su decisi¨®n de recortar tipos otro 0,50%.
Los temores se agudizaban en las mesas de contrataci¨®n. 'La verdad es que estamos bastante acostumbrados a la volatilidad', explican fuentes de Merrill Lynch. 'Hubo d¨ªas peores la semana pasada, sobre todo el mi¨¦rcoles', a?aden. Ese d¨ªa, posterior a los ataques contra las Torres Gemelas en Nueva York y el Pent¨¢gono en Washington, fue el peor, el de m¨¢s p¨¢nico. Y no tanto por el desplome de los ¨ªndices -cayeron mucho m¨¢s la jornada anterior- como por la volatilidad: algunos llegaron a oscilaciones de hasta un 15%.
Los que apostaron por el optimismo ganaron. El parqu¨¦ madrile?o se tens¨® a las 15.30. Mientras las pantallas de televisi¨®n mostraban los cuarteles generales de la Bolsa de Nueva York y el Dow Jones bajaba a marchas forzadas, las bolsas europeas comenzaban, parad¨®jicamente, a recuperarse. La ca¨ªda de Nueva York podr¨ªa haber sido peor.
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