Pantani se fue en el anonimato

Marco Pantani, el hombre que te?¨ªa al autob¨²s de amarillo, decidi¨® por fin bajarse de la bicicleta y dejar la Vuelta. Fue un abandono casi an¨®nimo; en el kil¨®metro 43, cuando el Pirata ya ve¨ªa que la etapa pod¨ªa ser excesiva para su escasa preparaci¨®n. Se corr¨ªa deprisa y Pantani, como siempre acompa?ado de su escuadra, sus trabajadores vestidos de amarillo, empez¨® enseguida a marchar con el gancho, estaba fundido, no pod¨ªa m¨¢s. Mand¨® a sus fieles adelante, les dio ya libertad de acci¨®n y llam¨® a su coche. Habl¨® un poco con Alessandro Giannelli, su director, y finalmente cruz¨® los brazos y dijo: 'No puedo m¨¢s. He legado a mi l¨ªmite'. Pantani marchaba el 117? de la general, a m¨¢s de una hora de Beloki. Abandon¨® en la etapa reina, en su territorio. Un hombre perdido, sin magia, sin fortuna. Un ciclista m¨¢s.

'Es la peor Vuelta en la que pod¨ªa haberme planteado reaparecer', dijo el italiano que perdi¨® el alma cuando le expulsaron por exceso de hematocrito del Giro de 1999. 'Las etapas son cortas y explosivas. No da tiempo a coger el ritmo. Y se corre muy deprisa. 'Me sent¨ªa muy mal', a?adi¨® Pantani. 'He perdido peso todos los d¨ªas, ando bajo de presi¨®n, no recupero, pero aqu¨ª no ha terminado mi temporada'.