Los 'halcones' del Pent¨¢gono pugnan por una guerra inmediata en varios frentes

Aunque la versi¨®n oficial habla de 'sinton¨ªa' en la c¨²pula del Pent¨¢gono sobre la magnitud de la hipot¨¦tica operaci¨®n militar, el diario The New York Times ha desvelado que existen dos corrientes de pensamiento personificadas en los n¨²meros uno y dos del estamento militar. Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, quiere supeditar la posible campa?a militar a la acci¨®n diplom¨¢tica. En cambio, su mano derecha, Paul Wolfowitz, quiere una campa?a militar amplia, intensa e inmediata. Seg¨²n Rumsfeld, al presidente Bush 'le gusta escuchar opiniones diferentes'.

A Wolfowitz, seg¨²n The New York Times, le acompa?a en la 'l¨ªnea dura' el jefe del gabinete de la vicepresidencia, Lewis Lobby. Seg¨²n la informaci¨®n del diario neoyorquino, los dos est¨¢n presionando al m¨¢ximo para que se ponga en marcha cuanto antes una campa?a militar 'de castigo' que se extienda no s¨®lo a bases vinculadas a organizaciones terroristas en Afganist¨¢n, sino tambi¨¦n a campamentos situados en varias regiones de L¨ªbano. Por encima de todo, Wolfowitz y Lobby quieren que Irak est¨¦ incluido en los objetivos de los posibles ataques.

Esta corriente tiene enfrente al propio Donald Rumsfeld y a Colin Powell, el secretario de Estado, partidarios de aplazar la campa?a militar hasta que haya culminado un trabajo diplom¨¢tico de tres etapas: recabar el apoyo del mayor n¨²mero de pa¨ªses, justificar ante la opini¨®n p¨²blica la necesidad de una operaci¨®n b¨¦lica y ampararla en la legislaci¨®n internacional.

En declaraciones a la NBC, Rumsfeld neg¨® que existan opiniones tan antag¨®nicas en la c¨²pula de su departamento. 'No hay divisi¨®n. El Departamento de Estado, el de Defensa y el presidente tenemos todos la misma partitura', declar¨®.

Sin embargo, Rumsfeld aclar¨® despu¨¦s que Bush tiene muchos asesores y 'le gusta escuchar opiniones diferentes'. El secretario de Defensa se neg¨® a entrar en el debate sobre la conveniencia de incluir a Irak en el mapa de operaciones si se pone en marcha la campa?a militar, aunque record¨® que ese pa¨ªs est¨¢ en la lista de los que amparan organizaciones terroristas.

Un grupo de pol¨ªticos conservadores hizo circular una carta abierta al presidente en la que se le ped¨ªa un esfuerzo para 'quitar a Sadam Husein del poder', incluso aunque no existan v¨ªnculos entre los atentados de la semana pasada y el r¨¦gimen iraqu¨ª. Frente a esa opci¨®n, Powell presiona para evitar una campa?a militar amplia y recuerda que nuevos bombardeos sobre el pueblo iraqu¨ª desatar¨ªan la ira de casi todos los pa¨ªses de la zona, compasivos ante el sufrimiento de esa poblaci¨®n desde el fin de la guerra.

Wolfowitz, que, seg¨²n fuentes de The New York Times, est¨¢ m¨¢s preocupado por bombardear Irak que por atacar Afganist¨¢n, mantiene que la situaci¨®n no debe resolverse bajo la premisa de que el problema 'est¨¢ en una organizaci¨®n o en un hecho concreto'. En un momento dado, al n¨²mero dos del Pent¨¢gono se le fue la mano en su diatriba al asegurar que el Gobierno de Bush est¨¢ decidido a 'acabar con los pa¨ªses' que dan cobijo al terrorismo. Semejante desliz hubo de ser rectificado despu¨¦s por Colin Powell. 'Lo que queremos es acabar con el terrorismo', matiz¨® el secretario de Estado. Y a?adi¨®: 'Si hay pa¨ªses que apoyan el terrorismo, esperamos persuadirlos para que dejen de hacerlo en su propio inter¨¦s. Pero yo lo dejar¨ªa en 'acabar con el terrorismo' y que el se?or Wolfowitz hable por s¨ª mismo'.