La gran decisi¨®n de Aznar

Adelant¨¢ndonos a los acontecimientos y no pretendiendo ser alarmistas frente a las ¨²ltimas declaraciones de nuestro presidente, tan amigo de lo americano, queremos expresar todo nuestro inconformismo ante la decisi¨®n tomada por ¨¦ste a colaborar con Estados Unisos en una guerra suicida en la que Espa?a podr¨ªa salir muy perjudicada.

No queriendo hacer alarde de negativismo, es notable la mediocridad y poco dinamismo con el que se desempe?a nuestro muy ¨ªntegro presidente, quien nos pone a todos en una situaci¨®n de riesgo, por intereses meramente econ¨®micos.

Es l¨®gico que Espa?a, al pertenecer a la OTAN, sea uno de los pa¨ªses que tenga colaboraci¨®n directa con Estados Unidos, pese a los tristes acontecimientos; pero lo que no entendemos es esa posici¨®n revanchista, en la que est¨¢n en juego la suerte de personas inocentes.- Daniel y Virginia Mayorga Perea. Rivas-Urbanizaciones, Madrid.

La lucha contra el terrorismo a nivel mundial no puede basarse ni en actos ni en guerras revanchistas, como la que prepara el presidente Bush, que son ejecutados al margen de la ONU, ni puede ignorar el derecho internacional ni las propias bases democr¨¢ticas de nuestro sistema occidental. Tampoco podemos olvidar que las causas que lo originan son la pobreza, marginaci¨®n, desesperaci¨®n de pueblos con razas, culturas y religiones distintas a las del opulento Occidente.

Si al terrorismo de ETA se viene respondiendo desde el respeto al Estado de derecho y desde el cumplimiento constitucional de libertades y derechos, el Gobierno de Aznar tambi¨¦n debe respetar estos principios al combatir otros terrorismos, cualquiera que sea su ¨¢mbito.

El seguidismo y falta de liderazgo que vienen acusando distintos Gobiernos de la Uni¨®n Europea al conceder plenos poderes a la primera potencia econ¨®mica y militar, hoy herida en su egocentrismo, para declarar y hacer otra vez sus guerras, no puede continuar.

La Uni¨®n Europea debe reflexionar y aceptar que es receptora de inmigrantes ¨¢rabes y que tiene lazos de vecindad con estos pa¨ªses (muy fuertes en nuestro pa¨ªs). Por otro lado, tampoco podemos olvidar las 'otras guerras' de Estados Unidos -Vietnam, Chile de Allende, Centroam¨¦rica, Ir¨¢n-Irak, Afganist¨¢n (bien directamente o a trav¨¦s de la CIA).

La Uni¨®n Europea debe empezar a influir activamente y desde bases democr¨¢ticas en el nuevo orden mundial del siglo XXI, propulsando las v¨ªas pol¨ªticas y no la escalada b¨¦lica para la resoluci¨®n de los conflictos (por ejemplo, Palestina), acciones que deben basarse en el respeto mutuo de culturas y religiones diferentes, y, sobre todo, actuar con pol¨ªticas econ¨®micas tendentes a eliminar las desigualdades econ¨®micas y sociales (denunciadas por los movimientos antiglobalizaci¨®n) entre pa¨ªses ricos y pobres, que empujan a estos ¨²ltimos a distintos movimientos sociales violentos y desesperados porque 'nada tienen que perder, salvo el hambre y la miseria'.- Rosa Garc¨ªa P¨¦rez. San Sebasti¨¢n, Gip¨²zcoa.