Mi linda progres¨ªa
A ra¨ªz del tremendo impacto en vidas humanas pero tambi¨¦n en densidad emocional que ha significado el atentado de Manhattan, se han liberado algunos viejos resortes de nuestra alma colectiva. Y me ha sorprendido c¨®mo me llegaba a parecer viejo lo nuevo de estos d¨ªas, las reacciones, las palabras, los an¨¢lisis. Como si ante un momento cr¨ªtico y a la vez desconcertante de la historia s¨®lo fu¨¦ramos capaces de levantar una artiller¨ªa dial¨¦ctica muy antigua. Especialmente en el corpus ideol¨®gico que sustenta eso tan lindo, tan querido y tan previsible que es nuestra vieja progres¨ªa. Ha vuelto Quico el progre, le ha sacado el polvo a su ra¨ªda trenca adolescente, ha encontrado por ah¨ª un viejo Cambio 16 y, a melena suelta, ha reaccionado ante la locura de Manhattan con el manual ad hoc de Bah¨ªa Cochinos. Perm¨ªtanme que haga el balance de mi personal e intransferible cr¨ªtica a esa sensaci¨®n de pensamiento monol¨ªtico que me ha producido el pensamiento oficialmente progre de estos d¨ªas.
Primero, hay que ser obligatoriamente antiamericano, reducida toda la complejidad de EE UU a una ¨²nica versi¨®n Rambo 3 inequ¨ªvocamente mal¨¦fica cuyos problemas s¨®lo derivan de su primaria invasi¨®n. ?Que si he o¨ªdo decir, en bocas de la izquierda, que lo que hab¨ªa pasado se hab¨ªa gestado en los errores de la pol¨ªtica exterior norteamericana? No s¨®lo eso, sino que a veces hasta me parec¨ªan m¨¢s enconados los debates sobre esa pol¨ªtica que el peso hiriente de un atentado real. EE UU es malo por naturaleza y todo, todito lo que pasa en el mundo, se debe a su pol¨ªtica marine hinchando las narices del personal. En ese an¨¢lisis digamos tan ecl¨¦ctico de la realidad el manique¨ªsmo ha funcionado tan a la perfecci¨®n que s¨®lo cab¨ªan dos frentes del pensamiento a lado y lado de la frontera, de esa frontera simb¨®lica que han sido las torres hundi¨¦ndose: los yanquis son los dominantes, los otros los dominados. Ergo, los malos surgidos de entre los dominados nacen de la maldad de la dominaci¨®n. Bien simple, bien f¨¢cil, hasta profundamente satisfactorio como si las piezas de nuestro desconcierto encajaran de golpe. El peque?o detalle de que la mayor¨ªa de los defensores de tan redonda teor¨ªa hubieran estudiado en universidades americanas, tengan en su haber unos cuantos viajes a Nueva York -para comprar libros-, se hayan paseado por las anchas carreteras del interior en plan Telma y Louise y por supuesto enviaran a su prole a estudiar tambi¨¦n a EE UU no tiene ninguna importancia. ?Contradicciones inevitables del buen burgu¨¦s progresista!
Pero como algunos a¨²n creemos que es en la izquierda donde dicen que m¨¢s 'se piensa', nos duele esta reducci¨®n simplista, llevada al absurdo, de una realidad mundial que presenta m¨¢s perversiones internacionales que las dichas. Igual que EE UU no es una pieza monol¨ªtica previsible, sino un magma de extraordinaria vitalidad donde se dan olores de libertad, luchas nobles y la defensa activa de unos s¨ªmbolos, nacidos de la ilustraci¨®n, s¨ªmbolos que tambi¨¦n son los nuestros, igual que todo ello es as¨ª de contradictorio, tampoco es cierto que el mundo no occidental tenga inscrita en la frente la condici¨®n ¨²nica de v¨ªctima. Tambi¨¦n surgen de ah¨ª pol¨ªticas internacionales agresivas, intolerantes, a menudo perversas. Y es en este punto donde planteo el segundo aspecto del catecismo del buen progre que estos d¨ªas hemos visto practicar: todo lo de Israel es malo, en l¨®gica proyecci¨®n de la perversi¨®n yanqui, y todo lo palestino es bueno. Que algunos chicos malos de Ham¨¢s, bien nutridos de petrod¨®lares saud¨ªes, hayan hecho reventar a ni?os y padres en los autobuses de Tel-Aviv, o se hayan lanzado sobre escuelas jud¨ªas forrados de explosivos, qu¨¦ son sino antip¨¢ticas contingencias de la lucha... De la misma manera que la intelectualidad progresista ha practicado una tolerancia cero con Israel, ha reducido todo un complejo pa¨ªs y con una gran vitalidad interior a una pura caricatura de Sharon, ha practicado tambi¨¦n una total tolerancia con los movimientos terroristas ¨¢rabes. La pretendida condici¨®n de v¨ªctimas les ha perdonado toda barbaridad cometida. Y as¨ª, mientras EE UU e Israel eran la encarnaci¨®n de la perversi¨®n internacional, ni un solo progre ha tenido tiempo de ser cr¨ªtico con Sud¨¢n y su terror¨ªfico fascismo, con Siria y sus milicias destructivas de Hezbollah, con la pol¨ªtica de agresiva injerencia internacional de esa preclara y fina democracia que es Arabia Saud¨ª. Y con todo el terrorismo ¨¢rabe surgido de grandes potencias que lo han alimentado con grandes fortunas.
As¨ª, no se sabe muy bien c¨®mo, en un momento tan extra?o, dif¨ªcil y dif¨ªcilmente analizable de la historia, el pensamiento de la izquierda ha funcionado como si esto fuera la Cuba de la revoluci¨®n en plena crisis de misiles. Como si nuestro Quico no hubiera construido una sola idea nueva desde aquel feliz momento en que las construy¨® todas y, tal vez, dej¨® de pensar... ?Para qu¨¦ si todo estaba pensado? Pero las cosas se han vuelto complejas y excepto la ¨²nica verdad verdadera, que es que son las poblaciones civiles las que acaban padeci¨¦ndolo todo, lo dem¨¢s no es ya tan maniqueo. Habr¨¢ que construir un pensamiento nuevo si no queremos que, felizmente sentados en el sof¨¢ de dise?o maldiciendo a los yanquis imperialistas de siempre, la realidad nos d¨¦ de bofetones hasta en el carnet. Que ni las trencas adolescentes nos caben, ni esto es Bah¨ªa Cochinos.
Pilar Rahola es escritora y periodista. pilarrahola@hotmail.com
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