Un estudio demuestra los peligros para la salud de los turnos de trabajo nocturnos
Uno de cada cinco empleados en las sociedades urbanas realiza su labor por la noche
El hombre es un animal c¨ªclico que registra de forma natural su mayor capacidad de actividad a la luz del d¨ªa. Pero las sociedades urbanas y desarrolladas tienden a alargar las fases productivas durante las 24 horas, lo que obliga a uno de cada cinco trabajadores a realizar turnos y a trabajar por la noche. Un estudio elaborado en la Universidad de Surrey (Reino Unido) demuestra que estas actividades nocturnas pueden ser perjudiciales para la salud. Entre sus efectos est¨¢n problemas de sue?o y concentraci¨®n, molestias gastrointestinales y un 40% m¨¢s de riesgo de sufrir dolencias cardiovasculares.
La actividad del hombre est¨¢ regida por la luz. Ella es la m¨¢xima responsable de ajustar lo que los cient¨ªficos llaman los ciclos circadianos del ser humano. La temperatura corporal, la concentraci¨®n de melatonina, los niveles de triglic¨¦ridos o su capacidad de atenci¨®n dependen de la hora del d¨ªa, seg¨²n recogen las autoras del art¨ªculo, Shantha Rajaratnam y Josephine Arendt, publicaco en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista The Lancet. Su trabajo es una revisi¨®n de investigaciones efectuadas en los ¨²ltimos a?os.
Por eso es importante que el reloj biol¨®gico del hombre est¨¦ sincronizado con su entorno. Los ritmos de sue?o pueden regularse con una ligera exposici¨®n a la luz, sobre todo si las personas tienen obligaciones que les marcan una rutina. Pero un nivel lum¨ªnico de unos 100 lux, equivalente al normal en oficinas y hogares, puede no ser suficiente para mantener la 'sincronizaci¨®n ¨®ptima' del ritmo circadiano de la persona, de acuerdo con las autoras del estudio.
Entre las 4.00 y las 6.00 es cuando la temperatura corporal es menor. En ese intervalo de tiempo las concentraci¨®n de melatonina -el gran regulador del ciclo circadiano- alcanza un nivel m¨¢ximo. Todo ello coincide con un mayor tiempo de reacci¨®n del organismo.
Los investigadores han demostrado que las comidas que se toman a esas horas aumentan m¨¢s la concentraci¨®n de triglic¨¦ridos en plasma, lo que se asocia con el mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares entre aquellos que comen por la noche. La tolerancia a la glucosa tambi¨¦n empeora por la noche.
Estas conclusiones coinciden con las presentadas por CC OO el mes pasado. Seg¨²n el estudio del sindicato, los trabajadores nocturnos (m¨¢s de 2,5 millones en Espa?a) son m¨¢s propensos a padecer ¨²lceras y alteraciones de sue?o, como indic¨® el coordinador del informe, ?ngel Carcoba.
El estudio publicado en The Lancet se?ala los efectos de la falta de sue?o. Los trabajadores nocturnos duermen menos y peor que los que tienen jornadas normales (que las autoras fijan de 8.00 a 17.00), por lo que son m¨¢s propensos a sufrir accidentes. El impacto de la somnolencia en estos percances es mayor que el del alcohol y las drogas, y su impacto econ¨®mico puede cifrarse en unos 15 billones de pesetas cada a?o en todo el mundo, de acuerdo con el c¨¢lculo de las investigadoras.
Si la vigilia se prolonga, la actividad disminuye. Por ejemplo, una persona que est¨¢ despierta 21 horas seguidas tiene una capacidad de actuaci¨®n equivalente a la de alguien con una concentraci¨®n de alcohol en sangre del 0,08%, una tasa con la que no est¨¢ permitido conducir en la mayor¨ªa de los pa¨ªses occidentales.
Pero muchos de los trabajadores no tienen siempre el mismo turno, sino que lo cambian peri¨®dicamente. El estudio analiza la relaci¨®n entre niveles m¨¢ximos de melatonina y horas de sue?o de los operarios de una plataforma petrol¨ªfera, una instalaci¨®n que est¨¢ en funcionamiento las 24 horas seguidas. Las investigadoras concluyen que la adaptaci¨®n es mejor cuando el horario nocturno se mantiene durante m¨¢s tiempo, por ejemplo en ciclos de dos semanas.
Hay cambios en los horarios a¨²n m¨¢s r¨¢pidos. Son los que se producen por los viajes largos en avi¨®n (el jet-lag). Al cabo de cuatro a?os, esta ruptura cr¨®nica del ciclo circadiano puede afectar a la memoria y disminuir la capacidad de concentraci¨®n.
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