Una jornada de estudio y oraci¨®n en Dar ul Ulum
El d¨ªa empieza temprano en Dar ul Ulum. Antes de las cinco y cuarto de la madrugada, los estudiantes ('talib¨¢n', en la lengua local) se levantan para la primera plegaria, el fajr. El resto de la jornada est¨¢ consagrado al estudio del Cor¨¢n.
La vida en la madraza es espartana. Despu¨¦s del primer rezo y la lectura del Cor¨¢n, los internos desayunan un vaso de t¨¦ y una pieza de pan. A las siete y cuarto se inician las clases.
Cuarenta profesores instruyen a los alumnos en ¨¢rabe, caligraf¨ªa, el Cor¨¢n, los hadith (dichos del profeta) y las escuelas de pensamiento del islam.
A mediod¨ªa se interrumpe el estudio para rezar el sohur, y luego, los estudiantes disponen de un descanso para el almuerzo. No hay un gran comedor colectivo. Cada cual recoge su comida en una ventana de la cocina y comparte ese momento con los compa?eros de su elecci¨®n.
Carne, verduras y arroz
La comida es modesta. Un plato ¨²nico que cambia cada d¨ªa, pero que b¨¢sicamente se compone de carne, verduras y arroz, con su correspondiente pan ¨¢cimo.
A las dos de la tarde se vuelve a clase, hasta la llamada del almu¨¦dano para la oraci¨®n del asr, a eso de las cinco.
Despu¨¦s, los pupilos disponen de tiempo libre para practicar algo de deporte: cr¨ªquet, f¨²tbol u otros juegos.
'El ejercicio tambi¨¦n es necesario para la yihad', justifica a su vez Hafez ul Haq, 'y es bueno para los estudiantes'.
Sin embargo, desde el d¨ªa de los atentados se ha reducido la actividad deportiva. En su lugar 'debaten la situaci¨®n, leen los peri¨®dicos o escuchan la BBC'.
No hay aparatos de televisi¨®n en Dar ul Ulum. 'No est¨¢ prohibido que vean las noticias, y lo hacen cuando salen de aqu¨ª, pero no la utilizamos como entretenimiento', explica el profesor quitando importancia a su conocida oposici¨®n a ese medio de comunicaci¨®n.
Las instalaciones de la madraza son monacales. Las habitaciones carecen de muebles. Alguna de las aulas est¨¢ instalada en un piso a medio construir. La cocina, con su suelo de tierra, sus ollas antediluvianas y su horno de barro para el pan, parece una imagen de una pel¨ªcula de ambiente medieval.
La llamada al maghreb marca el inicio de un nuevo periodo de estudio. Es tiempo de hacer los deberes o de asistir a alguna clase de ¨²ltima hora. Luego, la cena, el rezo de la isha y a dormir.
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