Las futuras t¨¦cnicas de identificaci¨®n de personas utilizar¨¢n datos biol¨®gicos

El cuerpo ser¨¢ nuestro pasaporte. Y ser¨¢ infalible. Las futuras medidas de seguridad apuntan en esa direcci¨®n. El mercado tom¨® nota de los sucesos del 11 de septiembre y el d¨ªa de la reapertura de la Bolsa de Wall Street no todo fueron malas noticias para los inversores: las empresas tecnol¨®gicas relacionadas con la seguridad vivieron una jornada de euforia, con alzas en alg¨²n caso superiores al 100%. Se trataba de empresas que ofrecen dispositivos para identificar a una persona basados en la biometr¨ªa: huellas dactilares, los rasgos del iris, la retina o las facciones del rostro. Todo vale.

Esta tecnolog¨ªa se utiliza ya para controlar c¨¢rceles, hospitales y aeropuertos

La seguridad. En el cielo y en la tierra. En un aeropuerto y en las ciudades. ?Deber¨¢ convertirse Nueva York en una fortaleza? ?Qu¨¦ grado de seguridad debe admitir esta ciudad dado lo sucedido el 11 de septiembre? Algunos expertos en seguridad consultados por los diarios norteamericanos describ¨ªan un panorama de misiles tierra-aire dispuestos a proteger la estatua de la Libertad, Times Square convertido en un paseo peatonal para impedir la utilizaci¨®n de coches bomba, perros polic¨ªa recorriendo las calles siguiendo su fino olfato como parte del mobiliario urbano, puertas inteligentes en los edificios p¨²blicos, detectores en cualquier acceso. Muchos conclu¨ªan que eso ser¨ªa una forma de aceptar una derrota. 'Hace una semana, algunas medidas resultaban inaceptables', dec¨ªa Tom Kelly, portavoz del transporte metropolitano. 'Pero ahora hay que tenerlo todo en cuenta'. Todo.

Por eso Howard Safir, antiguo comisionado de polic¨ªa de Nueva York y ahora en funciones de asesor de la compa?¨ªa ChoicePoint, se?alaba que podr¨ªa ser suficiente con 100 c¨¢maras de vigilancia en Times Square. Cien c¨¢maras con tecnolog¨ªa basada en la biometr¨ªa, c¨¢maras que permitan identificar a una persona a muchos metros de distancia, en plena calle. E identificarla significa, a trav¨¦s de sus datos faciales, conocer de inmediato nombre y apellidos, domicilio, ficha policial, si es el caso, y toda cuanta informaci¨®n pueda uno imaginarse susceptible de estar almacenada en una base de datos conectada con la polic¨ªa.

La tecnolog¨ªa necesaria para ello est¨¢ en el mercado. Por esa raz¨®n, la Bolsa fij¨® la vista en determinadas empresas. Se hablar¨¢ mucho de la biometr¨ªa durante un tiempo. La industria de la seguridad mueve unos 180 billones de pesetas al a?o, pero que las acciones de algunas compa?¨ªas subir¨ªan de forma inmediata ya hab¨ªa sido anunciado por Brian Ruttenberg, vicepresidente de Morgan Keegan. 'Buena parte de los 40 millones de d¨®lares aprobados por el Congreso para reforzar las medidas de seguridad en los aeropuertos con car¨¢cter inmediato ir¨¢n a parar a esas empresas'.

Las acciones de Indetix, una compa?¨ªa con 60 empleados que ten¨ªa previsto contratar a 15 personas este a?o, subieron el martes un 71,4%, mientras que Visionics lo hizo un 93,2%. Visionics ha desarrollado un sistema, el FaceIt, que puede identificar individuos a distancia a trav¨¦s de 80 rasgos faciales, desde la distancia entre sus ojos, las curvas de sus p¨®mulos y la anchura de su puente nasal. American Science subi¨® un 57%. Invision Technologies super¨® el 50%. Byoscrypt Inc, que ha desarrollado un sistema de identificaci¨®n a trav¨¦s de la huella dactilar, ha sido elegida por Continental Airlines, la quinta compa?¨ªa a¨¦rea norteamericana, para aplicarlo entre sus 20.000 empleados.

Buena parte de las empresas que cotizan al alza est¨¢n relacionadas con formas de identificaci¨®n biom¨¦tricas y con rastreo de objetos a partir de rayos X, capaces de detectar un cuchillo de pl¨¢stico escondido en un abrigo. Buena parte de esta tecnolog¨ªa se utiliza ya, pero en lugares tan definidos como las c¨¢rceles y hospitales (para limitar el acceso a los historiales m¨¦dicos de los pacientes) y tambi¨¦n en aeropuertos.

Aunque algunas de estas empresas no fueron tomadas muy en consideraci¨®n durante a?os, lo cierto es que sus ingresos se han elevado desde los 8,2 millones de d¨®lares en 1992 a los 50 en 1998, seg¨²n datos de Internacional Biometric Group. La tecnolog¨ªa que han desarrollado se ha vuelto m¨¢s barata y m¨¢s manejable. Una de las aplicaciones donde estaban obteniendo m¨¢s ¨¦xito era en lo relacionado con formas de identificaci¨®n a trav¨¦s de huellas dactilares para uso en los ordenadores, como sustitutivo de las claves de acceso. El porcentaje de empresas que ha reconocido haber sufrido accesos no autorizados en sus bases de datos se han doblado en dos a?os, del 12% en 1998 al 23% en 1999.

No hay que irse muy lejos para detectar aparatos que se usan para identificar personas. En alg¨²n importante aeropuerto espa?ol cada autom¨®vil que entra en el aparcamiento es fotografiado a trav¨¦s de las c¨¢maras de vigilancia, que registran el modelo de coche y su matr¨ªcula, adem¨¢s del rostro de los ocupantes del veh¨ªculo. Esa foto registra su hora de llegada y salida. Si el sistema estuviera conectado con una base de datos, ser¨ªa inmediato identificar a cada visitante. Lo mismo sucede en los estadios de f¨²tbol de Primera y Segunda divisi¨®n. Identificar a una persona a trav¨¦s de su huella dactilar, de la palma de la mano, de su voz, del iris, de la retina o de sus rasgos faciales es hoy posible y resultan infalibles comparados con otros sistemas tradicionales. Las aplicaciones de esta tecnolog¨ªa son muy variadas. William Gallard, portavoz de la IATA, la Agencia Internacional del Trasporte A¨¦reo, se inclina por la identificaci¨®n a trav¨¦s del iris, por ejemplo. 'Nuestra asociaci¨®n cree que ser¨ªa el m¨¦todo m¨¢s aceptable internacionalmente', dice. 'Una mujer musulmana podr¨ªa ser identificada sin necesidad de que se desprendiera del velo'.

'El uso de todos estos dispositivos est¨¢ ya en el mercado, como el de las microc¨¢maras, con una ¨®ptica de un mil¨ªmetro y una gran capacidad para obtener una imagen di¨¢fana', dice Jes¨²s Delgado, gerente de una empresa espa?ola. 'Pero su aplicaci¨®n en los t¨¦rminos en que se est¨¢ hablando requiere tiempo y una cuantiosa inversi¨®n econ¨®mica y, adem¨¢s, poner en relaci¨®n esos sistemas con una base de datos. Hay mucho por hacer, pero la Interpol ya ha hablado estos d¨ªas de poner en conexi¨®n la informaci¨®n policial'.