Inicio de curso con vistas al Parlamento

'Espa?a corre el riesgo de quedarse fuera de la armonizaci¨®n del espacio europeo, que fue la prioridad acordada por los Gobiernos en la Declaraci¨®n de Bolonia'. Esta advertencia lanzada el jueves en Valencia por el presidente de la Conferencia de Rectores, Saturnino de la Plaza, no es una cr¨ªtica al uso, como ha pretendido dar a entender el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en un intento por frenar los m¨²ltiples cuestionamientos y dudas que se ciernen sobre el sistema espa?ol de aprobarse, tal y como ha sido enviada al Parlamento, la futura Ley Org¨¢nica de Universidades (LOU).

La LOU no s¨®lo se distancia de los criterios de homologaci¨®n de estructuras, estudios y cr¨¦ditos hacia los que avanzan los socios de la Uni¨®n Europea, sino que adem¨¢s pone en jaque 'la pluralidad y riqueza de las universidades espa?olas consolidadas en el marco auton¨®mico', remata De la Plaza. Ambas cuestiones ya han sido subrayadas por los presidentes auton¨®micos vasco y catal¨¢n, Juan Jos¨¦ Ibarretxe y Jordi Pujol, en sus respectivas inauguraciones del curso acad¨¦mico la semana pasada. Los dos presidentes han defendido 'las competencias que les otorga el autogobierno para consolidar los sistemas universitarios auton¨®micos' y han cerrado filas en defensa de 'la autonom¨ªa universitaria'.

En esa direcci¨®n, De la Plaza, ante m¨¢s de un centenar de ingenieros reunidos en la Polit¨¦cnica de Valencia, asever¨® que 'la LOU debe de delimitar con claridad las competencias del Estado, de las comunidades aut¨®nomas y de las universidades', porque, 'de lo contrario, se corre el riesgo de retroceder 20 a?os'.

As¨ª las cosas, la inauguraci¨®n el viernes pasado de la primera apertura de la Universidad Jaume I de Castell¨®n, as¨ª como la de ma?ana en la Universidad de Valencia, dan el banderazo de salida a un curso que comienza marcado por el pulso del Gobierno central por implantar un modelo de gesti¨®n universitaria basado, en palabras del ministerio, en 'la cohesi¨®n estatal'. Para el sistema universitario valenciano, la nueva ley tiene, pues, implicaciones adicionales. Como se?alan distintos responsables universitarios, tal como est¨¢ concebida 'introducir¨¢ gastos econ¨®micos considerables', necesarios para poner en marcha el sistema de acreditaciones, el de evaluaci¨®n de la calidad, entre otros elementos. Se trata de partidas que 'no est¨¢n presentes en el plan de financiaci¨®n' propio de la Comunidad Valenciana y que introducen nuevas incertidumbres en el modelo valenciano, entre cuyas principales virtudes est¨¢ el dar estabilidad al escenario financiero de las universidades.

En contexto, el tono que emplee el presidente auton¨®mico valenciano, Eduardo Zaplana, el pr¨®ximo viernes en la apertura del curso de la Universidad de Alicante -a la que hace cinco a?os que no vuelve, despu¨¦s de la traum¨¢tica segregaci¨®n de centros decretada para crear la de Elche que marc¨® el inicio de su divorcio con las universidades valencianas- puede despejar algunas claves de hacia d¨®nde camina el sistema universitario valenciano.