Mostovoi vuelve a reinar

Los resultados se mantienen fieles para un Celta en proceso de formaci¨®n. Agarrado a una consistencia defensiva sin discusi¨®n, el equipo de V¨ªctor Fern¨¢ndez comienza a dar muestras de lo que de ¨¦l se espera, aunque de momento de forma discontinua. Mientras, los rivales van cayendo sin oler su porter¨ªa. Pas¨® ayer el Mallorca por Bala¨ªdos y se fue de vac¨ªo. Los de Vigo llevan ocho goles a favor y ninguno en contra en cuatro partidos y contemplan la Liga desde lo m¨¢s alto de la clasificaci¨®n.

Hay muchos nuevos futbolistas en el Celta, algunos de expediente intachable, pero los momentos sublimes siempre llegan de la mano del mismo. A sus 33 a?os, Mostovoi parece dispuesto a ser un curso m¨¢s el jugador determinante, el que convierte un equipo bueno en deslumbrante, con su lucidez para lanzar al ataque a sus compa?eros y poner la pelota siempre a salvo. A su lado, Boban pareci¨® un modesto que busca sitio en el equipo titular.

Pues con Mostovoi inspirado, con la defensa bien armada y con los irregulares impulsos de futbolistas como Jesuli o Edu, el Celta hizo del partido un ejercicio de autoridad. Es cierto que el Mallorca pareci¨® encontrar por momentos el hilo del encuentro, pero fueron espejismos en medio del l¨²cido e intermitente f¨²tbol celeste. Con centrales como los del Celta o con centrocampistas como Luccin es dif¨ªcil encontrar caminos por el centro, como lo intent¨® el Mallorca, que no supo explotar la m¨¢s modesta aportaci¨®n de los laterales gallegos.

M¨¢s irregular fue el Celta en el primer tiempo que en el segundo, cuando el gol que anot¨® Edu en el minuto 40 acab¨® de inclinar la balanza a su favor. Domin¨®, pas¨® apuros y volvi¨® a mandar, y en esta ¨²ltima fase estaba cuando Mostovoi teledirigi¨® la pelota desde el lateral del ¨¢rea a la cabeza del brasile?o, que anot¨® sin esfuerzo.

La segunda mitad sirvi¨® para certificar las dificultades que entra?a abrir un hueco en la defensa celeste y para asumir que Boban es un proyecto a medio plazo. Sin demasiados apuros, Catanha se puso al nivel del intermitente Celta: primero err¨® un gol cantado para en la siguiente jugada poner el partido a salvo. Ocurri¨® al aprovechar un tiro de Mostovoi escupido por el larguero.