El millonario rebelde
'Aqu¨ª no se nos habla a todos igual', insiste dolido el brasile?o
Roberto Carlos, que mantiene un pulso con el Madrid para que le suban sus ingresos -sueldo de 500 millones de pesetas netos al a?o- procur¨® respetar los mandamientos de El Libro Azul cuando ayer la prensa le convoc¨® para que explicara el trasfondo de su litigio. El Libro Azul es una especie de manual de conducta que, como dijo el presidente, Florentino P¨¦rez, en la asamblea general ha propiciado 'que se limiten al m¨ªnimo las declaraciones incorrectas de los jugadores'.
Obediente, Roberto Carlos dijo que no volver¨¢ a negociar su contrato 'hasta el a?os 2005'. Dijo que estaba feliz y que en el Madrid le trataban bien. En suma, 'que no pasa nada'. Habl¨® con diplomacia salvo en un desliz muy sutil: el reproche por el trato desigual que imparte el club a los jugadores: '[El Real Madrid] con cada jugador habla de una forma. Conmigo hablan de una forma, con Savio de otra, con Karanka, con Iker... A cada uno lo tratan de manera distinta'.
Aqu¨ª, el jugador dej¨® entrever el verdadero origen de su malestar: lo que ¨¦l supone un trato favorable del club hacia Figo, Ra¨²l, Hierro y Zidane. Porque Roberto Carlos, en esta plantilla, se siente m¨¢s ajeno que nunca. Su antiguo valedor, el ex presidente Lorenzo Sanz, ya no aparece despu¨¦s de los partidos a acariciarle la calva. Aquellos gestos paternales han sido sustituidos por el trato distante de P¨¦rez. El actual presidente, que paga m¨¢s de 1.000 millones a sus dos fichajes estrella, Figo y Zidane, no le hace m¨¢s caso a Roberto Carlos que a Karanka.
Cuando el viernes pasado vio que Valdano le recib¨ªa acompa?ado de Butrague?o y el director de m¨¢rketing, Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez, para negarle una subida de sueldo, se sinti¨® tratado como un mero empleado d¨ªscolo.
El s¨¢bado, tras marcarle al Espanyol, se neg¨® a celebrar con sus compa?eros y se dirigi¨® al palco -donde estaban Valdano y P¨¦rez- se?al¨¢ndose la oreja, como para que escucharan el clamor del p¨²blico. ?Intent¨® presionarlos? ?l lo niega: 'Se lo dediqu¨¦ a mi hija Roberta. Tengo el respeto suficiente por Valdano como para esperar a que termine el partido y hablar con ¨¦l en el vestuario. No se me ocurrir¨ªa manchar mi imagen con un gol (...) Pero yo soy as¨ª. Me r¨ªo con todos. Con Ra¨²l, con Hierro Orej¨®n, con Figo, del poco pelo de Zidane (...) y con Valdano. Nos hemos re¨ªdo porque le he dicho que no entiendo en qu¨¦ consisten las reglas de ese Libro Azul'.
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