As¨ª se prepar¨® su majestad
La puesta a punto de Jordan ha sido todo un misterio. Sus sesiones de entrenamiento se han realizado en el m¨¢s absoluto de los secretos. Desde junio pasado, el jugador se recluy¨® en su gimnasio privado de Chicago para disputar partidillos informales con varias estrellas de la NBA y alguno de sus futuros compa?eros en los Wizards con el objetivo de calibrar cu¨¢l era su verdadero estado de forma.
Jordan solicit¨® la presencia de jugadores de primer¨ªsimo nivel, como Kobe Bryant, Vince Carter o Tracy McGrady, pero ¨¦stos no aceptaron su invitaci¨®n. En cambio, otros, como Antoine Walker (Boston), Penny Hardaway (Phoenix) y Michael Finley y Juwan Howard (Dallas) s¨ª acudieron a su llamada. El ¨²nico requisito era guardar absoluto secreto sobre cualquier detalle de los entrenamientos. Fueron sesiones a puerta cerrada. Pese a ello, Rick Telander, el muy prestiogioso colaborador de la cadena ESPN, pudo colarse en el gimnasio en los ¨²ltimos d¨ªas de agosto y ver en acci¨®n a Jordan.
Jordan quiso que estas sesiones se asemejaran lo m¨¢s posible a la competici¨®n. Danny Crawford, uno de los ¨¢rbitros m¨¢s veteranos de la NBA, y varios de sus colegas tambi¨¦n fueron invitados para dirigir los improvisados cinco contra cinco. Adem¨¢s de los colegiados y unos 15 jugadores, en la pista se encontraban su preparador f¨ªsico, Tim Grover; el director del gimnasio, George Kohler, y su ch¨®fer y confidente, Lou Canellis.
Partidos a diez puntos
Los partidos se disputaron a diez puntos, sin tiros libres ni triples. El equipo que ganaba segu¨ªa jugando. Jordan volvi¨® a mostrar un f¨ªsico portentoso, aunque despu¨¦s de cada esfuerzo, seg¨²n relat¨® Telander, se le detectaba una leve cojera. Finley fue el encargado de marcarle. Jordan logr¨® dos canastas consecutivas, pero su equipo perdi¨® (10-6).
Segundo partido: Jordan cambi¨® de equipo y eligi¨® a Antoine Walker, Bobby Simmons, Shelley Clark y Courtney Alexander. Decidi¨® jugar de base, con Finley y Hardaway encargados de marcarle. En esta ocasi¨®n no estuvo tan acertado en el ataque y lo ¨²nico destacado fue una gran asistencia a Alexander. Su equipo no tuvo buena actitud defensiva y volvi¨® a perder, esta vez por 10-9.
Jordan empez¨® a desesperarse. Quer¨ªa ganar como fuese y, de nuevo, recurri¨® al primer quinteto. Se situ¨® de base puro y desde el centro de la zona dirigi¨® el ataque como si fuera Stockton. Pocas veces se le ha visto en esta posici¨®n. Sus pases eran perfectos y, cuando su equipo iba un punto arriba, grit¨®: '?8-7, 8-7!'. Jordan anot¨® una canasta ante Hardaway y, por fin, logr¨® la victoria: 10-8. Concluido este duelo, Air parec¨ªa algo asfixiado.
El siguiente partido se desarroll¨® muy r¨¢pido. Volvi¨® a ganar (10-7) y el ¨²ltimo punto fue suyo. Entonces lleg¨® un peque?o descanso, aprovechado por sus hijos para lanzar a canasta.
El juego se reanud¨® con Hardaway, Walker y Finley como rivales. Jordan sigui¨® en racha, otra vez en el puesto de base. Con 9-4 a favor y el bal¨®n en su poder, era inevitable lo que iba a suceder: pidi¨® el bal¨®n, dribl¨® a su marcador y anot¨® un tiro de cinco metros. Sac¨® la lengua y se repleg¨® bajo su tablero. Era Michael en estado puro.
Tras m¨¢s de dos horas de entrenamiento y seis partidos acab¨® la sesi¨®n. Tres victorias y tres derrotas para Jordan. Para Telander, 'lo m¨¢s relevante es que hubo fases de los partidos en las que Michael domin¨® el juego tal como lo hac¨ªa anta?o'.
Clausurada la sesi¨®n, Jordan subi¨® las escaleras y entr¨® en el gimnasio. Levant¨® unas pesas y se rehidrat¨®.
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