Dos objeciones y un acierto
El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2002 se present¨® ayer en un entorno caracterizado por el incremento de incertidumbre que rodea al escenario macroecon¨®mico y financiero, tanto internacional como dom¨¦stico. El Presupuesto podr¨¢ incidir o no en la actividad econ¨®mica nacional, pero sin duda se ve afectado por ella. El d¨¦ficit p¨²blico tiene un importante componente c¨ªclico: los ingresos aumentan y los gastos disminuyen en las fases econ¨®micas expansivas, y lo contrario ocurre en las fases recesivas. Por consiguiente, si el entorno macroecon¨®mico es m¨¢s d¨¦bil de lo esperado, el resultado inevitable ser¨¢ un mayor d¨¦ficit p¨²blico del previsto.
Adem¨¢s, en una uni¨®n monetaria, la pol¨ªtica fiscal es el ¨²nico instrumento del que disponen las autoridades econ¨®micas nacionales para hacer frente a posibles choques asim¨¦tricos, propios de su econom¨ªa local. As¨ª, el dise?o presupuestario debe mirar con un ojo al Banco Central Europeo, tratando de anticipar la pol¨ªtica monetaria llevada a cabo para acomodar el choque com¨²n que supone para Europa la desaceleraci¨®n de Estados Unidos. Pero con el otro ojo debe mirar a la situaci¨®n econ¨®mica propia, por si fuera necesaria una pol¨ªtica fiscal m¨¢s expansiva que la deseada inicialmente. Finalmente, debe mirar con ambos ojos a las pol¨ªticas fiscales que sigan el resto de pa¨ªses de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria: un pa¨ªs no debe ir de viajero sin billete, aplicando una pol¨ªtica fiscal m¨¢s expansiva que los dem¨¢s, pero tampoco puede ser el ¨²nico viajero que paga el billete, aplicando una pol¨ªtica m¨¢s restrictiva que el resto de los pa¨ªses.
Un escenario macroecon¨®mico optimista. El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2002 se basa en un escenario en el que la econom¨ªa espa?ola va a crecer incluso m¨¢s que en 2001, el 2,9%, lo que desborda todas las previsiones, incluso las m¨¢s optimistas, sobre la evoluci¨®n de nuestra econom¨ªa durante el pr¨®ximo a?o. La previsi¨®n m¨¢s razonable es que dicho crecimiento se sit¨²e entre el 2% y el 2,5%, sin descartar un riesgo a la baja en funci¨®n de dos factores: el incierto escenario internacional y el efecto salida de un posible sobrecalentamiento del consumo y de la construcci¨®n que est¨¦ teniendo lugar a lo largo de este a?o, como resultado del afloramiento de efectivo atesorado negro.
Un objetivo de d¨¦ficit demasiado ambicioso. El Presupuesto plantea el objetivo de equilibrio presupuestario. Pero, dada la previsible evoluci¨®n econ¨®mica, aspirar a un d¨¦ficit cero el a?o que viene supone alcanzar un super¨¢vit estructural. Es decir, una vez que las cuentas se corrigen del efecto c¨ªclico, el d¨¦ficit cero se convierte en super¨¢vit. ?Necesitamos realmente un super¨¢vit estructural el a?o que viene? Tanto la situaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, el segundo ojo, como la evoluci¨®n previsible de las pol¨ªticas fiscales del resto de pa¨ªses de la zona euro, los dos ojos, sugieren que dicho esfuerzo presupuestario podr¨ªa no ser apropiado en estos momentos, sino que ser¨ªa preferible dejar actuar a los estabilizadores autom¨¢ticos, permitiendo que la econom¨ªa espa?ola alcanzara en 2002 un desfase en las cuentas p¨²blicas de aproximadamente el 0,5% del PIB. Es decir, un d¨¦ficit cero estructural. ?Debemos ir a una pol¨ªtica m¨¢s expansiva? Probablemente no, dado que el tono de la pol¨ªtica monetaria continuar¨¢ siendo laxo, con unos tipos de inter¨¦s reales cercanos a cero.
Un tono apropiado de la pol¨ªtica fiscal.Una vez se combina un escenario macroecon¨®mico optimista, el primer error, con un riguroso objetivo de super¨¢vit estructural para 2002, el segundo error, se obtiene un tono adecuado para la pol¨ªtica fiscal el a?o pr¨®ximo. El motivo es que probablemente, con el Presupuesto que se present¨® ayer, se alcanzar¨¢ un d¨¦ficit p¨²blico del 0,5% del PIB, lo que implicar¨ªa una pol¨ªtica fiscal pr¨¢cticamente neutral durante 2002. Es decir, un d¨¦ficit estructural cero, que es el objetivo apropiado para el contexto internacional y dom¨¦stico en el que se va a desenvolver nuestra actividad. En conclusi¨®n, aunque el arco pueda estar un poco desviado, el desplazamiento de la diana lo compensa plenamente. Esta vez han dado en el blanco.
Miguel Sebasti¨¢n es director del Servicio de Estudios del BBVA.
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