Lucrecia Martel bucea en la familia argentina en 'La ci¨¦naga'
El filme fue ganador del premio al mejor gui¨®n en el Festival de Sundance
Si Lucrecia Martel se hubiera imaginado que su primer largometraje iba a conseguir el ¨¦xito que ha tenido -gan¨® el premio al mejor gui¨®n en el Festival de Sundance y el de mejor ¨®pera prima en Berl¨ªn-, sin duda hubiera sufrido menos. Eso lo dice ahora, cuando todav¨ªa menciona la oscuridad y soledad en la sala de montaje de una historia agobiante sobre la familia argentina, que compone todo un recuerdo muy personal.
Nacida en Salta, al norte de Argentina, esta directora de 35 a?os, con una elegancia especial, ha volcado en su primer largometraje todo el agobio que ella percibe en la clase media argentina, 'que sufre una par¨¢lisis intelectual y de ideolog¨ªa tan adivinada recientemente a nivel mundial tras el pensamiento preb¨¦lico que ha surgido a ra¨ªz del atentado a las Torres Gemelas de Nueva York'.
Sol, mucho calor, una tierra anegada por las lluvias tropicales y un hervidero de relaciones familiares en el norte de Argentina, una zona tradicional, conservadora y cat¨®lica, coinciden en este filme, en el que dos accidentes re¨²nen a dos familias en el campo, donde tratan de sobrevivir a un verano del demonio. El filme, protagonizado por Graciela Borges, Mercedes Mor¨¢n, Mart¨ªn Adjeiman y Leonora Balcarce, se estrena hoy, tras su paso por la secci¨®n Zabaltegi del Festival de San Sebasti¨¢n, en las pantallas espa?olas.
Lucrecia Martel, crecida durante la dictadura militar y arrancada, as¨ª, del concepto de participaci¨®n pol¨ªtica, tiene clara su responsabilidad a la hora de plasmar esa desorientaci¨®n que vive la sociedad argentina. Pero se niega a aceptar la realidad y entregarse al destino. 'Creo firmemente en la voluntad de las personas por cambiar la realidad. Esa misma potencia y violencia que se retratan en La ci¨¦naga indica la inaceptabilidad ante la par¨¢lisis y el hundimiento de una sociedad. Creo que en estos momentos de crisis y austeridad obligada en Argentina, hay signos de reflexi¨®n sobre el futuro, despu¨¦s de la fiesta de derroche y corrupci¨®n que marc¨® la era Menem'.
La ausencia de m¨²sica, el tratamiento de una naturaleza inquietante y nada id¨ªlica, y una estructura narrativa en la que no existe el crescendo dram¨¢tico dan un toque especial a La ci¨¦naga. 'La m¨²sica es una especie de red que genera una contenci¨®n que no quer¨ªa para mi pel¨ªcula', dice Lucrecia Martel, que este oto?o se instalar¨¢ en Par¨ªs, con una beca del Festival de Cannes, para escribir su pr¨®ximo gui¨®n, La ni?a santa, una historia sobre una adolescente m¨ªstica educada en una parroquia de Salta.
Babelia
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