David Cronenberg entra en el complejo mundo de la esquizofrenia
Ralph Fiennes persuadi¨® al director canadiense para realizar la pel¨ªcula y rueda con ¨¦l 'Spider' en Londres
La c¨¢mara est¨¢ a punto de disparar cuando cae un fuerte chaparr¨®n sobre las parcelas de hortalizas de un suburbio londinense. Ralph Fiennes se guarece en una vieja chabola donde segundos antes rememoraba traum¨¢ticos recuerdos de la infancia de su personaje, un individuo esquizofr¨¦nico que responde al nombre de Spider (Ara?a). El ni?o Spider, el debutante Bradley Hall, corre hacia el toldo de los t¨¦cnicos. Y Gabriel Byrne, su padre en la pantalla, se protege bajo el paraguas del novelista Patrick McGrath, cuyo cl¨¢sico de terror, titulado Spider como el apodo del protagonista, ¨¦l mismo ha adaptado al cine. 'Todo marcha bien', dice el realizador David Cronenberg, 'incluso cuando llueve y perdemos una hora de trabajo. El plan de rodaje es corto, ocho semanas, y en la eficacia reside nuestra fuerza. Todo el equipo se ha entregado al proyecto y la tarea est¨¢ resultando ciertamente muy grata'.
'Exploro los aspectos po¨¦ticos de la mitolog¨ªa de Freud y me acerco al n¨²cleo familiar, a esa qu¨ªmica explosiva que une a los miembros de una familia', dice el cineasta
Fue Fiennes el motor inicial de la puesta en escena de Spider y quien persuadi¨® al canadiense Cronenberg para que se situara tras la c¨¢mara en Londres. 'Recib¨ª el gui¨®n de McGrath con una carta personal del representante de Ralph Fiennes resaltando el inter¨¦s de su cliente en el proyecto. Me sorprendi¨® porque los agentes prefieren mantener todas las opciones abiertas hasta el ¨²ltimo momento. Pero yo sab¨ªa que Ralph llevaba a?os interesado y que sent¨ªa gran pasi¨®n por la novela. No me gusta pensar en ning¨²n actor en concreto cuando leo o desarrollo un gui¨®n pero en este caso la fusi¨®n de Ralph con el protagonista era perfecta y no me pude resistir', recuerda.
Tambi¨¦n Cronenberg sinti¨® una cercana conexi¨®n con la historia creada por el novelista londinense. Compleja y psicol¨®gicamente aterradora, narra el trauma de Spider desde que, de ni?o, creyera que su padre hab¨ªa matado a su madre para sustituirla por una impostora. Recuerdos, sue?os y falsas realidades vuelven a brotar a?os despu¨¦s cuando el adulto Spider recupera la libertad pero descuida el tratamiento que le ayuda a mantener la cordura. 'Los sue?os y la realidad se funden no s¨®lo en la pel¨ªcula, sino en la vida misma. Yo creo que ambos son igualmente reales. Es un tema que trat¨¦ en eXistenZe, mi filme anterior, y ahora lo analizo desde otro ¨¢ngulo. Los recuerdos, las decepciones, las distorsiones de la memoria son tan genuinos como el momento presente y aqu¨ª se interrelacionan, se mezclan y luchan por dominar unos sobre los otros', explica durante un cambio de escenario.
'No soy paranoico'
'Yo no soy una persona paranoica, pero me identifico con Spider', contin¨²a. 'Comprendo la complejidad y la capacidad que uno tiene de caer en la confusi¨®n. Entiendo el deseo de suprimir cosas y distorsionar los aspectos demasiado dolorosos de soportar hasta llegar a una fase de la vida en que se debe confrontarlos'. 'Pero', interviene Gabriel Byrne, 'esta pel¨ªcula no va de personajes, sino de ideas. Estamos ante dos realidades que bullen en la cabeza de un individuo. Lo que el protagonista percibe puede o no puede ser verdad y el resto de los actores representamos tanto su reconstruida imaginaci¨®n como sus recuerdos. Cronenberg se enfrenta a la locura y est¨¢ descubriendo la forma de hacerla cre¨ªble en la pantalla'.
En el gran puzzle del rodaje, el realizador est¨¢ reviviendo el subconsciente haciendo que el personaje de Fiennes camine por sus propios recuerdos. 'En Dead Zone, el personaje de Christopher Walken era el espectador de sus visiones. Aqu¨ª voy un poco m¨¢s lejos y Spider est¨¢ f¨ªsicamente presente en sus recuerdos', apunta Cronenberg. La toma del anochecer confirma su explicaci¨®n: en la puerta de la chabola, Fiennes est¨¢ absorto en sus pensamientos sin apercibir la escena que enfrente edifican Byrne y Hall a partir de esos mismos pensamientos.
'Hay un elemento existencialista en esta historia que me atrajo particularmente. Debido a extra?as circunstancias, Spider es un existencialista cl¨¢sico. Ha creado su propia realidad y ha aceptado que est¨¢ solo, que es ¨²nico y que no puede esconderse ni protegerse de su realidad', comenta el director.
Pero, ante todo, son las teor¨ªas de Freud las que envuelven su primer trabajo en suelo brit¨¢nico, que rueda con su habitual director de fotograf¨ªa, Peter Suschitzky, y con su mujer, Denise, a cargo del vestuario. 'Es freudiano sin caer en el dogmatismo cl¨ªnico. Exploro los aspectos po¨¦ticos de la mitolog¨ªa de Freud y me acerco al n¨²cleo familiar, a esa qu¨ªmica explosiva que une a los miembros de una familia. No lo hago de una forma esquem¨¢tica ni cl¨ªnica porque no puedo rodar un concepto ni los actores pueden interpretar una teor¨ªa. Tampoco me preocupa presentar con exactitud los s¨ªntomas de un esquizofr¨¦nico con tal de que Spider sea una criatura ¨²nica metida en su propia vida. Quiero tocar nervios universales con los que la gente puede conectar pero que sean al mismo tiempo ¨²nicos, sorprendentes y reveladores'.
Cronenberg se considera un profesional intuitivo que llega al plat¨® sin un storyboard ni un plan predeterminado. 'Simplemente, trabajo con los actores y me dejo llevar por lo que siento que est¨¢ bien. Sigo un proceso escultural, f¨ªsico y con textura. No me gusta fijarme limitaciones y prefiero, en cambio, dejar espacio a los accidentes. Me dejo guiar por las circunstancias, la inspiraci¨®n e incluso la desesperaci¨®n', explica de su proceso de trabajo. En la intuici¨®n entra en juego un elemento cerebral que ha conducido a Cronenberg y a Fiennes a imaginar Spider como un personaje extra¨ªdo de las novelas de Samuel Beckett y pr¨®ximo incluso a la imagen rom¨¢ntica del autor irland¨¦s. 'Ante todo', replica Byrne, 'Cronenberg es un gran observador y un perfeccionista, lo cual aporta mucha seguridad. Te vuelve loco porque pide cinco, ocho, diez tomas de una misma acci¨®n, pero sobre mi frustraci¨®n brillan su inteligencia y su calma. Me ha sorprendido su buen humor y... su f¨ªsico. Esperaba encontrar a un tipo alto, con el pelo casta?o y gafas enormes; resulta que es bajo, canoso y no lleva gafas'.
Obst¨¢culos al cine de autor
Contar con Ralph Fiennes en cabeza de reparto no agiliz¨® la financiaci¨®n de Spider. Contenci¨®n y prudencia parecen las contrase?as de los inversores y David Cronenberg tuvo que sudar cada d¨®lar de los aproximadamente ocho millones que necesitaba para rodar la adaptaci¨®n de Patrick McGrath. 'Fue incre¨ªblemente dif¨ªcil, pero, bueno, no me sorprende. En los ¨²ltimos cuatro a?os, resulta duro para las superproducciones de Hollywood y casi imposible para las independientes. Vivimos un periodo sin precedentes en el cine debido quiz¨¢ al mercado mundial de las estrellas o al ambiente financiero provocado por el desastre de la burbuja tecnol¨®gica. Esta pel¨ªcula todav¨ªa podr¨ªa fracasar', advierte. El riesgo parece superado y el rodaje, que comenz¨® con tres semanas de exteriores en Londres, concluy¨® esta semana en Toronto. El apoyo de Fiennes, la determinaci¨®n de su colega, Gabriel Byrne, por dar ox¨ªgeno a un creador de impecable estilo visual y con una filmograf¨ªa que, en palabras del actor irland¨¦s, 'hace que la gente reaccione', adem¨¢s de la paciencia del resto del equipo a la hora de cobrar sus honorarios, renovaron la energ¨ªa y el entusiasmo de Cronenberg para superar todos los obst¨¢culos. Y, como sucedi¨® con Videodrome, The fly, Dead ringers o Crash, su nuevo trabajo suscitar¨¢ opiniones encontradas a la hora del estreno, previsto a mediados del a?o pr¨®ximo.
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