Como rusos y afeminados
Consciente de que 'la memoria es espantosamente incompleta adem¨¢s de poco fiable', el narrador de este libro cuenta sus primeros cuarenta a?os de vida entre la opresiva sociedad brit¨¢nica del medio siglo y la esperanzadora imagen de una Espa?a ilusionada tras la muerte de Franco y precavida tras el 23-F. El historiador irland¨¦s, nacionalizado espa?ol en 1984, Ian Gibson (Dubl¨ªn, 1939) ha escrito la autobiograf¨ªa de un 'hispanista empedernido' convencido de que el fanatismo metodista de su entorno familiar y la dram¨¢tica frialdad de las relaciones personales (que s¨®lo toleraba expresiones de afecto entre 'franceses, rusos y afeminados') no son para ¨¦l y decide poner en pr¨¢ctica un Programa de Liberaci¨®n Personal que excluye, ante todo, la permanencia en el Reino Unido.
VIENTO DEL SUR
Ian Gibson Plaza & Jan¨¦s Barcelona, 2001 262 p¨¢ginas. 2.995 pesetas
La generaci¨®n de una nueva realidad autobiogr¨¢fica permite al autor enunciar los asuntos m¨¢s graves con un grado de verosimilitud que habr¨ªa sido dif¨ªcil alcanzar con su propio nombre y apellidos. La violencia del sistema educativo ingl¨¦s -que no suprimir¨¢ los castigos corporales hasta la victoria de Tony Blair-, la brutalidad impuesta por los usos religiosos - '?malditos puritanos!', clamar¨¢ ante las sucesivas pruebas de la perversi¨®n de la espiritualidad que alcanzan su momento ¨¢lgido en el divertido relato de su llegada a la sede suiza de Rearme moral- y la necesidad de ajustar cuentas tambi¨¦n consigo mismo -las reflexiones sobre su fracasado primer matrimonio o su padre son de un verismo pucciniano- empujan al narrador a abandonar la docencia para instalarse en una Espa?a que saborea ya el fin de la dictadura, donde ser¨¢ testigo asombrado del asombroso tardofranquismo.
Adem¨¢s, se apellida Mart¨ªnez. Como en el poema de Montobbio, al protagonista se le aparece una Alicia, amazona largamente so?ada, entre la alfalfa y la risa de la manifestaci¨®n del primero de mayo de 1977 en Vallecas. No se le puede pedir m¨¢s al cierre de la trama sentimental vivida por este observador feliz, pero ni con eso consigue difuminar el hecho fundamental de que este Viento del Sur est¨¢ lleno de verdades como pu?os, de lectura obligada para los interesados en la reciente historia de Espa?a y para quienes la han protagonizado y en el camino han sido v¨ªctimas, en distinto grado, de la amnesia que acompa?a todo proceso de modernizaci¨®n. Ian Gibson, como Ehrenburg, duda del legendario individualismo ('el espa?ol, no cab¨ªa duda, ven¨ªa al mundo ya gregario') y arremete sin tregua contra el miedo, ese 'gran enemigo del hombre' que condiciona vidas y decide destinos. Y cuando la narraci¨®n llega a su cenit, cumplido el sue?o de habitar un carmen granadino con la amada, se interrumpe para dejar al lector a la espera del segundo y jugoso volumen de esta imprescindible cr¨®nica de Espa?a que tambi¨¦n lo es de muchos espa?oles.
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