El desconcierto de los aliados

Dirigentes de la UE y de la OTAN han coincidido estos d¨ªas en expresar su desconcierto porque, tras aprobar solemnemente su disposici¨®n a participar en las acciones militares que prepara EE UU, no han recibido ninguna petici¨®n concreta de Washington. Algunas fuentes, especialmente en la UE, sospechan que EE UU quiere tener las manos libres porque, como advierte George Bush, no variar¨¢ sus planes 'para adaptarse a la coalici¨®n'. Otras, en la OTAN, sostienen que 'no saben d¨®nde ir, a qui¨¦n atacar ni qu¨¦ medios emplear'.

El pasado lunes, en una reuni¨®n de embajadores de la OTAN, varios de los asistentes, entre ellos el estadounidense y el propio secretario general de la Alianza, hablaron expl¨ªcitamente de la conveniencia de prepararse para usar los medios comunes de que dispone la organizaci¨®n, entre ellos los aviones AWACS de alerta y control. Se trataba de activar hasta sus ¨²ltimos extremos el art¨ªculo quinto del Tratado que, adem¨¢s de prever que cada aliado debe acudir con sus medios en defensa de otro atacado, incluye la posibilidad de emplear los medios comunes de defensa.

El mi¨¦rcoles, los ¨¢nimos se hab¨ªan calmado en la reuni¨®n de los ministros de Defensa de la OTAN, a la que asisti¨® el subsecretario del Pent¨¢gono, Paul Wolfowitz. No s¨®lo no pidi¨® nada, sino que tampoco asegur¨® que los ataques proced¨ªan 'del exterior', ¨²nica condici¨®n impuesta por la Alianza para activar el art¨ªculo quinto hasta el final. Por eso, los reunidos no dieron luz verde para dar ese paso, en contra de todas las previsiones de las horas anteriores.

'Piden esfuerzo financiero e intensificaci¨®n de los trabajos de las redes de inteligencia, pero ninguna aportaci¨®n militar concreta', aseguran en la OTAN. Washington nos dice, agregan, que 'hasta que no sepan qu¨¦ grupos hay detr¨¢s, d¨®nde est¨¢n sus integrantes, se les haga un seguimiento o incluso cuenten con agentes dobles... no sabr¨¢n qu¨¦ hacer exactamente'. Luego, precisan, vendr¨¢n seguramente 'los ataques a¨¦reos y las operaciones de comando, pero hasta entonces...'. 'Lo cierto es que hoy la pregunta es c¨®mo habr¨¢ que activar el art¨ªculo quinto despu¨¦s de haberlo evocado hace dos semanas. Algo se har¨¢, pero nadie sabe c¨®mo', concluyen.

Como dej¨® claro Wolfowitz, son los propios pa¨ªses, m¨¢s que la OTAN, los que recibir¨¢n o ya han recibido peticiones concretas, como el uso de sus espacios a¨¦reos o bases. As¨ª, Washington tendr¨ªa las manos m¨¢s libres, una vez que tanto la OTAN como la UE han puesto condiciones a su participaci¨®n directa (que el ataque se produjo 'desde el exterior', para la Alianza, y que las represalias tengan 'objetivos definidos', para la UE). El desconcierto en la UE no es menor, una vez que los Quince decidieron el viernes pasado que 'los pa¨ªses miembros de la UE est¨¢n dispuestos a participar' en la 'leg¨ªtima' respuesta militar que emprenda Washington.

En la entrevista de anteayer entre Bush y Guy Verhofstadt, presidente de turno de la UE y primer ministro belga, ¨¦ste le pidi¨® 'una lista de lo que podr¨ªa ser la ayuda, la aportaci¨®n de la UE en las acciones militares, diplom¨¢ticas y otras contra el terrorismo', en palabras de Verhofstadt. Recibi¨® la gen¨¦rica respuesta de que Europa debe luchar contra las redes financieras de los terroristas.

Pero parte de la contestaci¨®n a este desconcierto europeo, sospechan en Bruselas, puede encontrarse en la frase pronunciada por Bush, tras asegurar que EE UU est¨¢ dispuesto a mantener en solitario la lucha contra el terrorismo: 'Continuaremos hasta cumplir nuestra misi¨®n, y os aseguro que no cambiar¨¢ para adaptarse a la coalici¨®n'.

EE UU tampoco ha aportado datos sobre el origen del ataque o sobre su sospecha de que Osama Bin Laden est¨¢ implicado.