Autodeterminaci¨®n
La moderaci¨®n creo que es una de las mejores maneras de ver los asuntos cotidianos. No obstante, los acontecimientos, dimes y diretes que est¨¢n ocurriendo en torno a la villa condal, hacen indicar que las cosas ya no parezcan muy razonables por lo que la moderaci¨®n queda en segundo lugar, provocando que se llegue a la conclusi¨®n de que estamos en una isla desierta y dejados de la mano de Dios. As¨ª, el Gobierno hace caso omiso a las peticiones del Consistorio sobre las rotondas que se est¨¢n construyendo, las colas van en aumento y las obras no cumplen las previsiones; sobre la restauraci¨®n de la Sala Dorada del Palau, nadie sabe nada. Y ahora, seg¨²n Sanidad, el ¨²ltimo afectado de legionela ha cogido la enfermedad en Cocentaina y nuestros representantes no son ni llamados a la reuni¨®n donde se trat¨® el problema. Olvidando la moderaci¨®n, lo mejor para todos ser¨ªa pedir la autodeterminaci¨®n.
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