El Cipollini de las cumbres

La ¨²ltima paradoja de la Vuelta, la carrera de todas las contradicciones, ser¨¢ la que se produzca hoy en el podio de la Puerta de Alcal¨¢, en Madrid. Si Zabel no lo remedia con un improbable 10? puesto en la contrarreloj, Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez, el genuino Chava, el hombre por cuya inestabilidad tantos sufren y padecen, se alzar¨¢ con el premio a la regularidad, una de las clasificaciones secundarias m¨¢s prestigiosas. El derrotado ser¨¢ nada menos que Erik Zabel, el alem¨¢n imbatible, el sprinter que ha llegado de verde a Par¨ªs los seis ¨²ltimos Tours. No, no es que el Chava, o Chavel, como le ha bautizado Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, se haya hecho sprinter, es que la Vuelta es diferente y Zabel, que, en demostraci¨®n de profesionalidad, ha terminado la ronda pese a no ganar un sprint desde la cuarta etapa, se dio cuenta demasiado tarde de que podr¨ªa no ganar en su terreno.

En el Tour, donde se quiere que el ganador de la regularidad o clasificaci¨®n por puntos, sea un sprinter, las etapas de contrarreloj y monta?a punt¨²an menos que las llanas. En la Vuelta, todas valen lo mismo. Y en una Vuelta en la que ha habido m¨¢s llegadas en alto (siete) que sprints masivos (cuatro), complicado lo ten¨ªa el alem¨¢n, pese a que tambi¨¦n puntuaban las metas volantes. Y si hay un especialista como Jim¨¦nez, verdadero sprinter de la monta?a cuando la moral lo permite, peor todav¨ªa.

El Chava, que ha actuado como un Cipollini de las llegadas en alto, ha ganado en tres de las siete (La Demanda, Pal y Arcal¨ªs) y, salvo en Aitana, el d¨ªa de su espant¨¢, en las dem¨¢s no termin¨® peor que cuarto. Ocup¨® ese puesto en La Molina y el segundo en Lagos y ayer en Abantos. Demasiado para Zabel. Por culpa del escalador del Barraco, la Vuelta lo tendr¨¢ hoy dif¨ªcil para imitar al Tour. Una de las fotos cl¨¢sicas de la grande boucle es la que se hacen en el podio ante el Arco del Triunfo el ganador del maillot amarillo, el de los lunares de la monta?a y el del verde regular.