El auge del turismo contrasta con la crisis de otros sectores, el paro y el fen¨®meno de la inmigraci¨®n

El turismo se ha consolidado como una de las patas fundamentales de la econom¨ªa gaditana, que cojea en otros sectores, como el pesquero y el industrial, y que contrasta con problemas como el tr¨¢fico de drogas o la llegada de inmigrantes irregulares. Frente a los positivos indicadores tur¨ªsticos, que no dejan de crecer, el fracaso de las negociaciones pesqueras con Marruecos ha supuesto un varapalo de consecuencias a¨²n imprevisibles y que cobrar¨¢ su verdadera dimensi¨®n cuando finalicen, el 31 de diciembre, las ayudas econ¨®micas que perciben mensualmente los armadores y marineros afectados.

El panorama es especialmente desalentador en localidades como Barbate, cuya poblaci¨®n depende directa o indirectamente en un 70% de la flota que ahora permanece amarrada forzosamente a puerto, y, en menor medida, en Algeciras y El Puerto de Santa Mar¨ªa.

Las grandes industrias de la Bah¨ªa de C¨¢diz y el Campo de Gibraltar no viven tampoco su mejor momento, lo que, unido a la excesiva implantaci¨®n de la econom¨ªa sumergida que no aflora -en algunos caso dependientes de actividades il¨ªcitas como el narcotr¨¢fico-, han impedido a la provincia aprovechar el ritmo de generaci¨®n de empleo en los porcentajes deseados de otros territorios.

As¨ª las cosas, C¨¢diz sigue ostentando el honor de liderar las estad¨ªsticas del desempleo nacional con un 14 % de parados seg¨²n el Instituto Nacional de Empleo y casi el doble, conforme a la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA). La renta per c¨¢pita de la provincia es adem¨¢s de las m¨¢s bajas del pa¨ªs, aunque este factor negativo se alivia con una inflaci¨®n muy por debajo de la media nacional.

Los sindicatos y empresarios gaditanos achacan esta realidad al gran peso del sector terciario, a la estacionalidad de los empleos, al elevado n¨²mero de personas que cobran pensiones por jubilaci¨®n, y a la carencia de infraestructuras. Este ¨²ltimo factor es el m¨¢s 'sangrante' para los agentes sociales, que denuncian que el mapa de carreteras y v¨ªas ferroviarias no ha variado pr¨¢cticamente nada en los ¨²ltimos 20 a?os. Este problema end¨¦mico se agrava con el hecho de que C¨¢diz es la ¨²nica provincia que tiene una autopista de peaje para comunicarse con Sevilla. El abandono hist¨®rico en las comunicaciones afecta sobremanera al Campo de Gibraltar.

En este escenario, encuentran su asidero las maf¨ªas dedicadas al narcotr¨¢fico, al blanqueo de dinero, al transporte de inmigrantes y a la especulaci¨®n urban¨ªstica. Algunos municipios padecen en sus carnes una excesiva servidumbre de suelo militar o protegido por parques naturales, especialmente Barbate y San Fernando.

As¨ª las cosas, las irregularidades urban¨ªsticas inundan buena parte del litoral gaditano. El recorrido comienza en la costa noroeste de la provincia con polos de edificaciones ilegales como la Jara y Punta Montijo, entre Sanl¨²car de Barrameda y Chipiona. En esta ¨²ltima localidad, se levanta tambi¨¦n Aguadulce, y en Rota las construcciones de Tres Piedras. De ah¨ª se salta a la Bah¨ªa de C¨¢diz hasta llegar a la costa de la comarca de la Janda, donde han proliferado las edificaciones ilegales en zonas r¨²sticas y en algunos casos en primera l¨ªnea de playa. El Colorao y Fuente del Gallo, en Conil; El Palmar, en Vejer, y los Ca?os de Meca y Zahora, en Barbate, son ejemplos, en especial estos ¨²ltimos casos, de junglas urban¨ªsticas.

El Lentiscal, en Bolonia, una pedan¨ªa de Tarifa, y Monte Betis, Monte de la Pe?a, y El Chaparral en el municipio tarife?o albergan construcciones irregulares. Torre Guadiaro, en San Roque, y El Zabal, en La L¨ªnea completan la proliferaci¨®n de viviendas irregulares que, en la mayor¨ªa de los casos, son segundas residencias en suelos r¨²sticos con protecci¨®n por razones paisaj¨ªsticas, agr¨ªcolas o de otro tipo.

Permisividad municipal

Esta permanente violaci¨®n urban¨ªstica ha sobrevivido gracias a la permisividad de los ayuntamientos. Esta circunstancia ha obligado a la Junta de Andaluc¨ªa a retiras las competencias urban¨ªsticas a cuatro ayuntamientos (La L¨ªnea, Tarifa, San Roque y Barbate), y a crear la Oficina de Protecci¨®n del Litoral.

Los movimientos ecologistas han denunciado estos atropellos urban¨ªsticos y otros relacionados con grandes operaciones que han recibido varapalos judiciales del Tribunal Superior de Justicia de Andalucia como Atlanterra, en Tarifa, o Montenmedio, en Barbate. Sin embargo, los ecologistas han perdido fuerza por la separaci¨®n del movimiento verde entre Ecologistas en Acci¨®n y Agaden.