Corcuera est¨¢ 'convencido' de que pod¨ªa regalar 'joyas de 90.000 pesetas m¨¢s IVA'

El ex ministro del Interior Jos¨¦ Luis Corcuera rechaz¨® ayer tajantemente ante la Audiencia de Madrid haberse enriquecido con los fondos reservados y expres¨® su convicci¨®n de estar autorizado por una norma vigente durante su mandato para hacer regalos de Navidad a las esposas de los altos cargos, aunque ¨¦stas fueran 'joyas de 90.000 pesetas m¨¢s IVA'. El fiscal general del Estado, Jes¨²s Cardenal, expres¨® al Consejo General del Poder Judicial su 'preocupaci¨®n y malestar' por que el presidente del tribunal 'consintiera la inaceptable actitud' del ex ministro Jos¨¦ Barrionuevo.

Con un tono vehemente hasta la exaltaci¨®n y extensas disquisiciones en sus respuestas, Corcuera hizo una s¨®lida defensa de s¨ª mismo y consigui¨® apabullar al fiscal, hasta imponerse claramente como ganador del debate ante las c¨¢maras que retransmiten el juicio en directo.

A diferencia de Barrionuevo, el ex ministro Corcuera admiti¨® que hablaba a veces con el entonces secretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, del destino de los fondos reservados, pero 'no de forma exhaustiva', como tampoco justificaba de 'forma exhaustiva' las solicitudes de ampliaci¨®n de cr¨¦ditos para esas partidas.

Pero cuando el fiscal pretendi¨® abrir brecha en esa declaraci¨®n, recibi¨® el primer mandoble de Corcuera: 'Estoy absolutamente convencido de que se justificaban mucho m¨¢s esas ampliaciones de cr¨¦dito que las ampliaciones del secreto del sumario que ped¨ªa usted. Con una diferencia: que yo cumpl¨ªa la ley y tengo serias dudas de que la cumpla usted'.

Corcuera culp¨® al fiscal Luz¨®n de haber permitido su 'linchamiento' y su 'empalamiento p¨²blico' durante los siete a?os que lleva en el banquillo, pese a haberle pedido amparo frente a las filtraciones de detalles del sumario. 'Y usted no hizo absolutamente nada', acus¨®.

Luz¨®n se interes¨® en otro momento por dos cheques de 10 millones y otro de 50 millones de fondos reservados correspondientes al mismo d¨ªa en que Corcuera tom¨® posesi¨®n. El ex ministro se encendi¨®: 'Ni idea se?or. Me figuro que tendr¨ªa que ver con compromisos anteriores. Pero ?c¨®mo voy a tener idea de esos cheques el mismo d¨ªa que llego al ministerio? Me parece de una mala f¨¦ incre¨ªble'.

Corcuera neg¨® que hubiese autorizado que con los fondos reservados se pagasen sobresueldos, aunque admiti¨® que 'alguno no actu¨® como era debido'. Insisti¨® en la que es su ¨²nica esperanza en este juicio: ['Que se sepa] que tuve a mi disposici¨®n importantes cantidades de dinero de los fondos reservados y no me llev¨¦ ni un duro'.

Sobre la acusaci¨®n de haber regalado joyas a las esposas de sus subordinados, Corcuera admiti¨® que pudo equivocarse al cargar esos regalos a la partida de fondos reservados en vez de a la de protocolo, pero a?adi¨®: 'Si de algo me arrepiento es de haber sido tan escaso con gente a la que dej¨¦ sin vacaciones o que les obligu¨¦ a interrumpirlas dejando a sus mujeres e hijos'.

El ex ministro critic¨® al fiscal por seguir insistiendo en las 'joyas del ministro Corcuera', que eran, dijo, 'obsequios de 80.000 o 90.000 pesetas con IVA', de menor valor que muchas cestas de Navidad. 'Pero ?qu¨¦ clase de joyas cree que se puede comprar con 80.000 pesetas? ?Cree que sirvieron para enriquecer a las esposas de los altos cargos?', le espet¨® al fiscal.

Tras puntualizar que el importe de sus regalos 'no tiene nada que ver con esos pelucos de cinco millones de los que se habla ahora' -en alusi¨®n a los del caso Gescartera-, Corcuera intent¨® un golpe de efecto al exhibir ante el tribunal un reloj de pulsera: '?ste es un reloj que regal¨® el Senado a todos los senadores', dijo.

'?Por qu¨¦', pregunt¨® en otro momento, 'quien presenta la demanda [el actual ministro de Defensa, Federico Trillo] puede hacer obsequios y yo no? Corcuera reiter¨® que estaba autorizado a hacer esos regalos aunque fuera por una 'norma de ¨ªnfimo rango', tal como la califica un escrito con anotaciones personales del fiscal que Corcuera exhibi¨® ante el tribunal, jact¨¢ndose de haberlo recibido de una periodista.

Un incidente final tuvo lugar cuando Luz¨®n termin¨® su interrogatorio: 'Qu¨¦ pena no estar en igualdad de condiciones con el fiscal, porque no estoy seguro de qui¨¦n estar¨ªa sentado aqu¨ª hoy'. Luz¨®n pidi¨® que constase en acta esta frase.