El PP alega falta de 'demanda social' para impedir la ampliaci¨®n de la ley del aborto

El PP cerr¨® ayer la puerta a cualquier modificaci¨®n de la actual legislaci¨®n sobre el aborto. Ni siquiera dej¨® resquicio alguno para que se reabra el debate en el Congreso, como ped¨ªan cinco partidos de la oposici¨®n. 'No existe demanda social', argument¨® la diputada popular Alicia Castro,para no tomar en consideraci¨®n las proposiciones de ley presentadas en el pleno por el grupo socialista, IU y tres partidos del grupo Mixto. Frente a la invitaci¨®n de la socialista Micaela Navarro -'no hurten el debate'-, la representante popular tild¨® de inoportunas las iniciativas.

'Para el hombre, el aborto es una cuesti¨®n cient¨ªfica, jur¨ªdica y ¨¦tica; para la mujer, violencia y sufrimiento'. Con este alegato extra¨ªdo de un libro feminista, el diputado Joan Saura, de IC-Verds, incit¨® a los parlamentarios a revisar la legislaci¨®n sobre el aborto por considerarla insuficiente, y abog¨® por una ley de plazos (14 semanas) que dejara en manos de la mujer la responsabilidad y la decisi¨®n de abortar o no. Sin embargo, su propuesta, como las de los otros cuatro partidos, qued¨® condenada al fracaso. Como hab¨ªa anunciado desde el principio, el PP bloque¨® ayer en el Congreso la tentativa de cinco partidos de la oposici¨®n de reabrir el debate sobre el aborto. A pesar de todo, el conato de debate qued¨® esbozado al exponer cada partido sus respectivas proposiciones, tendentes a ampliar los supuestos o a defender una ley de plazos.

Las propuestas iban desde la moderada solicitud socialista de a?adir a la ley existente un cuarto supuesto, hasta la m¨¢s audaz ley de plazos de 16 semanas de IU. La diputada popular Alicia Castro zanj¨® la viabilidad de todas ellas al negar que hubiera necesidad de reabrir un debate que el Tribunal Constitucional hab¨ªa dejado resuelto: 'No responden a una demanda social y rompen el equilibrio jur¨ªdico', afirm¨®. Despu¨¦s de considerar que las propuestas eran inoportunas y reiterativas, ya que muchas de ellas repet¨ªan punto por punto y con id¨¦ntica redacci¨®n, incluidas las comas, modificaciones defendidas en legislaturas anteriores, proclam¨® que la primac¨ªa de la mujer no pod¨ªa ser absoluta ni mermar la protecci¨®n del nasciturus. Acus¨® a la oposici¨®n de patrimonializar la voz de las mujeres.

Defensa de la vida

Por si alguien ten¨ªa dudas de que para el PP la legislaci¨®n actual ha alcanzado ya su l¨ªmite, Alicia Castro termin¨® diciendo que 'el progreso no se mide en funci¨®n de la libertad para abortar sin l¨ªmites', sino que ¨¦ste viene definido por aspectos m¨¢s ligados al sentir de los tiempos, entre ellos 'la defensa de la vida'.

El debate alcanz¨® su momento cr¨ªtico justamente cuando el pasado se cruz¨® con el presente al traer a colaci¨®n sus se?or¨ªas la conmemoraci¨®n del derecho al sufragio femenino, concedido por las Cortes republicanas en 1931 por 161 votos a favor y 121 en contra. Tanto Marisa Castro de Izquierda Unida como Micaela Navarro, del PSOE, hab¨ªan aludido a la efem¨¦rides: para seguir removiendo los obst¨¢culos contra la mujer hab¨ªa dicho Castro; para continuar avanzando, propuso Navarro. La representante popular, Alicia Castro, la ¨²ltima en subir a la tribuna de oradores, dio la vuelta al argumento y desat¨® las iras de los esca?os de Izquierda Unida y la helada sonrisa del PSOE, al capitalizar el voto femenino como un logro 'que trajo la derecha'. Alud¨ªa a la diputada a la fuerte pol¨¦mica que precedi¨® en las Cortes republicanas la concesi¨®n del voto femenino entre las parlamentarias Clara Campoamor, del partido radical, y defensora a ultranza de los derechos de la mujer y Victoria Kent, socialista, que tem¨ªa que la dependencia de la muejer de confesores la hiciera votar conservador. Sin embargo, el s¨ª final se obtuvo con los votos socialistas-con alguna excepci¨®n- los de peque?os grupos republicanos y los de la derecha, pero no s¨®lo de ¨¦sta.

En el Pleno flot¨® el fantasma de otra fecha m¨¢s reciente, la del 22 de septiembre de 1998, cuando el Congreso estuvo a punto de aceptar la revisi¨®n del aborto a propuesta del grupo socialista. Un solo voto de diferencia a favor del PP impidi¨® abrir del todo esta puerta entreabierta. La ausencia del diputado socialista Francisco V¨¢zquez, evit¨® que se produjera un empate, con la consiguiente frustraci¨®n de las mujeres socialistas. Desde entonces, la cuesti¨®n ha quedado pendiente. El pleno de ayer fue la ocasi¨®n para que Marisa Castro, de IU, denunciara la existencia de 'burkas invisibles' que condicionan a la mujer y la 'sutil tutela que padece al no poder decidir por s¨ª misma y tener que aceptar el dictamen de jueces, m¨¦dicos, maridos, amantes y novios'. Una alusi¨®n a denuncias y venganzas masculinas que tambien resalt¨® Saura. Record¨® que existen 300 expedientes judiciales abiertos contra mujeres y sanitarios, y aludi¨® al juicio que se iniciar¨¢ el 17 de octubre en Castell¨®n. Abog¨® porque la mujer decida 'sin dar explicaciones a nadie' aunque consulte con su marido o su amante -'si merece ser consultado', recalc¨®-, y puso en evidencia la inhibici¨®n de la red p¨²blica en las intervenciones, cubiertas por la privada, cuando ¨¦sta tendr¨ªa que ser subsidiaria. 'No pongan de nuevo a las mujeres a los pies de los caballos', pidi¨® al PP, tras enfatizar 'el raqu¨ªtico Estado del bienestar que tenemos', adem¨¢s de instarle a que 'deje de mirar al cielo de la Conferencia Episcopal, y de un cachito de cielo a la mujer'