El sector inform¨¢tico en crisis: dramas y esperanzas
AL MARGEN DE LAS REACCIONES emocionales, el sector inform¨¢tico lamenta el impacto econ¨®mico de los ataques del 11 de septiembre pero la necesidad de m¨¢s tecnolog¨ªa para hacer la guerra y garantizar una seguridad mayor puede animar al sector. La crisis no es nueva. En Wall Street, mientras el ¨ªndice general conocido como Standard & Poor (S&P) perdi¨® un 15%, el Nasdaq -que concentra a muchas compa?¨ªas del sector tecnol¨®gico- perdi¨® un 30% y las principales empresas de la regi¨®n de San Francisco bajaron un 27%.
DoubleClick, especializada en la publicidad en l¨ªnea, ya redujo sus perspectivas de ganancias, lo cual atribuy¨® a 'los acontecimientos tr¨¢gicos del 11 de septiembre en Nueva York y Wahington', y a su impacto sobre los presupuestos publicitarios de un sinn¨²mero de empresas. AOL-Time Warner hizo lo mismo. La tentaci¨®n de transformar una crisis real en excusa de mayores proporciones es fuerte.
El Pent¨¢gono est¨¢ preparando misiles de crucero capaces de merodear por el espacio durante horas hasta encontrar el momento propicio para golpear
Para algunos en Silicon Valley, las cosas marchan viento en popa. El valor de Invision, que produce aparatos para detectar explosivos, se ha triplicado tras el 11-S
Los ataques, sin embargo, han tra¨ªdo consecuencias mercantiles. Apenas seis horas despu¨¦s de que se derrumbaran las Torres Gemelas, una de las empresas cuyas oficinas se encontraban ah¨ª ya hab¨ªa pedido 200 pec¨¦s nuevos. Un estudio estima en siete mil millones de d¨®lares el presupuesto para sustituir los equipos electr¨®nicos destruidos. El lunes 17, la empresa Dell ya hab¨ªa recibido pedidos por 24.000 computadoras (desde port¨¢tiles hasta servidores) de empresas afectadas por los ataques.
A lo anterior hay que agregar el surgimiento de nuevas necesidades. El Pent¨¢gono est¨¢ buscando armas que ya no sean 'inteligentes' (smart) sino 'brillantes' (brilliant).
Est¨¢n preparando misiles de crucero capaces de merodear en el espacio durante horas hasta encontrar el momento propicio para golpear, as¨ª como bombas que saben reconocer las diferencias entre un autob¨²s y un cami¨®n. 'Los tiempos de guerra son excelentes para la innovaci¨®n', recuerda un analista.
El sector m¨¢s prometedor podr¨ªa ser el de la seguridad, con sus m¨²ltiples facetas. Oracle ofrece la posibilidad de que se adopte una tarjeta de identidad obligatoria que emplea sus bases de datos. IBM presiona para que haya un mayor uso de la miner¨ªa de datos para, por ejemplo, poder encontrar un dato sobre comunicaciones telef¨®nicas internacionales que s¨ª est¨¢ registrado pero que los humanos, con las t¨¦cnicas inform¨¢ticas tradicionales, no pueden hallar.
Para algunos en Silicon Valley, las cosas marchan viento en popa. El valor de InVision, que produce aparatos para detectar explosivos, se ha triplicado despu¨¦s del 11 de septiembre. El de Identix, fabricante de materiales de detecci¨®n de huellas digitales, subi¨® un 30% con relaci¨®n al segundo trimestre. La lista incluye al sector de la biometr¨ªa, para controlar el acceso a las plantas y oficinas, y a las tecnolog¨ªas de detecci¨®n de ataques qu¨ªmicos o biotecnol¨®gicos. Incluso las modificaciones de la estructura laboral y ciertos comportamientos sociales pueden ser positivos para el sector inform¨¢tico: se prev¨¦ que crezca el uso de las videoconferencias, as¨ª como el recurso a una organizaci¨®n que permita al personal indispensable trabajar desde su casa en situaci¨®n de crisis.
El impacto considerable de los ataques contra el World Trade Center se debe en parte a la centralizaci¨®n de actividades financieras concentradas ah¨ª. La respuesta natural es una mayor descentralizaci¨®n, en la cual las TIC desempe?ar¨¢n un papel fundamental.
A corto plazo, es poco probable que las necesidades de nuevos equipos basten para contrarrestar la crisis de confianza y la recesi¨®n.
A largo plazo, sin embargo, lo m¨¢s probable es que Estados Unidos trate de hacer frente a la nueva situaci¨®n mundial con un uso a¨²n m¨¢s intensivo de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n. Saber cu¨¢ndo termina un periodo y cu¨¢ndo empieza el siguiente es indispensable para quien pretenda entender la situaci¨®n del sector. Rebasa, sin embargo, las capacidades de cualquier computadora. Y de cualquier analista.
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