La ¨¦tica de Canal Sur
En la secci¨®n de cartas del martes pasado, el director de Imagen y Comunicaci¨®n de la RTVA, Teodoro Brugos, me acusa de utilizar este peri¨®dico para buscar 'salida' a mis 'intereses particulares'. Es dif¨ªcil contestar a una insidia. Me gustar¨ªa que Brugos hubiera concretado sus acusaciones. Pero tengo que decir que jam¨¢s pondr¨ªa un medio de comunicaci¨®n al servicio de mis 'intereses'. S¨¦ que esto se parece muy poco a lo que el se?or Brugos est¨¢ acostumbrado a ver a su alrededor, pero qu¨¦ le vamos a hacer.
Jam¨¢s he presentado un proyecto en Canal Sur. Por lo tanto no tengo ninguna 'frustraci¨®n'. S¨ª es cierto que en los ¨²ltimos cinco a?os, tres productoras se han interesado por mi colaboraci¨®n. En la primera ocasi¨®n, en torno a 1996, hice dos guiones piloto y varios viajes. No cobr¨¦ ni los gastos, ni nunca se habl¨® de mis honorarios. El proyecto era interesante y eso fue suficiente. Desde entonces, no he tenido m¨¢s noticias.
Har¨¢ tres a?os, un amigo me pidi¨® que le asesorara en un proyecto televisivo para el fomento de la lectura. El asunto tuvo un final ins¨®lito: en pleno mes de agosto, otro de los asesores, mi amigo y colega Antonio Soler, y yo fuimos citados por un alto cargo de Canal Sur que nos sugiri¨® que nos qued¨¢semos con la idea del programa y prescindi¨¦ramos de sus aut¨¦nticos autores. Naturalmente, dijimos que no. Nunca me hab¨ªa sucedido nada igual. Lo curioso es que, como argumento de autoridad, dicho alto cargo, cuyo nombre puedo facilitar si lo desean, me dijo que esas eran pr¨¢cticas habituales en la RTVA.
La tercera ocasi¨®n fue muy ex¨®tica. La propuesta me la hizo, la pasada primavera, durante un almuerzo junto a otros escritores que viven en M¨¢laga, el delegado de Gobernaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa en esta provincia. La verdad es que me sorprendi¨® tanto como si el subdelegado del Gobierno espa?ol me ofreciera participar en un proyecto de TVE. Ol¨ªa a alquiler de voluntades. Naturalmente, segu¨ª manifestando libremente en mis art¨ªculos mis opiniones sobre Canal Sur. De aquello no tuve m¨¢s noticias que un art¨ªculo de Rafael Camacho publicado en estas mismas p¨¢ginas en el que vi una alusi¨®n a m¨ª y a un colega. Con una prosa digna del gabinete de Prensa de Camilo Alonso Vega, Rafael Camacho se refer¨ªa a que 'columnistas de saldo, seco el mag¨ªn' descalificaban la programaci¨®n de la RTVA, y que el 'pedigr¨ª cultural de Canal Sur' no puede depender de que 'acepte o no determinados proyectos de programa, que est¨¢n fuera de presupuesto, a este o aquel escribiente de peri¨®dicos o este o aquel sedicente creador de nuestra cultura' (sic).
Evidentemente, con mis art¨ªculos no pretend¨ªa influir en ninguna negociaci¨®n (que por otro lado no sab¨ªa que se estuviera produciendo). Supongo que si lo hubiera pretendido, la t¨¦cnica oportuna hubiera consistido en hacerle la pelota a Camacho. Pero jam¨¢s he sabido hacer la pelota.
Para acabar con el asunto, d¨ªas despu¨¦s de la publicaci¨®n del art¨ªculo de Camacho, envi¨¦ un fax al delegado de Gobernaci¨®n en M¨¢laga en el que le dec¨ªa: 'Comprender¨¢s la reticencia que siempre he expresado en colaborar de una u otra manera con el Gobierno andaluz para evitar este tipo de equ¨ªvocos. Es una pena que uno se tenga que prohibir colaborar con la televisi¨®n p¨²blica de su tierra. Pero, en fin, llegar¨¢n tiempos mejores (...) Sabes que puedes contar conmigo para cualquier iniciativa c¨ªvica, como hemos hecho en el pasado, pero siempre, como hasta ahora, sin ninguna gratificaci¨®n a cambio para evitar equ¨ªvocos'.
En cuanto a mis frustraciones, le digo al se?or Brugos que no se preocupe. La vida me trata muy bien.
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