Octubre
El presidente de la Generalitat sostiene que, una vez superados contenciosos hist¨®ricos, el principal desaf¨ªo es la cohesi¨®n y la integraci¨®n de la Comunidad
El Octubre de este a?o no es igual que otros octubres habidos en ¨¦pocas pasadas. No s¨®lo sigue siendo el d¨ªa en el que recordamos la incorporaci¨®n de la ciudad de Valencia a la cristiandad occidental y la fundaci¨®n del antiguo Reino de Valencia por el Rey Jaume I, o participamos en la ceremonia c¨ªvica y reivindicativa de la autoidentidad del Pueblo Valenciano, sino que los recientes acontecimientos hist¨®ricos le dotan de una personalidad propia a recordar. El d¨ªa 9 de octubre de 2001 coinciden muchas cosas m¨¢s a la vez.
En efecto, con el ataque terrorista a los EE UU el pasado 11 de septiembre, nuestra percepci¨®n de los acontecimientos ha cambiado. Hemos entrado en una ¨¦poca en que el horror y la barbarie pone de nuevo a prueba nuestras convicciones y creencias. La Paz, la Libertad, la Tolerancia y el imperio de la Ley, valores fundadores de nuestra civilizaci¨®n, est¨¢n siendo atacados por la violencia del terrorismo, consecuencia directa de la falta de respeto por la vida, el fanatismo y el desprecio a la Raz¨®n. Los tiempos han cambiado, para bien o para mal, y reclaman de nuestra parte la condena un¨¢nime de esa acci¨®n criminal, la solidaridad con el dolor de un pueblo amigo, y la apuesta por ideas y actitudes fuertes, pac¨ªficas y positivas, que apostando por la convivencia en paz y por la defensa de los derechos humanos, con decisi¨®n persigan la acci¨®n terrorista, pongan a disposici¨®n de la Justicia a los culpables e imponga el justo castigo a los causantes directos de la barbarie y el miedo.
Pero tambi¨¦n los tiempos est¨¢n cambiando en la Comunidad Valenciana. Es este el primer Octubre a partir del cual podemos decir que se han superado los contenciosos hist¨®ricos, culturales e identitarios habidos durante la Transici¨®n Democr¨¢tica en nuestra Comunidad, pronto har¨¢ ya un cuarto de siglo. Todos somos conscientes de hallarnos en un momento hist¨®rico nuevo, de estar asistiendo al desarrollo de cambios profundos, de tener ante nosotros un escenario complejo, diferente y abierto.
Un hecho reciente marca la diferencia: la fundaci¨®n de la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) y su reciente puesta en marcha, ambos por consenso un¨¢nime de las principales fuerzas pol¨ªticas valencianas. Con ello, no s¨®lo la ense?anza y el prestigio acad¨¦mico del valenciano como idioma moderno est¨¢ asegurado, sino que nuestra lengua nunca m¨¢s ser¨¢ motivo de divisi¨®n y discordia para el Pueblo Valenciano, su leg¨ªtimo creador y usuario.
Ha supuesto la AVL el fin del ciclo edificador de nuestro entramado institucional, ciclo que empez¨® con la elaboraci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa, sigui¨® con la recuperaci¨®n y puesta en marcha de nuestras instituciones de autogobierno, la Generalitat Valenciana, y ha finalizado con la aceptaci¨®n un¨¢nime del Consell por los ciudadanos de las tres provincias de la Comunidad Valenciana como el eficaz administrador de los intereses p¨²blicos de los valencianos, entre los que el fomento de la personalidad pol¨ªtica y cultural del Pueblo Valenciano ocupa un lugar relevante.
El balance est¨¢ ah¨ª, y la historia reciente se ha encargado de hacerlo. Ahora es el momento de mirar hacia delante. Hemos de aprovechar esta fecha no solamente para conmemorar, sino para reflexionar y repensar el futuro de la Comunidad Valenciana, de ganar el d¨ªa de ma?ana con nuestro esfuerzo solidario. Hemos de ser conscientes que al iniciar el Siglo XXI nos encontramos con un entorno social enteramente nuevo en el que al Pueblo Valenciano se le plantean nuevas oportunidades, con sus ventajas, retos y desaf¨ªos.
Hoy ocupa el primer plano de la actualidad, en un entorno social y econ¨®mico de alto riesgo, el ver c¨®mo resolvemos los valencianos la oportunidad de alcanzar el pleno empleo y enfrentar con ¨¦xito el reto de la globalizaci¨®n. De ello depender¨¢ la capacidad de permanencia del liderazgo actual de la Comunidad Valenciana en el Siglo XXI.
En una sociedad de pleno empleo a la que aspiramos, se suscitan nuevas demandas que deben ser atendidas, tales como la formaci¨®n permanente en nuevas habilidades y destrezas, consecuencia del salto tecnol¨®gico, la adecuada conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar, la integraci¨®n social de quienes vienen desde otras latitudes, o la plena integraci¨®n de todas las personas dependientes.
La globalizaci¨®n no s¨®lo es un fen¨®meno econ¨®mico, sino tambi¨¦n un acontecimiento cultural. La creciente interconexi¨®n entre los pa¨ªses, propiciada por los avances tecnol¨®gicos, hace posible una mayor permeabilidad y comunicaci¨®n entre las culturas y las personas, que merece tambi¨¦n una valoraci¨®n positiva. En este contexto adquiere una mayor importancia el empe?o en proteger y fomentar la propia identidad cultural desde la apuesta por la persona como eje y centro de la acci¨®n pol¨ªtica, la confianza en la sociedad civil, y el compromiso con la justicia y la solidaridad.
Uno de los fen¨®menos m¨¢s caracter¨ªstico de este nuevo entorno social es el de los efectos comerciales y monetarios de la globalizaci¨®n. Por ejemplo, la puesta en circulaci¨®n del Euro en unos pocos meses producir¨¢ en la Uni¨®n Europea una mayor apertura econ¨®mica que ser¨¢, sin duda, beneficiosa para el progreso de todos. De este entorno se derivan, sobre todo, dos retos importantes que tendremos que encarar, como son la necesidad de fomentar la calidad, la innovaci¨®n y la modernizaci¨®n del tejido productivo de la Comunidad Valenciana para ser capaces de competir en un escenario m¨¢s abierto, y la exigencia de un renovado compromiso por la Solidaridad.
El principal desaf¨ªo del futuro es lograr una Comunidad Valenciana plenamente integrada y socialmente cohesionada. Este desaf¨ªo plantea medidas en todas las ¨¢reas de acci¨®n pol¨ªtica del Consell, de todas las administraciones p¨²blicas valencianas y de la colaboraci¨®n de la sociedad civil valenciana. Una es la calidad de la educaci¨®n, fundamental para garantizar la aut¨¦ntica igualdad de oportunidades.
Pero esta calidad se logra no solamente con infraestructuras m¨¢s completas y equipadas, ofreciendo a los j¨®venes los conocimientos y aptitudes necesarias para continuar mejorando posteriormente su preparaci¨®n personal, sino, y tambi¨¦n, con una s¨®lida formaci¨®n ¨¦tica, la educaci¨®n en valores, que les permita enfrentarse con esp¨ªritu cr¨ªtico a los nuevos modos de acceso a la aplicaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas, a la informaci¨®n y el conocimiento.
Otra es la familia. En la medida en que sigue y seguir¨¢ siendo el principal agente de socializaci¨®n y la primera unidad educativa, el apoyo a la familia se convierte en un objetivo prioritario de la acci¨®n conjunta de los poderes p¨²blicos y de la sociedad civil. La plena integraci¨®n de la mujer al mercado de trabajo nos obliga a dise?ar todos los mecanismos precisos para que la vida profesional de varones y mujeres sea plenamente compatible con el ejercicio compartido de sus responsabilidades en el ¨¢mbito de la familia.
Al hablar de integraci¨®n no podemos olvidar a quienes llegan a nuestra Comunidad desde las zonas menos pr¨®speras del planeta. Tenemos capacidad y voluntad para recibir a todo aqu¨¦l que venga a trabajar con nosotros el d¨ªa a d¨ªa de una sociedad m¨¢s moderna, justa y pac¨ªfica. Y para ello reclamo como mejor valor la solidaridad, valor que deriva no s¨®lo de la justicia, sino tambi¨¦n de la inteligencia aplicada a la comprensi¨®n de los escenarios ineludibles del mundo actual.
En el ¨¢mbito de la pol¨ªtica social, hemos de abordar un nuevo reto con la colaboraci¨®n de todos, de los poderes p¨²blicos y de la sociedad civil: la atenci¨®n integral de cualquier ciudadano que se encuentre en una situaci¨®n de dependencia, por su edad, por su enfermedad, por su discapacidad f¨ªsica o ps¨ªquica, o por haber tenido la desdicha de caer en el drama de la droga.
Esta atenci¨®n integral debe incluir tanto la cobertura de necesidades b¨¢sicas y asistencia sanitaria, como hacer posible su autorrealizaci¨®n personal con una completa oferta cultural, educativa o de ocio. Tal atenci¨®n deber¨¢ contar tanto con ayudas de los poderes p¨²blicos a las familias de las personas en situaci¨®n de dependencia para que ¨¦stas reciban la atenci¨®n en su entorno habitual, como con una red asistencial externa de calidad para los casos en que no sea posible la atenci¨®n en el entorno habitual.
Pero el avance de la Solidaridad s¨®lo ser¨¢ posible en un marco de crecimiento econ¨®mico sostenible, que habr¨¢ de ser, por tanto, plenamente compatible con la m¨¢s eficaz preservaci¨®n de nuestro medio natural. El crecimiento econ¨®mico y la protecci¨®n del medio ambiente no s¨®lo son compatibles sino que adem¨¢s son poderosos aliados, pues no se puede proteger eficazmente el medio ambiente sin crecimiento econ¨®mico, ni puede haber verdadero crecimiento al margen del medio ambiente.
Por ¨²ltimo est¨¢ la cohesi¨®n territorial. Hemos de garantizar, adem¨¢s, que el progreso econ¨®mico alcance por igual a toda la Comunidad Valenciana. Se hacen imprescindibles nuevos avances en nuestra cohesi¨®n territorial, abordando nuevas actuaciones en ¨¢mbitos tales como las infraestructuras viarias, de comunicaciones y telecomunicaciones, o la diversificaci¨®n tur¨ªstica, para superar los inconvenientes de nuestra linealidad y de la divisi¨®n geogr¨¢fica entre las zonas costeras y de interior.
La superaci¨®n de esos desaf¨ªos debe conducirnos a un nuevo liderazgo de la Comunidad Valenciana, que re¨²ne las condiciones para convertirse en uno de los m¨¢s eficaces agentes de la pol¨ªtica exterior de Espa?a, susceptible de alcanzar una destacada presencia internacional, que deberemos dirigir especialmente a aquellas zonas geogr¨¢ficas o culturalmente pr¨®ximas, como Iberoam¨¦rica y el Magreb. En este ¨¢mbito aspiramos a definir un objetivo bien preciso para la Comunidad Valenciana: dedicar el 2% de nuestro PIB a la cooperaci¨®n y la solidaridad en el Tercer y Cuarto Mundo.
De ese modo, el Pueblo Valenciano entrar¨¢ con buen pie en el siglo XXI. Due?os de nuestro futuro, conscientes de los retos y oportunidades que este nos depara, queremos que discurra por caminos de Paz y Libertad, en un marco de tolerancia y consenso social, de pluralidad e integraci¨®n. Conocemos nuestra historia reciente y por ello estamos dispuestos a no incurrir, ya nunca m¨¢s, en los errores que marcaron los momentos m¨¢s tristes de la Transici¨®n Democr¨¢tica valenciana, ya felizmente superados. Los que por distintos motivos no quieren verlo as¨ª se quedar¨¢n solos y ser¨¢n patentes sus intenciones reales.
Tenemos la mano tendida a todos los pueblos de paz. Y con esa actitud, debemos recordar que otras veces, y en esta misma fecha, hemos expresado el dolor y clamado contra el peor c¨¢ncer de nuestra realidad actual: el terrorismo de ETA. Hoy quisiera que uni¨¦ramos nuestros pensamientos y nuestra voz a la de todos aquellos que, a la vista de los terribles acontecimientos del d¨ªa 11 de septiembre en los EE.UU., afirman que no van a renunciar a tantas victorias de la Democracia y la Libertad ganadas a lo largo de los siglos.
El Octubre ya no agotar¨¢ m¨¢s su mirada en el pasado y volver¨¢ su reivindicaci¨®n hacia el futuro. Los otros octubres ser¨¢n s¨®lo el recuerdo de una ¨¦poca que ya es historia, antecedente de otra nueva que est¨¢ por venir y en la que queremos entrar todos juntos, sin exclusiones, con paso seguro y sin sobresaltos, unidos por nuestro proyecto racional de vida en com¨²n: la Comunidad Valenciana en un mundo m¨¢s justo, solidario y en paz.El Octubre de este a?o no es igual que otros octubres habidos en ¨¦pocas pasadas. No s¨®lo sigue siendo el d¨ªa en el que recordamos la incorporaci¨®n de la ciudad de Valencia a la cristiandad occidental y la fundaci¨®n del antiguo Reino de Valencia por el Rey Jaume I, o participamos en la ceremonia c¨ªvica y reivindicativa de la autoidentidad del Pueblo Valenciano, sino que los recientes acontecimientos hist¨®ricos le dotan de una personalidad propia a recordar. El d¨ªa 9 de octubre de 2001 coinciden muchas cosas m¨¢s a la vez.
En efecto, con el ataque terrorista a los EE UU el pasado 11 de septiembre, nuestra percepci¨®n de los acontecimientos ha cambiado. Hemos entrado en una ¨¦poca en que el horror y la barbarie pone de nuevo a prueba nuestras convicciones y creencias. La Paz, la Libertad, la Tolerancia y el imperio de la Ley, valores fundadores de nuestra civilizaci¨®n, est¨¢n siendo atacados por la violencia del terrorismo, consecuencia directa de la falta de respeto por la vida, el fanatismo y el desprecio a la Raz¨®n. Los tiempos han cambiado, para bien o para mal, y reclaman de nuestra parte la condena un¨¢nime de esa acci¨®n criminal, la solidaridad con el dolor de un pueblo amigo, y la apuesta por ideas y actitudes fuertes, pac¨ªficas y positivas, que apostando por la convivencia en paz y por la defensa de los derechos humanos, con decisi¨®n persigan la acci¨®n terrorista, pongan a disposici¨®n de la Justicia a los culpables e imponga el justo castigo a los causantes directos de la barbarie y el miedo.
Pero tambi¨¦n los tiempos est¨¢n cambiando en la Comunidad Valenciana. Es este el primer Octubre a partir del cual podemos decir que se han superado los contenciosos hist¨®ricos, culturales e identitarios habidos durante la Transici¨®n Democr¨¢tica en nuestra Comunidad, pronto har¨¢ ya un cuarto de siglo. Todos somos conscientes de hallarnos en un momento hist¨®rico nuevo, de estar asistiendo al desarrollo de cambios profundos, de tener ante nosotros un escenario complejo, diferente y abierto.
Un hecho reciente marca la diferencia: la fundaci¨®n de la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) y su reciente puesta en marcha, ambos por consenso un¨¢nime de las principales fuerzas pol¨ªticas valencianas. Con ello, no s¨®lo la ense?anza y el prestigio acad¨¦mico del valenciano como idioma moderno est¨¢ asegurado, sino que nuestra lengua nunca m¨¢s ser¨¢ motivo de divisi¨®n y discordia para el Pueblo Valenciano, su leg¨ªtimo creador y usuario.
Ha supuesto la AVL el fin del ciclo edificador de nuestro entramado institucional, ciclo que empez¨® con la elaboraci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa, sigui¨® con la recuperaci¨®n y puesta en marcha de nuestras instituciones de autogobierno, la Generalitat Valenciana, y ha finalizado con la aceptaci¨®n un¨¢nime del Consell por los ciudadanos de las tres provincias de la Comunidad Valenciana como el eficaz administrador de los intereses p¨²blicos de los valencianos, entre los que el fomento de la personalidad pol¨ªtica y cultural del Pueblo Valenciano ocupa un lugar relevante.
El balance est¨¢ ah¨ª, y la historia reciente se ha encargado de hacerlo. Ahora es el momento de mirar hacia delante. Hemos de aprovechar esta fecha no solamente para conmemorar, sino para reflexionar y repensar el futuro de la Comunidad Valenciana, de ganar el d¨ªa de ma?ana con nuestro esfuerzo solidario. Hemos de ser conscientes que al iniciar el Siglo XXI nos encontramos con un entorno social enteramente nuevo en el que al Pueblo Valenciano se le plantean nuevas oportunidades, con sus ventajas, retos y desaf¨ªos.
Hoy ocupa el primer plano de la actualidad, en un entorno social y econ¨®mico de alto riesgo, el ver c¨®mo resolvemos los valencianos la oportunidad de alcanzar el pleno empleo y enfrentar con ¨¦xito el reto de la globalizaci¨®n. De ello depender¨¢ la capacidad de permanencia del liderazgo actual de la Comunidad Valenciana en el Siglo XXI.
En una sociedad de pleno empleo a la que aspiramos, se suscitan nuevas demandas que deben ser atendidas, tales como la formaci¨®n permanente en nuevas habilidades y destrezas, consecuencia del salto tecnol¨®gico, la adecuada conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar, la integraci¨®n social de quienes vienen desde otras latitudes, o la plena integraci¨®n de todas las personas dependientes.
La globalizaci¨®n no s¨®lo es un fen¨®meno econ¨®mico, sino tambi¨¦n un acontecimiento cultural. La creciente interconexi¨®n entre los pa¨ªses, propiciada por los avances tecnol¨®gicos, hace posible una mayor permeabilidad y comunicaci¨®n entre las culturas y las personas, que merece tambi¨¦n una valoraci¨®n positiva. En este contexto adquiere una mayor importancia el empe?o en proteger y fomentar la propia identidad cultural desde la apuesta por la persona como eje y centro de la acci¨®n pol¨ªtica, la confianza en la sociedad civil, y el compromiso con la justicia y la solidaridad.
Uno de los fen¨®menos m¨¢s caracter¨ªstico de este nuevo entorno social es el de los efectos comerciales y monetarios de la globalizaci¨®n. Por ejemplo, la puesta en circulaci¨®n del Euro en unos pocos meses producir¨¢ en la Uni¨®n Europea una mayor apertura econ¨®mica que ser¨¢, sin duda, beneficiosa para el progreso de todos. De este entorno se derivan, sobre todo, dos retos importantes que tendremos que encarar, como son la necesidad de fomentar la calidad, la innovaci¨®n y la modernizaci¨®n del tejido productivo de la Comunidad Valenciana para ser capaces de competir en un escenario m¨¢s abierto, y la exigencia de un renovado compromiso por la Solidaridad.
El principal desaf¨ªo del futuro es lograr una Comunidad Valenciana plenamente integrada y socialmente cohesionada. Este desaf¨ªo plantea medidas en todas las ¨¢reas de acci¨®n pol¨ªtica del Consell, de todas las administraciones p¨²blicas valencianas y de la colaboraci¨®n de la sociedad civil valenciana. Una es la calidad de la educaci¨®n, fundamental para garantizar la aut¨¦ntica igualdad de oportunidades.
Pero esta calidad se logra no solamente con infraestructuras m¨¢s completas y equipadas, ofreciendo a los j¨®venes los conocimientos y aptitudes necesarias para continuar mejorando posteriormente su preparaci¨®n personal, sino, y tambi¨¦n, con una s¨®lida formaci¨®n ¨¦tica, la educaci¨®n en valores, que les permita enfrentarse con esp¨ªritu cr¨ªtico a los nuevos modos de acceso a la aplicaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas, a la informaci¨®n y el conocimiento.
Otra es la familia. En la medida en que sigue y seguir¨¢ siendo el principal agente de socializaci¨®n y la primera unidad educativa, el apoyo a la familia se convierte en un objetivo prioritario de la acci¨®n conjunta de los poderes p¨²blicos y de la sociedad civil. La plena integraci¨®n de la mujer al mercado de trabajo nos obliga a dise?ar todos los mecanismos precisos para que la vida profesional de varones y mujeres sea plenamente compatible con el ejercicio compartido de sus responsabilidades en el ¨¢mbito de la familia.
Al hablar de integraci¨®n no podemos olvidar a quienes llegan a nuestra Comunidad desde las zonas menos pr¨®speras del planeta. Tenemos capacidad y voluntad para recibir a todo aqu¨¦l que venga a trabajar con nosotros el d¨ªa a d¨ªa de una sociedad m¨¢s moderna, justa y pac¨ªfica. Y para ello reclamo como mejor valor la solidaridad, valor que deriva no s¨®lo de la justicia, sino tambi¨¦n de la inteligencia aplicada a la comprensi¨®n de los escenarios ineludibles del mundo actual.
En el ¨¢mbito de la pol¨ªtica social, hemos de abordar un nuevo reto con la colaboraci¨®n de todos, de los poderes p¨²blicos y de la sociedad civil: la atenci¨®n integral de cualquier ciudadano que se encuentre en una situaci¨®n de dependencia, por su edad, por su enfermedad, por su discapacidad f¨ªsica o ps¨ªquica, o por haber tenido la desdicha de caer en el drama de la droga.
Esta atenci¨®n integral debe incluir tanto la cobertura de necesidades b¨¢sicas y asistencia sanitaria, como hacer posible su autorrealizaci¨®n personal con una completa oferta cultural, educativa o de ocio. Tal atenci¨®n deber¨¢ contar tanto con ayudas de los poderes p¨²blicos a las familias de las personas en situaci¨®n de dependencia para que ¨¦stas reciban la atenci¨®n en su entorno habitual, como con una red asistencial externa de calidad para los casos en que no sea posible la atenci¨®n en el entorno habitual.
Pero el avance de la Solidaridad s¨®lo ser¨¢ posible en un marco de crecimiento econ¨®mico sostenible, que habr¨¢ de ser, por tanto, plenamente compatible con la m¨¢s eficaz preservaci¨®n de nuestro medio natural. El crecimiento econ¨®mico y la protecci¨®n del medio ambiente no s¨®lo son compatibles sino que adem¨¢s son poderosos aliados, pues no se puede proteger eficazmente el medio ambiente sin crecimiento econ¨®mico, ni puede haber verdadero crecimiento al margen del medio ambiente.
Por ¨²ltimo est¨¢ la cohesi¨®n territorial. Hemos de garantizar, adem¨¢s, que el progreso econ¨®mico alcance por igual a toda la Comunidad Valenciana. Se hacen imprescindibles nuevos avances en nuestra cohesi¨®n territorial, abordando nuevas actuaciones en ¨¢mbitos tales como las infraestructuras viarias, de comunicaciones y telecomunicaciones, o la diversificaci¨®n tur¨ªstica, para superar los inconvenientes de nuestra linealidad y de la divisi¨®n geogr¨¢fica entre las zonas costeras y de interior.
La superaci¨®n de esos desaf¨ªos debe conducirnos a un nuevo liderazgo de la Comunidad Valenciana, que re¨²ne las condiciones para convertirse en uno de los m¨¢s eficaces agentes de la pol¨ªtica exterior de Espa?a, susceptible de alcanzar una destacada presencia internacional, que deberemos dirigir especialmente a aquellas zonas geogr¨¢ficas o culturalmente pr¨®ximas, como Iberoam¨¦rica y el Magreb. En este ¨¢mbito aspiramos a definir un objetivo bien preciso para la Comunidad Valenciana: dedicar el 2% de nuestro PIB a la cooperaci¨®n y la solidaridad en el Tercer y Cuarto Mundo.
De ese modo, el Pueblo Valenciano entrar¨¢ con buen pie en el siglo XXI. Due?os de nuestro futuro, conscientes de los retos y oportunidades que este nos depara, queremos que discurra por caminos de Paz y Libertad, en un marco de tolerancia y consenso social, de pluralidad e integraci¨®n. Conocemos nuestra historia reciente y por ello estamos dispuestos a no incurrir, ya nunca m¨¢s, en los errores que marcaron los momentos m¨¢s tristes de la Transici¨®n Democr¨¢tica valenciana, ya felizmente superados. Los que por distintos motivos no quieren verlo as¨ª se quedar¨¢n solos y ser¨¢n patentes sus intenciones reales.
Tenemos la mano tendida a todos los pueblos de paz. Y con esa actitud, debemos recordar que otras veces, y en esta misma fecha, hemos expresado el dolor y clamado contra el peor c¨¢ncer de nuestra realidad actual: el terrorismo de ETA. Hoy quisiera que uni¨¦ramos nuestros pensamientos y nuestra voz a la de todos aquellos que, a la vista de los terribles acontecimientos del d¨ªa 11 de septiembre en los EE.UU., afirman que no van a renunciar a tantas victorias de la Democracia y la Libertad ganadas a lo largo de los siglos.
El Octubre ya no agotar¨¢ m¨¢s su mirada en el pasado y volver¨¢ su reivindicaci¨®n hacia el futuro. Los otros octubres ser¨¢n s¨®lo el recuerdo de una ¨¦poca que ya es historia, antecedente de otra nueva que est¨¢ por venir y en la que queremos entrar todos juntos, sin exclusiones, con paso seguro y sin sobresaltos, unidos por nuestro proyecto racional de vida en com¨²n: la Comunidad Valenciana en un mundo m¨¢s justo, solidario y en paz.
Eduardo Zaplana Hern¨¢ndez-Soro es presidente de la Generalitat.
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