Subcontratas
La pol¨ªtica est¨¢ cada d¨ªa m¨¢s influenciada por la jerga y las t¨¦cnicas del mundo empresarial. El PSOE andaluz acaba de descubrir el outsourcing, que, resumiendo, no es otra cosa que la subcontrataci¨®n de servicios. Generalmente, suelen subcontratarse los servicios auxiliares, pero el PSOE andaluz pretende encontrar en el exterior ideas para sus propuestas electorales. Generalmente, el outsourcing obedece al deseo de reducir costos, pero en el caso que nos ocupa se trata de encontrar fuera del partido lo que dif¨ªcilmente puede encontrarse dentro.
Tradicionalmente, en los partidos de izquierdas los responsables de asuntos ideol¨®gicos y de asuntos culturales eran aut¨¦nticas estrellas. Pero (atenci¨®n, pregunta), ?alguien podr¨ªa decir c¨®mo se llaman los que se ocupan de estos asuntos en el PSOE andaluz y qu¨¦ tienen publicado? Este anonimato es un producto m¨¢s del proceso de selecci¨®n negativa que vienen sufriendo los partidos pol¨ªticos y, especialmente, los de izquierdas.
Los socialistas han comenzado a promover la creaci¨®n de plataformas que discutan cu¨¢l ha de ser el modelo de ciudad que deben de proponer para el nuevo milenio. Desde luego, no ser¨¢ por falta de ambici¨®n: hacer prospectiva sobre todo un milenio no ha de resultar cosa f¨¢cil. Sobre todo, cuando hay ciudades andaluzas que carecen de equipamientos y de servicios que ya eran corrientes en buena parte de Europa a comienzos del siglo XX.
Con este prop¨®sito, se pretende revivir -convenientemente descafeinada- la experiencia vivida por la plataforma M¨¢laga 2003, una especie de clonaci¨®n de la iniciativa lanzada en Catalu?a por Maragall con el nombre de Ciudadanos para el Cambio. M¨¢laga 2003 tuvo una breve vida. Inicialmente respaldada por los dirigentes socialistas malague?os, fue desautorizada cuando algunas agrupaciones socialistas cayeron en la cuenta de que eso de 'abrirse a la sociedad' pod¨ªa significar tener que repartir entre m¨¢s los cargos p¨²blicos disponibles. Y, con las cosas de comer, ya se sabe, no se juega.
Ahora el modelo se ampl¨ªa territorialmente pero se recortan sus competencias: se hablar¨¢ de ideas pero no de qui¨¦nes tendr¨¢n que administrar su puesta en pr¨¢ctica. El motor de Andaluc¨ªa Espacio 2003 es el mismo de M¨¢laga 2003: el arquitecto Carlos Hern¨¢ndez Pezzi, toda una rareza, un intelectual de izquierdas, un rojo inasequible al desaliento de los que ya no quedan, que desentona tanto en el PSOE de Chaves y Zarr¨ªas como un ping¨¹ino en el Coto de Do?ana.
Pero el problema del PSOE no es s¨®lo de falta de ideas. Es evidente que faltan tambi¨¦n las personas capaces de ponerlas en pr¨¢ctica. ?Qu¨¦ credibilidad puede tener el PSOE andaluz cuando, por ejemplo, pone los 100.000 millones de presupuesto del Ayuntamiento sevillano en manos de Carmelo G¨®mez, un hombre que carece de instrucci¨®n superior y cuya ¨²nica experiencia profesional conocida consisti¨® en despachar libros en la librer¨ªa de Alfonso Guerra?
Pedir que haya gente preparada en los cargos p¨²blicos no es una manifestaci¨®n de elitismo -hace casi cuarenta a?os que la universidad espa?ola est¨¢ abierta a todas las clases sociales-, es s¨®lo la exigencia del respeto que la sociedad merece.
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